31 enero 2011

423. Relatos de impactos

Ayer A. me pidió consejo. Tenía que presentar un relato a un concurso y tenía dudas para elegir entre 3. Y contó conmigo para decidirse. Y me hizo ilusión, muchísima además.

Pero mi indecisión profunda hizo que a mi también me costara decidirme. Me encanta como escribe A. Tiene una fluidez especial, un don para hacer literatura de las cosas rutinarias de la vida, de las cosas sencillas. Su vida y la de los que le rodean está en sus escritos, pero contado de una forma tan especial, tan personal, que acaba enganchándote. Tiene futuro es esta vocación que le viene desde siempre, eso es seguro.

Si yo fuera jurado de un concurso cualquiera de las tres historias hubiera merecido la pena, con sus metáforas, sus paralelismos, su cotidianeidad. NO hace falta rebuscar un lenguaje oscuro para escribir, lo importante es llegar a la gente, a cuanta más mejor. Siempre nos dijeron esto y sí, lo lleva a rajatabla.

En uno de los cuentos me sentí identificada, por eso le descarté enseguida, pero me hizo, una vez más, volver a abrir mi mente, saber que hay formas de actuar que no son loables, que no deberían estar permitidas. Lo sé, pero quizás como justificación, también sé que es un mecanismo de defensa personal, asi las cosas duelen menos, pero volver a la rutina acaba siendo complicado cuando te distancias de las cosas. Me ha hecho pensar la historia, sí, y voy a buscar otros mecanismos de defensa. Sólo por eso, lo que en principio iba a ser mi ayuda, se ha convertido en una ayuda mutua, recíproca. Me encanta compartir mis cosas con gente como A., que hace que la vida resulte mucho más sencilla de lo que nos proponemos.

16 enero 2011

422. Enero de 2011.

Un año distinto al de mi ultima entrada. Sí, hace demasiado que no escribo aquí, no sé si por falta de tiempo o quizás de ganas o de 'aventuras' que contar.

Ahora, metidos de lleno en 2011, cuando el tabaco se ha convertido en el principal tema de conversación en todos lados, ya no da lugar hablar del pasado año, ya no es momento de hacer ningún balance porque 2010, al igual que todos los años, ha tenido sus cosas buenas y también las malas, aunque ahora sólo me vienen a la cabeza las malas, las que vienen malas después de ocho meses bastante buenos (o 3, depende de la perspectiva :().

2011 ha empezado con sus propósitos de siempre, más alguno que otro añadido que seguro que acaba esfumándose a medida que pasan los días.

Hoy es domingo y estoy contenta. Muy contenta. Los últimos días me han cundido mucho, ha habido momentos para todo y para todos, hasta para mí misma, que últimamente me tenía bastante descuidada.

Hoy he hecho la ruta del cares y ha sido genial. Estoy cansada pero no tanto como me estaba temiendo, parece ser que aún guardo esa capacidad de andar, andar y seguir andando sin cansarme. Pensándolo bien, andar quizás sea una forma de escapar, pero nunca sé de qué escapo, quizá sea de mi misma.

Laboralmente, se presentan unos meses duros, pero ya se sabe eso de que cría fama y echate a dormir, y aunque no pueda dormirme en los laureles, puedo vivir de las rentas, de ese trabajo ya realizado y que deo seguir regando cada día.

No quiero pensar mucho. Me encantaría dejarme llevar, vivir el día a día, interiorizar eso de que solo se vive una vez, que el tiempo pasa deprisa y hay que aprovechar cada segundo, pero no es tan facil decirlo como hacerlo. Poco a Poco. No quiero pensar mucho