31 octubre 2006

132. Mi vida a través de mí.

¡¡¡Quien tiene un recuerdo tiene un tesoro!! El pasado fin de semana estuve de limpieza y cambio de armario. Sí, esa rutinaria tarea que en mi casa, al menos, se hace dos veces al año. Rebuscando, rebuscando, encontré mis viejos diarios... Dios... hacia años que no los miraba y cuántas sorpresas encuentra uno.

De momento, solo les he echado una ojeada general pero hay que ver todos los recuerdos que se te vienen a la cabeza al releerlos. Y me he preguntado, ¿para que quiero leerme el último best-seller de Pérez Reverte, de Saramago, de Rosa Regás o de Dan Brown si tengo la novela más interesante que uno pueda adquirir en una librería, si tengo en mis manos la historia de mi vida, con anécdotas que ya apenas recordaba?? ¡cuánta literatura barata por ahí suelta y yo en un cajón semienterrado por papeles tengo la mejor historia, de momento interminable, que pudiera soñar, ésa que analiza mi existencia!.

Os iré desgranando algunos episodios concretos pero como adelanto os diré que he comenzado con mi primer diario, ése que a todos nos regalan cuando hacemos la Primera Comunión y que es un cúmulo de historietas absurdas y preocupaciones obsoletas. ¿Sabéis cuál era mi principal preocupación en aquellos momento? Pues que mi madre me diera alubias rojas dos días seguidos. Para mí era una de las peores cosas que podían sucederme en aquellos momentos... Es una pena hacerse mayor pero peor aún es no poder volver atrás para revivir algunos momentos!!!. Veis? Cada vez tengo más claro que cualquier momento, por insignificante que parezca, es algo que quizás por algun motivo concreto siempre va a quedar atrapado en nuestra memoria. No debemos desaprovecharlo cada minuto aunque lo que hagas te esté pareciendo absurdo, rutinario o sin ningún sentido.

Sigo, que me lio. Me he alegrado de reencontrármelos porque hay algunos mucho más profundos de mi etapa universitaria... creo que he perdido mis facultades de escribir bien, reflexionar, analizar las cosas, ver los asuntos desde diferentes puntos de vista... me he emocionado al leer uno escogido al azar!!.

Lo bueno de todo esto es que ahora he comprendido todo lo bueno que hay en este blog que ahora leeis porque al igual que aquellos diarios, esto son pequeños episodios, pequeños retazos de mi vida, quizás menos intimista que aquellos escritos pero donde también hay mucho de mí y de mis rutinas. Ahora sé que aunque vosotros formeis parte importante de esta historia, de esta 'aventura', (sin vuestras visitas y comentarios esto hubiera dejado de existir hace ya tiempo) no sois lo primordial. Ahora sé que lo primordial aqui sigo siendo yo y mis estados de ánimo, al igual que en aquellso diarios.

27 octubre 2006

131. ¡¡¡Algo más de mil €!!!

Ya sabeis todos, y el que no lo sepa pues ya aprovecho para contárselo, que a mi madre la han operado de un ojo... de la vista que queda más fino. Pues resulta que hoy voy a hablaros de ese día, que no de la operación. Aunque bueno, un inciso, porque quizás soy yo la única que no tenga ni idea de esto pero ¿sabiais que para operarte te sacan el ojo para afuera? A ver si me explico. Ver un ojo fuera de su órbita, bueno del sitio donde por naturaleza tiene que estar. Y pensar que a mi ya me parecía repugnante la escena del ojo de 'Un perro andaluz'...

Resumo que ya empiezo a irme por los cerros de Úbeda. Era una operación de día y aunque entramos a primera hora de la mañana, no entró en el quirófano hasta las 14 horas. Ya solo quedábamos mi padre y yo alli esperando, muertitos de hambre asi que bajo a la cafetería a por unos bocatas y cuando voy a pagar, tachan, tachan, ¿qué me encuentro?(Pero, eres tonta, Gema, es lo primero que han visto al abrir el blog). Vale, veo esto:




Inciso 2: Astillero es mi pueblo cántabro natal, para los despistados del sur y aquellos que hayan encontrado mi blog por casualidad.

Me entró un subidón y un ansia ludópata... ¿Era un capricho del destino? Tenía que hacerme con ese cupón como fuera. Estaba escrito en mi porvenir que esa misma noche iba a convertirme en millonaria, aunque bueno creo que con el cuponsito ,que diría la Carmen Sevilla, poco iba a solucionar mi vida pero... a nadie le amarga un dulce no? Total, que tan entendida que soy yo en la matería loterística, saco mi euro y se lo doy al tío que muy cachondo me dice que las Olimpiadas de Barcelona fueron en el 92, el mismo tiempo que el cupón ya no cuesta veinte duros, equivalencia de un euro en la bromita del mushasho.

Mi tradicional cara de póker resurgió... una vez más. 1,50 euros. Pero ¿qué abuso es éste? Me cago en la leche... bueno me callo porque es para una buena causa pero, joder, como para comprarlo todos los días!!!! Prefiero quedarme sin ilusión y olvidar la cancioncilla del anuncio.

Con mi cupón ya en una mano y los bocatas en otra subo para arriba, entusiasmada por mostrarle el cupon a mi padre, además de por comer que estaba muerta de hambre, mientras mi madre, pobrecilla mía, se sometía, acojonada, todo sea dicho de paso, a la operación.

- "Mira, papá'. He comprado un cupón porque viene Astillero".
- Como que te va a tocar...

Paaaaaaggggggg... Mi padre me acababa de echar el cenizo, mi ilusión se había ido al carajo. Sale mi madre de la operación y ese mismo día podemos irnos para casa, los tres, claro. Yo con mi cupón en el culo como si de un millón de dólares se tratase. Cuando mi madre empieza a reaccionar le enseño a mi madre el cupón (bueno en terminos figurados porque ver como que no veia nada recién operada) y se emocionada, y me anima.

Se acercan las 10 de la noche, me pego al televisor. ¿Alguien sabe donde dan el cupón? Yo a día de hoy aún no lo he averiguado. Opto por el teletexto, no está. Pasan tres minutos. Teletexto. No está. Dos minutos. Teletexto. No está. Tres minutos. Teletexto. Me cago en sus muertos. NO está. Un minuto. Me voy a comprar un coche nuevo, hago la obra en la casa del pueblo y pago yo las vacaciones al Caribe. El dinero del premio ventilado. Teletexto. No está. Tardan tanto porque me ha tocado, seguro. Pasan cinco minutos. Teletexto. No está. Se me está agotando la paciencia. Un minuto. Teletexto. ESTAAAAAA!! Mierda, no me ha tocado el premio gordo. Me cago en la leche. Mierda, no me han tocado las cuatro unidades. Mierda, tampoco tengo las tres últimas. Gema, con la devolución me conformo. Lo comido por lo servido. Me cago en la ostia puta!!! No me ha tocado nadaaaaa.

(Tiempo de Reflexión. Gema asume su derrota).

"Como mi madre parece que ha salido bien de la operación no se puede pedir todo. Tenemos salud y nuestro nivel de felicidad está en buen nivel. ¿Para qué voy a pedir más? Bueno, 1,50 euros menos pero... tenemos otras cosas. Otra vez será..."
Vamos, que quien no se consuela es porque no quiere. Ahora, eso sí, el cuponcito lo guardo como oro en paño porque seguro que dentro de 50 años hay un Freeky, Freaki, friki, friqui o como narices se diga que coleccione cupones y éste, precisamente, éste, no lo tenga y me paguen 1.200 euros por él. Me hare algo más que mil eurista, como digo en el título. Ahora bien, si alguien quiere comprarmelo ya, también hay opciones. 20 euros, ni más ni menos. Lo justo para comprarme uno para el Gordo de Navidad. Y, claro, si hay mas de un interesado, hacemos una puja rápidamente eh?. Quizas pueda comprarme el piso. ¿Alguien lo quiere?

12 octubre 2006

130. Vacaciones. Escribir menos es para mi imposible

Si quiero que mi blog aún me dure muchos años, creo que no debo contaros mis vacaciones porque necesitaría demasiado espacio.

Resumiendo podría decir que han sido maravillosas, espectaculares, geniales, divertidas, aburridas, diferentes, iguales, graciosas, tristes, innovadoras, conservadoras, aventureras, tranquilas, largas, cortas, familiares, amistosas, alcohólicas, saludables, sanas, derrochonas, miradas, increibles.... podría seguir así hasta el infinito pero es que con más de un mes de vacaciones hay tiempo para todo y ahora, cuando la rutina me arrastra a la cruda realidad, me queda un dulce sabor de boca cuando recuerdo cada momento vivido.

Muchas gracias a todos los que habéis contribuido a que mis vacaciones sean, simplemente, irrepetibles, porque seguro que otras totalmente iguales no volverán a darse. Ya sabéis que cada momento es único y sólo ocurre una vez en la vida y la verdadera felicidad está en saber aprovechar cada uno de esos momentos, por muy insignificante que nos parezcan. Yo en estas vacaciones lo he conseguido.

129. Porque nosotras lo valemos... y punto






¡¡¡Pero qué guapísimas que estamos, madre!!! Pero creo que el estado de embriaguez va aumentando foto a foto. Que bien me lo pasé, Lorena.