25 septiembre 2006

128. El bodorrio del año (2ª parte)

Aunque sigo de vacaciones y casi prometi no escribir nada durante todo el mes, se me están acumulando las cosas que debo (si, debo como una obligación) contar y, por ello, no puedo retrasar por más tiempo la segunda parte del bodorrio y más cuando la protagonista fundamental del día, ya ha dejado su comentario.

Después de tomar unas coronitas nos dirigimos hacia el convite donde ya había muchísima más gente que en la iglesia donde éramos cuatro gatos aunque claro teniendo en cuenta los 50 grados a la sombra que podia hacer ese día en ese santo lugar, tampoco es muy de extrañar. Fuera estaban dando un lunch-cóctel y seguimos bebiendo y comiendo mientras esperábamos que Lorena y el Denche hicieran su entrada triunfal en el salón. Nos metimos para dentro y nos presentamos a nuestros compañeros de mesa que era gente relacionada con el periodismo. La verdad es que bastante bien, además como ya íbamos un poco achispadas pues nos bastábamos las dos para entretenernos. La comida exquisita pero después de casi un mes no me acuerdo muy bien de lo que era pero estaba todo bueno, Lorenilla. Además era una cosa bastante asequible para una cena y no como en otros sitios donde te ponen una barbaridad de comida que nadie (ni siquiera un Javi) sería capaz de terminar.

Después del convite llegó la hora de la relajación, la música y la barra libre aunque antes de eso llego lo que para mí fue una de las curiosidades de la noche. Resulta que Lorena se acercó por las mesas y Raquel y yo fuimos a darla el sobre con dinero del regalo y un atrevido y sexy conjunto interior que le compramos. Total, que Lorena no sé ahora muy bien si por cumplir, eso lo tendrá que aclarar ella, abrió el regalo pero nos dijo que el sobre se lo dieramos después en la mesa presidencial. Total, que seguimos con la fiesta y, de pronto, me da por mirar para la mesa de los novios y empiezo a sentirme desubicada. Por un momento ya no sé si estoy en la boda de Lorena, quizás el alcohol haya hecho estragos en mi, y es que de pronto me parece ver barras de pan por todos los lados y filetes y una gran muchedumbre haciendo cola como si fuera la época del racionamiento. Cual es mi sorpresa al ver que el destino de toda esa gente es la mesa presidencial de la que os hablaba antes y que uno por uno, los alli coleros iban besando ya no solo a los novios sino también a los padrinos y conyuges de éstos, vamos, a los padres de los novios al tiempo que iban recibiendo de cada uno de los seis alguna dádiva (uno daba los puros, otro los cigarrillos, el de mas allá los bombones, el de la moto la plantita... un cachondeo, vaya). Y ése era el momento en el que se aprovecha para dar los regalos de paso a los novios... un toma y daca. ¡¡Madre del amor hermoso!! Yo respeto las costumbres de todos los lugares a donde voy, o por lo menos lo intento pero Loreno, hija mia, no me dirás que no es un poco cateto, que parece que estas en la charcuteria esperando el turno, o en la fila de comulgar en misa.

A lo que íbamos. Música, barra libre y juventud. hacia mucho tiempo que no bailaba tanto como el día de la boda. No paré en toda la noche. La verdad es que nos lo pasamos genial y hablo en plural porque creo que Raquel, a pesar de que no fuera su churri, también se lo pasó pipa. Según el alcohol iba fluyendo en nuestro cuerpo, las relaciones con los allí presentes también iban aumentando. Lorena nos presentó a sus amigos, Denche me hizo el jabálí y por poco se despelota de ese traje con el que se había disfrazado, etc, etc. A eso de las ocho de la mañana, si no era más tarde, aquello parecía que cerraba y los novios se marcharon en casa y las dos viejas glorias del periodismo nos fuimos con los amigos del Denche (voy a intentar a ver si me acuerdo de los nombres): Alejandro Hidalgo, Manuel Jesús Farner, Paquillo y Fernando Pistón (qué memoria tengo para las relaciones sociales... ya podría servirme para sacarme unas oposiciones y vivir del cuento toda mi vida). En fin, que nos fuimos con ellos a la plaza del pueblo a desvariar porque fue lo que hicimos todo el rato que estuvimos alli. Nosotros alli con nuestras mejores galas y los viejos saliendo a tomar el fresco por la mañana mientras nos miraban con cara de póker, menos mal que no nos conocía nadie, a Raquel y a mí, claro. Por cierto, tus amigos, Lorena, muy buena gente.

A las 9.30, los susodichos tuvieron la delicadeza de acercarnos al hotel donde caimos rendidas antes de emprender el camino de vuelta hacia Huelva y Ciudad Real, respectivamente.

Misión cumplida.

04 septiembre 2006

127. La boda... demasiado q contar para tan poco espacio

Intentaré ser breve y concisa aunque no sé realmente si seré capaz de conseguirlo porque la boda de Lorena y Eduardo (por respeto a su actual estado civil ya no me pega llamarle Denche) ha dado mucho, pero que mucho de sí.

Obviando detalles os diré que llegamos a Fuente Palmera en la llana Córdoba, por no decir que donde más aprieta el calor de toda Andalucía, a la hora de la siesta y para no incumplir viejas tradiciones fuimos directamente al hotel a echarnos un rato la siesta. El hotel muy muy bien en relación calidad-precio. Además, nos daban libertad para entrar y salir a la hora que quisiéramos. Raquel durmió un ratillo y tras arreglarnos y ducharnos nos dimos cuenta que eran las cinco de la tarde y ya estábamos compuestas y buenísimas. Que digo buenísimas, estábamos cañón... y que alguien se atreva a replicarnos.

Como Lorena nos había dicho que la iglesia estaba lejillos del hotel y la solana no permitía andar mucho, decidimos salir ya para coger el coche y buscar la iglesia. Resultado, a las 5.30, una hora antes de la boda, ya estabamos en la plaza de la iglesia, que estaba cerrada a cal y canto.

Buscamos un bar para ir haciendo tiempo y a las 6.25 salimos y cuál fue nuestra sorpresa al ver al Denche con un traje de chaqueta. Madre mía, todavía me impacta esa imagen. No conociamos a nadie asi que, ¿que se hace en una boda en una circustancia asi? Pues cotillear a diestro y siniestro, buscando parecidos razonables.

Llega la gran protagonista de la jornada que para Inri y para hacernos sufrir más con el calorazo que estaba haciendo, decide dar una pedazo de vuelta y llegar a la iglesia por la calle central. No pienso decir que iba guapa porque eso es una obviedad, más teniendo en cuenta que ella ya es linda de por sí asi que imaginaron vestida de novia. Bueno, qué narices, ya pondré alguna fotito para que la veais. Ahora, debo decir en su contra que la raya negra que se habia pintado ella sobre el ojo sobraba, como bien se lo hice saber. Pero, en realidad ¿qué es Lorena sin su raya? Yo me temía que ella se la tendría que hacer aunque fuera a escondidas de la maquilladora. Si es que qué malo es conocerse.

Interior de la iglesia. Por cierto, la iglesia por fuera muy bonita pero por dentro menos. El cura, treinta años como mucho, se liquida la misa en un cuarto de hora, o quizas menos. ¡¡¡Qué gran triunfada!!! El acto del matrimonio en si y ya está, rezar el padre nuestro y poco más. Supergracioso ver a los dos, siendo quienes son, dándose el si quiero y soltando el rollo de la fidelidad y todas esas cosas y fundamentalmente Lorena metiendo la pata diciendo: "En el nombre del Hijo, del Padre... solo le falto decir y to su puta madre". Vamos que antepuso el hijo al padre, qué egoismo... Ahora que digo yo, no dice la propiedad conmutativa que el orden de los factores no altera el producto. Pues ya está.

Después de la misa, estuvimos hablando con los papis de Lorena, muy majetes la verdad y como el convite no era hasta las 9.30 horas en un local que estaba al lado del hotel pues decidimos dejar el coche ya aparcado e ir a tomar algo. Encontramos un pub estilo irlandés abierto y allá que nos fuimos. Mientras haciamos tiempo nos tomamos tres coronitas asi que cuando nos levantamos, empezamos a notar los efectos. Por cierto, qué majos los fuentepalmereños, los varones digo, que cuando nos levantábamos para ir al baño o a pedir nos chiflaban que no veas. Si ya lo dice Loreal: "Porque yo lo valgo".

Mañana el convite y el resto de la noche y quizás, digo quizás, las primeras fotos, para que no sea excesivamente largo.

01 septiembre 2006

126. Una semana

Una semana!!! Parecía que no iba a llegar nunca pero sí. Si todo sale bien, Dios así lo quiera (olé, que místico me ha quedado, o anticuado que para el caso es lo mismo) dentro de una semana a estas horas estaré en mi tierruca. SIIIIIII. ¡Qué ganas tengo ya!! Y lo mejor es que creo que la semana que viene no se me presenta larga. Por lo pronto, ya me han indiñado un márrón, bueno depende de como se mire, para el lunes. Me voy todo el día por ahí de parranda, a comer por la gorra y seguro que a uno de esos sitios finos y tontos que no saben qué es un buen chuletón y encima con gente de esa 'importante'. Madre mía, que se pone una en estos casos. Y encima voy a tener que hablar como representante de sección. Jurrrr. Me pongo de los nervios solo de pensarlo.

La siguiente novedad es que al final operan a mi padre el martes. Yo confio en que es una cosa leve y que el jueves le manden ya para casa, no? Porque me da un poco de palo irme con el dependiendo de los miembros del SAS. En fin... Virgencita de la Peña, échame una mano, aunque lo que te estoy pidiendo suene algo egoista por mi parte.

Y mientras dejo todo listo, sigo haciendo la maleta, etc, me planto en el jueves por la noche rápidamente.

Ademas mañana me voy de finde a un pueblecito de Córdoba, cerca de la sartén de Andalucía (Ecija) con la calor que hace me voy a freie como un huevo. Jurrrr. Que se nos casa Lorenaaaa!!! Me hartaré de hacer fotitos y como dice mi amigo Javi: "De una boda, sale otra..." asi que ¿quién sabe??

Y después de esta parrafada de incongruencias, propias del feliz estado anímico en que me encuentro lo dejo por hoy deseandoos a todos un buen fin de semana. Yo seguro que lo paso bien, de eso no hay duda. Y encima con Raquel, que seguro que no me aburro. Hasta el lunesss!!!