20 noviembre 2012

523. Formas de decir

En ocasiones, las palabras no son exactas, no representan lo que realmente quieren decir.

Algunas veces por cortesía, otras por orgullo, también por envidia, por alegría, por tristeza... hay frases que ocultan sentimientos, y otras que se quedan a medio camino entre lo que se dice y lo que realmente se quería decir.

También están las que ocultan una verdad por miedo de herir al prójimo, las que se disfrazan de compañerismo, de amiguismo pero que realmente no son sinceras, no se corresponden con la realidad.

El 'bienqueda' se impone en demasiadas ocasiones a la realidad pero se supone que cada uno debe ser consecuente con sus actos y cuando traspasas esa línea y delgada línea  que separa dos mundos antagónicos, la espiral conduce a tal velocidad que corres el riesgo de desbocarte y perder las riendas.

Independientemente de todo esto, que ha empezado a enmarañarse sin que yo supiera cómo detenerlo, si hoy me quedo con algo es con que hay veces en que un 'lo reconozco' equivale a un 'lo siento' velado.

Y esas ocasiones, por escasas, despiertan un aura de satisfacción inmenso, un pilar al que agarrarse porque el edificio ya está sentando sus bases; porque 'de prestado' ya solo están los ladrillos que comienzan a sustituirse por otros propios y esas ocasiones son tan especiales que hasta el tiempo consigue detenerse, el universo entero gira alrededor de una órbita donde el acceso está restringido a un par de personas.

La ecología del lenguaje es así. Lo que para ti supone una parrafada, para otros se arregla con un par de palabras.

Un ' lo reconozco' es lo mismo que un 'lo siento'

05 noviembre 2012

522. Periódicos versus tabletas y otros dispositivos

Un periódico sirve para muchas cosas más que para enterarse de noticias y envolver pescado. Macu De la Cruz ha hecho una tremenda recopilación:

"Por si acaso tenéis dudas, debéis saber que... Al periódico nunca lo remplazará Internet ni vuestra tableta ni vuestro smart...

A continuación algunos de los más importantes usos del periódico:

USOS DOMÉSTICOS:

* Madurar los plátanos y las chirimoyas.
* Recoger la basura.
* Limpiar los cristales.
* Hacer las montañas del pesebre.
* Calzar las patas de la mesa coja.
* Empaquetar la vajilla en la mudanza.
* Cubrir el suelo de la jaula del pájaro.
* Recoger la caca del perro.
* Cubrir los muebles y el suelo antes de pintar.
* Evitar que se meta el agua debajo de la puerta.
* De protector en el suelo del garaje si el coche gotea aceite.
* Matar moscas, cucarachas y demás insectos rastreros.

USOS EDUCATIVOS:

* darle al perro en el hocico cuando se mea en la casa.
* Recortar letras y fotos para los deberes de los niños.
* Elaborar títeres o piñatas.
* Hacer barcos de papel.
* Arrancarle en el pedacito en blanco de arriba para anotar números de teléfono.

USOS COMERCIALES:

* Ensanchar zapatos.
* Rellenar los bolsos para que conserven su forma.
* Empaquetar clavos en la ferretería.
* Hacer un sombrero de pintor ó albañil.
* Dar trabajo a vendedores y periodistas y fotógrafos.
* Envolver flores.
* Cortar patrones para modistas y sastres.
* Envolver cuadros.

USOS FESTIVOS:

* Prender el carbón de la barbacoa.
* Rellenar las cajas de los regalos sorpresa.
* Dominar a los toros en los Sanfermines.

OTROS USOS:

* Para que los secuestradores usen sus letras en las cartas.
* Para ponerlo encima del banco y no mancharse en el parque.
* Hacer bolitas y pegarles a los compañeros de clase.
* Como paraguas para que la lluvia finita no dañe el peinado.
* Para que 'los malos', en las películas, escondan el revólver. 
* Como funda para guardar el cuchillo de jamón.
* Para esconderse detrás de él cuando no quieres que te vean.

AH!!!!... Y PARA ENTERARSE DE LAS NOTICIAS y de los analisis y las opiniones de unos y otros.

¿ME PUEDES DECIR QUE TODO ESTO LO HARÍAS CON UNA TABLETA? NO LO CREO"

25 octubre 2012

521. Doméstica

Lo peor de no poder salir de casa es no asumirlo. Llevo casi una semana en la que he visto la calle un par de horas. Ayer, para ser más exactos. En realidad, no estoy enferma. Mi dolor no es insoportable y lo único que tengo son un par de puntos en la planta del pie que me impiden andar con naturalidad y que sí, al principio molestaban o dolían bastante.

Los tres primeros días han sido horribles, lo reconozco. Me he autocompadecido a mí misma de lo malo que era estar en casa sin poder hacer nada. Suele pasar. Si estoy trabajando no veo la hora de poder estar tranquila en casa, disfrutando del calor del hogar. Sin embargo, cuando puedo hacerlo, no veo la hora de estar en la calle y apurar el tiempo lo máximo posible.

En cualquier caso, como digo, fueron los tres primeros días. Luego mi chip cambió y entonces empecé a descubrir todas esas ventajas caseras. Disfrutar del sofá, leer para empezar a hacer más ligera mi lista de pendientes, ver alguna película, rastrear en internet, bucear en esas páginas que hace mil que no visito, tener tiempo para leer los periódicos, cocinar... sí, ha resultado un placer.

Eso sí, ayer que ya vi la calle, fue una salvación, aunque el viaje fuera corto, un paseo por el Leroy Merlín y unas cañejas en Liaño. Hoy repito, aunque sea de mi casa a la plaza y tenga que ir apoyando el pie izquierdo sobre su lateral.

22 octubre 2012

520. Volviendo atrás

Estos días estoy sin salir de casa. ¿La culpa? Un lunar que se había apoderado de la planta de mi pie izquierdo y se empeñaba en dominarlo todo. El viernes extirpación, unos puntos y G. encerrada en una torre (la del quinto sin ascensor). Los primeros días dolía y apenas me he levantado del sofá para lo más urgente. Rodeada de buena compañía no se ha hecho muy pesado pero claro, después de tres días, empiezo a estar un poco harta, por decirlo de forma fina y no convertir mi blog en una de las páginas más visitadas de la jornada.

Hoy he estado buscando los papeles de aquella dieta que hice hace unos años para irme concienciando de que no estaría mal estar con ella un par de semanas y rebuscando, rebuscando me he encontrado con antiguos diarios. No eran lo míticos de adolescencia sino de bastante más crecidita. Los recuerdos se me han agolpado de nuevo en mi cabeza, ha hecho remolino e incluso me han emocionado provocando que alguna lágrima se desparramara sin control con rumbo a ese viejo cuaderno.

Escribo muy bien yo cuando hablo de mis sentimientos, en esa intimidad del lápiz y el cuaderno y, como mucho, esa canción de fondo de Alejandro Sanz, de Hombres G, de Amaral, de Revólver o del grupo de turno que por aquella época sonara con fuerza.

Dicen que para atrás ni para coger impulso pero hay veces que volver la cabeza te hace comprender en por qué hoy eres lo que eres; es una buena forma de comprender todo lo que has dejado o has cogido en el camino y en la fugacidad de lo que entonces me parecían agujas dentro de un pajar enorme y que hoy, lejos de todo aquello, me ha provocado una leve sonrisa, un suspiro acompasado con una sinfonía de recuerdos.

21 octubre 2012

519 Croacia (V)


Viernes y sábado. Relax total en la piscina. Nos hacemos amigos de unos españoles, una pareja de Palencia, Iñaki  y Almudena.

Bajamos al pueblo donde hay más españoles, unas asturianas, Blanca y Gela, y también otra pareja de Barcelona. También paseamos por Cavtat, que más allá dela zona turística, es más grande de lo que parece y, como en Dubrovnik, aún hay huella de la metralla de la guerra.


Hacemos las compras en el supermercado, cerveza croatas, dulces, vino... El sol nos coge muchísimo en la piscina y en el hotel la comida se nos empieza a hacer demasiado repetitiva.

El sábado por la noche vamos a la ciudad, a Dubrovnik, nada que ver con el día, preciosa, las baldosas hasta relucen de noche y hay muy buen ambiente, aunque a la una la cosa empieza a decaer.



Vamos con las asturianos, dos amigas muy graciosas, contrapuestas en todo y que hablan por los codos.


El domingo es día de vuelta, aunque el avión no sale hasta por la tarde. En el supermercado compramos pan y el embutido típico para hacer unos bocadillos.


Sarah, la animadora, viene a despedirse de nosotros. Mi hermana incluso va a hacerse famosa a través de Youtube.


Nos hemos gastado poco dinero. En CavtaT los cócteles cuestan 40 Kunas, algo menos de seis euros pero en Grad, como se llama la ciudad amurallada de Dubrovnik, el precio asciende a sesenta kunas. Es una ciudad muy cara aunque, según nos cuentan, los sueldos son muy bajos.



Hay mucho ciprés y el queso feta esta buenísimo. La mayoría de la gente en el hotel tiene todo incluido, nosotros no, pero eso no impide que de agua estemos servidas. También guay que no tengamos que pagar por el agua en las cenas, en otros sitios esto supone un dineral considerable.



De vuelta a Madrid pasamos la noche en el Hostal Barajas, 65 euros la noche las tres y si me apuran esta mucho más moderno que el hotel de Croacia. No hay mucho ambiente en el pueblo pero el suficiente para ir a cenar. El lunes es día madrileño, K. con sus amigos mineros y mi hermana y yo en H&M, que si nos dejan nos lo llevamos entero para casa.


518. Croacia (IV)


El Jueves nos toca Montenegro. Cambiamo de país y volvemos a ser de la Unión Europea. Yo creo que más allá de Eurovisión, Montenegro no sabría (ahora ya si) situarlo en el mapa.

El viaje nos cuesta 260 Kn también (37 euros más o menos). El bus nos recoge a las 8.30 en la puerta del hotel. En la frontera sube un guardia y nos pide el pasaporte pero no lo sella. La primera parada es en una gasolinera con un supermercado donde las cosas están baratísimas. Tiene que haber algo raro porque no es normal., Ya podemos pagar en euros. Hacernos las primeras compras.

Montenegro es mucho más verde que la parte de Croacia en la que estamos. Hay tormenta y amenaza con descargar de un momento a otro.



Una impresionante bahía, dicen que es una de las más espectaculares del mundo perfila todo el país, que no debe ser muy grande. La carretera la rodea y podemos ir entretenidos viendo el paisaje, es precioso. Llegamos a KOTOR, primera de las paradas. Es un pueblo al que también llegan cruceros. También hay una ciudad amurallada, una fortaleza de tipo medieva salpicada de iglesias católicas y ortodoxas. Desde luego, el sitio merece la pena verlo, es muy muy bonito. El problema es que el tormentón descarga en ese momento y tenemos que refugiarnos en unos baños públicos.

Nos han dejado hora y media para verlo antes de poner rumbo a Budva, la ciudad turística por excelencia, destino habitual de rusos. Es cierto que hay muchísimos y además del idioma autóctono, las pizarras de los restaurantes están más en ruso que en inglés me atrevería a decir. Los souvenirs aquí son muy baratos, hacemos algunas compras y vamos a ver la ciudad amurallada que es bastante cara en comparación con lo que después encontramos fuera. Mucha boutique y tienda de firma. Hay mucho contrastre de precios de un sitio a otro.

Antes de esta parada, vamos a un mirador desde el que se ve lo que se supone que era un antiguo monasterio y ahora se ha convertido en un hotel de lujo, exclusivo para deportistas de élite y gente de dinero, de mucho mucho dinero. Creo que la noche en este sitio son unos 3.000 euros.

Comemos unas especies de wrap en un kiosco que encontramos a nuestro paso y unas patatas que se llaman torpedo o algo así muy curiosas, están cortadas en espiral. No tenemos mucho tiempo Ya de vuelta a Cavtat, en lugar de rodear la gran bahía como hemos hecho por la mañana, cogemos un ferry con el que se adelanta mucho tiempo para volver al hotel.

517. Croacia (III)

El martes es día de relax en el hotel. De la piscina a la playa (de piedras pero con el agua buenísima) y de la playa a la tumbona. A la hora de comer salimos a uno de los restaurantes que hay en los alrededores del Epidaurus. Una ensalada, una pizza grande y una botella de agua (93 KN, no llega a 15 euros). Luego vamos al pueblo a comprarnos un helado a un sitio al que ya le hemos echado el ojo (7Kn, o lo que es lo mismo, un euro). A la vuelta preguntamos precios para Korkula, la ciudad donde se supone que nació Marco Polo y que está en una isla un poco alejado de donde estamos. Pillamos la reserva para el día siguiente.

El miércoles a las 7.30 nos recoge el bus en la puerta del hotel. La primera parada es STON, un pequeño pueblo con una muralla, espigada en el monte, es como una pequeña muralla china. El pueblo tampoco tiene mucho que ver, calles estrechas, mucho callejón, una iglesia que están reconstruyendo, contraventanas en todas las casas...

Vuelta al bus y destino a OGIV, o algo así, donde nos espera un barco para ir a la isla de KORKULA (Córchula pronuncian ellos), la ciudad natal de Marco Polo.

El pueblo es precioso, una pequeña Dubrokniv con aires medievales. Una muralla rodea la antigua ciudad donde hay mares de turistas, también mucho español.

Recorremos el pueblo con la guía que nos habla en inglés y nos vamos hacia la parte nueva de la ciudad. Debe haber mucha fiesta por la noche a la vista de todos los garitos que hay,

Comemos en una terraza con vistas al mar. Ensalada de pulpo, pizza y cevapi que es una especie de carne, similar a la de las hamburguesas que acompañan con patatas fritas, pimientos, judías largas y una salsa colorada. Con agua y pagamos 215 Kn.


Después vuelta al barco y al bus donde la guía no explica en inglés y en alemán la historia de la guerra. Parada en una bodega, los vinos son bastantes caros. También hay licores y dicen que el de mandarina es el más popular de cuantos hacen en esta parte de Croacia.

516. Croacia (II)

El lunes decidimos ir a Dubrovnik. Pillamos el autobús que sale desde Cavtat cada media hora y cada billetes cuesta 20 Kunas por cabeza (unos tres euros pero solo ida).

Aunque solo hay 15 kilómetros de distancia, la carretera es tan estrecha y tan sinuosa que con paradas y todo tardamos alrededor de media hora en llegar. Como no sabemos croata y el inglés lo dominamos a medias :) no nos bajamos donde debemos y acabamos donde atracan los cruceros. No hay nada que ver pero la 'old town', la parte turística está muy alejada de ese punto. Cogemos un autobús (1A o 1B) hasta la ciudad antigua.



IMPRESIONANTE!!!! Todo fortificado y rodeado por una gran muralla que se tarde un buen rato en recorrer. Las construcciones me recuerdan a Malta pero en limpio. Aún se ven restos de los impactos de la guerra (la de los Balcanes) entre 1991 y 1992 y hay agujeros de metralla en varios edificios. Por muy absurdo que parezca se ha convertido en un añadido más, un atractivo turístico a sumar al ya de por sí espectacular conjunto. Hay tejados afectados, casas quemadas...



Todo está lleno de turistas en la vieja ciudad y nosotros nos perdemos entre las callejuelas pero buscando un ferry que nos lleve hasta la isla de Lokrum, un viaje que cuesta 20KN ida y vuelta. Se trata de una isla declarada patrimonio natural de la humanidad por la UNESCO y no me extraña. Todo es verde, con un par de construcciones (una especie de monasterio) y un jardín botánico. No se puede fumar ni acampar y vemos mucha gente que aprovecha la visita para darse un baño o tumbarse al sol. La verdad es que si no eres un experto en botánica, más allá de caminar, la isla tampoco tiene mucho que ver.


De vuelta a Dubrovnik, seguimos recorriendo la ciudad. Hay mucha lavanda y mucho coral, que deben ser típicas de esta zona. Paramos a comer en uno de los restaurantes, ya nos olemos que no va a ser nada barato. Pedimos una ensalada, un risotto y agua para las tres y la cuenta asciende a treinta euros.

Seguimos inspeccionando la ciudadela y vemos que hay un funicular que sube hasta un monte cercano y donde hay un museo o eso creemos entender. Las vistas desde ahí deben ser espectaculares pero nosotros decidimos no subir. Vuelta a Cavtat y paseo por el pueblo.


En lugar de coger las excursiones organizadas por el hotel (siempre son mucho más caras) nos recorremos el pueblo en busca de las distintas ofertas que hay y optamos por reservar una a Montenegro para el jueves por 260 Kn por cabeza. Es obligatorio el pasaporte (en Croacia se supone que también pero ni en un sitio ni en otro nos lo sellan). Nueva cena y nuevo buffet y me doy cuenta una vez más que no tengo medida, que los buffet tendrían que estar prohibidos por prescripción médica.

515. Croacia (I)

Según van pasando los años, se gana en experiencia, más si de lo que se habla es de viajes. Hace unos meses una amiga me comentaba sorprendida, sorprendidísima diría yo, que en los hoteles la bebida no está incluida ni en la media ni en la pensión completa. El comentario a mi, si me sorprendió por algo, fue precisamente porque, sin dármelas de listilla, es algo que yo ya tengo asumido desde hace bastante tiempo. De hecho, es donde te clavan, por una botella de agua te pueden cobrar tranquilamente cuatro y cinco euros.

El caso es que también hay excepciones, el hotel de Cavtat en Croacia, cerca de Dubrovnik es un claro ejemplo de ello pues a pesar de ser de tres estrellas, nuestros septiembres suelen ser de cuatro, el agua venía incluida en el precio (eran jarras de agua del grifo pero estaba incluido, el resto tenías que pagarlo).

Pero volvamos al principio. Hablaba del potencial de la experiencia viajera porque después de que hace un par de años, cuando fuimos a Malta, nos cobraran casi 200 euros por dejar el coche en el aparcamiento de la T2, o de la T4 de Barajas, no recuerdo, pues hemos ido preguntando a la gente más viajera para ver qué hacían ellos cuando sus vuelos salían desde la capital española. Así nos hablaron de un gran descampado en Barajas Pueblo, donde aparca el personal del aeropuerto y donde al parecer no suele pasar nada. Con el bendito GPS llegamos al pueblo sin pérdida y en lugar del escampado encontramos aparcamiento en una calle residencial. De ahí al metro, dos paradas a la T-4 (3 euros de suplemento más 1,5 del billete normal) y rumbo a ese destino dalmático que teníamos en miras desde hace ya varios años.

El avión sale con 25 minutos de retraso sobre el horario previsto. Es de la compañía Iberia y eso si en algo se nota frente a las low cost es en la comodidad de los asientos y en que no parece un rastro donde puedes comprar de todo.

Dos horas y media de vuelo y llegamos a nuestro destino. Por primera vez, nos está esperando un chófer con nuestros nombres en un papel, al más puro estilo americano. Gulliver nos lleva en su Audi al hotel de Cavtat (chaftat se pronuncia), a 15 kilómetros de Dubrovnik. El pueblín está a apenas diez minutos del aeropuerto. Es media tarde.

Iberostar Epidaurus es nuestro alojamiento. Un hotel de tres estrellas con muy buen aspecto exterior y con necesidad de un lavado de cara en el interior. La primera impresión es buena. Al ser una cadena española, hablan castellano en la recepción, chapurrean más bien, y lo primero que hacemos es cambiar euros por Kunas, la moneda local, aunque en la mayoría de los sitios se admiten euros. Es septiembre de 2012 y un euro equivale aproximadamente a siete kunas. A partir de ese momento, la tabla del siete se convierte en nuestra aliada, nuestra amiga más fiel, la he refrescado a las mil maravillas para hacer los cálculos de euros a kunas y viceversa.

Dejamos las maletas y nos vamos de expedición por Cavtat antes de cenar. Está formado por varios entrantes de mar, como si fueran pequeñas bahías y hay mucho pino y demasiado ciprés. Quizás es por el rollo de que en España los cipreses son árboles de cementerio pero lo cierto es que confieren su encanto al lugar. Me suena de películas que el Mediterráneo es mucho de ciprés más allá de las relaciones de ultratumba que yo tengo.


Cavtat está muy bien. Es un pueblo tranquilo pero con tiendas de souvenirs, bares y restaurantes suficientes para no echar de menos el bullicio. Se nota que estamos en el Adriático, no sé, recuerda mucho a lo que yo me imagino que tienen que ser las islas griegas. Una tranquilidad del disfrutar de lo que se tiene por encima de todas las cosas. No sé, es una paz mágica.

El paisaje del pueblo es espectacular, con las aguas cristalinas, los barcos salpicando el mar... El paseo de vuelta al hotel es a pie de costa, por una especie de sendero rodeado de pinos y cipreses. La cena también es buffet y tiene cocina en directo de carne y pescado. La primera impresión es buena, poco tiene que envidiar a los de cuatro estrellas, aunque a medida que pasan los días esta apreciación va desapareciendo porque lo que hacen es repetir y repetir los mismos platos. Aún así está muy bien, yo creo que es más el rollo de que nos hemos malacostumbrado a lo bueno.


Después de cenar volvemos al centro del pueblo. Nos tomamos unos cócteles en uno de los bares de una hilera de terrazas que hay con vistas a yates de esos que hacen las delicias y despiertan las envidias de mucho en Puerto Banús. ¡Poco tienen que envidiar al puerto marbellí! Los yates que hay en Cavtat atracados son impresionantes, de quitar el hipo. Los cócteles al cambio son cinco euros más o menos, está muy bien de precio.

29 agosto 2012

514. León

Visitar León una vez al año es altamente recomendable. No soy yo muy de ciudad castellana, no entiendo esos fríos intensos, esos abominables cambios de temperatura, pero reconozco que León me ha encantado.

Coqueta, accesible, tranquila... León es una ciudad para caminar, para perderte entre murallas, entre catedrales góticas y entre tapas... entre las tapas que te ponen en todos los bares y que aunque no son como los del sur, sirven para apaciguar el hambre.

Mi madre se empeñó en conocer esa ciudad. Llevaba años queriendo ir y este año por fin, decidió celebrar su cumpleaños allí, con sus hijas.

El centro de León se ve en un plis plas, la catedral gótica, majestuosa, con sus innumerables vidrieras, rezumba esplendor de día, pero sobre todo de noche, con esa iluminación blanca, fría que le da un aire si cabe más señorial.

La casa  botines es tal cual en las fotos. No tiene la fantasía del capricho de gaudi, es mas sobria, como la ciudad.

El antiguo ayuntamiento, la muralla vieja... recorrer León es adentrarse en la historia viva del país.

Nuestra parada estaba en el hostal casco antiguo, al ladito de la catedral, dos minutos andando. En una calle tranquilla, sin mucho ajetreo. UN apartamento para cinco personas al que no le faltaba de nada. Una amplia habitación con todas las camas, hilo musical, televisión, aire acondicionado, todo en plan rustico y muy muy limpio todo. La cocina con todos los utiles e incluso lavavajillas, y el baño perfecto.  Me costaría ponerle pegas, de precio también genial!!!

En cuanto al tapeo, en barrio humedo tenía ambientazo por la noche. El latino pone buena tapa de chorizo y una especie de salchicha leonesa muy buena y justo enfrente, en La Bicha, no hay que pasar si pedir una ración de morcilla desmenuzada y acompañada con pan caliente ¡Espectacular!

Desayuno completo por 2,50 euros, en la llamada calle ancha, toda empedrada.

El domingo fuimos a la feria del tomate de Mansilla de las Mulas y salimos con el maletero lleno de frutas, verduras, queso, cecina... y parada para comer en Sahagún (un pueblo con mucho ambiente) y café en Carrión de los Condes (muy chula la zona del rio).

18 junio 2012

513. Fran o 'fatiguitas'

Normalmente suelo poner las iniciales de los nombres cuando escribo sobre la gente pero hoy no, hoy quiero que se sepa con nombres (los apellidos los omitiré) de quién estoy hablando.

Fran ha estado este fin de semana por tierras cántabras. Era el regalo de cumpleaños de Valle, su mujer, y con Adrián, su pequeño de ya casi tres años, han cogido el Ryanair de turno y hala, a Santander se ha dicho.

Anoche, tras un completo día de idas y vueltas para cuadrar horarios e historias, por fin pudimos quedar al salir yo del curro, más allá de las nueve de la noche y fue... diría especial pero ni siquiera eso, fue aún mejor porque sentí que el tiempo no había pasado, que los últimos diez años habían dejado prácticamente de existir y que el bar donde estábamos bien podría ser esa Parrapa sevillana.

Así es Fran.

Charleta, puesta al día pero no a marchas forzadas sino de manera natural, sin el estrés de no dejarte nada en el tintero, sino de seguir charlando como si hiciera dos días de nuestra última caña juntos.

Asi es Fran.

Siempre sonriente, con su humor escatológico, con Pepa y Lola o Lola y Pepa, con ese título de fatiguitas que no acabó nunca de

512. Lanzarote (II)

El domingo vamos hacia la sede de la Fundación César Manrique en Tahiche. Su director es cántabro y ya le he hecho más de una entrevista pero con el poco tiempo del que disponemos no es plan de andar quedando con la gente.

De nuevo hace frío y viento.

Antes de llegar a los Jameos del agua paramos en Guatiza, a ver el jardín de cactus, también diseño de César Manrique. Está original, muchas especies de cactus diferentes dispuestas en una especie de circo romano en redondo. Pasamos por Arrieta y Punta Mujeres pero sin bajarnos del coche para acabar en los impresionantes jameos del agua

La visita yo diría que es obligada. Dicen que el máximo atractivo son los cangrejos blancos a los que nunca les da la luz pero yo, más allá de eso, me quedo con la arquitectura del lugar. Por cierto, los cangrejos, que hay bastantesm son minúsculos.

Después, también queremos visitar la Cueva de los Verdes (todo entra en el bono de 26 euros que adquirimos en el Timanfaya), llamada así por los pastores que guardaban el ganado en su entrada. UNa cueva que se originó por la lava de un volcán pero que tampoco tiene mucho más si estás avituado a entrar en cuevas o si has visto las de El Soplao, el Drac o las de Puente Viesgo. Lo único la sorpresa que guarda al final del recorrido, impactante y muy secreta.

Al mirador del Río, otra de las obras de César Manrique no entramos, pero desde el muro que hay un poco más adelante se pueden intuir las mismas vistas que desde el mirador. La isla de La Graciosa tiene buena pinta, salpicada por un puñado de casas, tiene el mismo paisaje que el resto de la isla de Lanzarote, es decir, rocoso, marrón, con tierra y arena.

Vamos a Órzola con la idea de coger un barco hasta la graciosa y comer pero a esa hora no hay barcos -se ve que descansan al mediodia- y comemos en el pueblo. De todos modos, el viaje ida y vuelta a La Graciosa cuesta 20 euros. Comemos boquerones en vinagre, papas, pulpo a la parrilla y fritura de pescado (Antoñitos y viejas). De postre papaya y Bienmesabe. 2 Pepsi, dos cañas y una de agua 45 euros.

Después vamos a Teguise, un pueblo de 'interior', dentro de todo lo interior que puede ser si hablamos de una isla. ES bonito, muy autóctono pero son las cinco de la tarde y no se ve un alma.

La Caleta de Famara es una playa donde también sopla el viento en exceso. Hay mucho surfista, un gran arenal y también se ve La Graciosa. Hay una urbanización llena de bungalows que debe ser destino fijo de surferos. Está muy bien. Me gusta el ambiente que se respira en el pueblo.

De vuelta al hotel pasamos por San Bartolomé y Tías y vemos de refilón el monumento al Campesino (también obra de Manrique) y la casa donde vivió José Saramago.

Por la noche, vamos a la zona del Puerto a tomar unas cañas antes de cenar. La cena, en una bodega típica, también está muy pero que muy bien. Una estupenda relación calidad-precio. Y después volvemos a un pub que hemos descubierto a tomar un cóctel y fumar en cachimba.

El lunes, antes de ir para el aeropuerto, vamos a Costa teguise, otra de las zonas turísticas por excelencia. Esta plagada de hoteles y apartamentos y si que es bastante tranquila dentro de lo que cabe. Las playas están bien.

Arrecife, la capital, sin más. Solo tiene una calle peatonal muy grande llena de tiendas. Comemos por alli pero nada del otro mundo y nos dirigimos al aeropuerto, alli aun nos da para comprar alguna colonia más.
















05 junio 2012

511. Lanzarote (I)

Mi hermana es la más galla del corral. ¿Cómo celebrar su cumpleaños? Pues en Lanzarote y allí que nos fuimos del 25 al 28 de mayo. Una escapada relámpago con tres horas de avión de ida y tres de vuelta, ¿palicita? Si ¿Sarna con gusto no pica? También.

El avión de Ryanair (no llega a 80 euros ida y vuelta) sale ya de noche de Santander y no llega a Lanzarote hasta las 11.30 de la noche (hora canaria). Es un poco pesado pero bueno... soportable.

He reservado en Autoreisen on line el coche para el fin de semana y para devolverlo el lunes antes de que salga el vuelo. Podemos recogerlo en el aeropuerto y a esas horas intempestivas. Es un cochecito pequeño, un renault Twingo pero que no nos cuesta ni 50 euros para los tres días y ¡con aire acondicionado!. ¡Tirado de precio!

Tiramos para Puerto del Carmen, es donde hemos reservado el apartamento. Nos han dado las indicaciones pero tiramos de gps del movil. Los encontramos sin mucho problema. El apartamento está muy bien. Tiene una habitación con dos camitas, un salón cocina y el baño, amén de una terracita fuera. Está tirado de precio nos ha salido en total 112 euros por tres noches y con desayuno (entre las tres).

Vamos a echar una ojeada. Llegamos sin problema a la avenida de las playas, donde se cuece toda la pomada pero no hay mucha gente y los bares están cerrando. Se ve mucho guiri. Está todo lleno de apartamentos del tipo al nuestro. Se ve bonito.

Sopla un airecito peculiar, una chaqueta no me vendría mal. Al día siguiente ya empiezo a sospechar que el viento va a ser una constante en esta escapada y, comentándolo con más gente, me temo que sí, Lanzarote es una isla de viento.

El sábado a las 7.30 horas, mi hermana y yo ya estamos despiertas. Aquí tampoco hay persianas y una luz tremenda entra por la ventana y se cuela entre las cortinas. Bajamos a desayunar y nos encontramos con que el desayuno es a pie de la piscina y que, además, puedes elegir entre desayuno inglés (pasamos) o continental. El continental es nada más y nada menos que el café, un zumo, un croissant a la plancha, dos supertostadas de pan de molde y jamón york, queso, mantequilla y mermelada a espuertas. ¡Impresionante para lo que ha costado!

Cogemos el coche en dirección al Parque Nacional de Timanfaya y nos damos cuenta de que la gasolina cuesta a un euro el litro (en la península está a casi 1,40 en estas mismas fechas). Pasamos por Yaiza pero vemos el pueblo en el coche, tampoco tiene mucho más.

El parque es como estar en otro planeta.

Pillamos un bono que te da acceso a ver cuatro cosas por 26 euros. Hay que solicitarlo en taquilla.

Paramos primero en el Centro de Interpretación, que es gratis, y te ponen un documental sobre lo que vas a ver a continuación. Luego vamos ya al parque propiamente dicho. Se nota que es uno de los destinos turísticos por excelencia de la isla. Nos montan en un autobus y te hacen una visita guiada por el parque de unos 45 minutos. Te van explicando cada cosa en varios idiomas.

Cuando acaba el recorrido en autobus hay demostraciones para que comprobemos el calor que se desprende del volcán. Acerca unas llamas a uno de los agujeros y rápidamente comienzan a arder y al echar un cubo de agua en otro, sale esta a presión como si fuera un geiser. En otro lugar tienen una parrilla con comida hecha solo con el calor que se desprende. ¡Espectacular!

Merece la pena 100%

Luego vamos a Las salinas, otro punto supuestamente de interés pero que no son más que eso, salinas. De ahí a los Hervideros, muy chulo, formaciones curiosas que han hecho las rocas por la intervención del mar. Las fotografías en este lugar salen muy pintorescas.

En este lugar el frío y el viente se lleva mejor, se está más resguardado.

El Golfo es un pueblo o aldeilla más bien con un monton de restaurantes con muy buena pinta pero aún es pronto para comer, más teniendo en cuenta el suculento desayuno que nos hemos metido entre pecho y espalda.

Seguimos a la charca de las cinchas o laguna verde, que luego descubrimos que el misterio está cuando sube la marea y se ve esta charca de color verde rodeada por el agua azul del mar. A nosotros nos pilla con bajamar...

Playa Blanca es el destino para comer. Es bastante turístico pero ha sabido conservar la fisonomía de cualquier pueblo costero. Está muy chulo. Todas las casas blancas con puertas y ventanas o verdes o azules. Compramos perfumes y tabaco a muy buen precio y nos recomiendan un  restaurante a pie de playa: el Brisa Marina (una ensalada tropical, puntillitas, patatas a lo canario con tres salsas, tacos de atún, dos cañas, una cola, 2 de papaya con zumo de naranja y un tiramisú 55 euros. Nos hemos quedado fenomenal.)

Damos un paseo por esa zona y empezamos a ver hotelazos a pie de playa. Cogemos el coche para ir hasta Playa Quemada, otro "lugar pintoresco" pero lo más pintoresco que tiene son las decenas de caravanas que se esparcen a diestro y siniestro, están repartidas por todos lados. Parece un pueblo chabolista o algo así.

Hemos visto más de una playa de arena blanca ¡no como en otras islas que ya hemos visitado!

Puerto Calero es un mundo aparte. El mundo del lujo y la sofisticación, Un puerto deportivo de impresión y un centro comercial al aire libre lleno de tiendas de grandes firmas de moda. Es el Puerto Banus de Lanzarote.

Volvemos a bajar camino a Playa Blanca para ir a las Playas Papagayo. Hemos leido que hay que pagar por entrar porque están en una reserva natural pero lo cierto es que nadie nos pide nada (también es verdad que son las siete de la tarde). Son seis kilómetros por carreteras de arena y tierra en estado regular, con muchos baches pero las playas son chulísimas, resguardadas por el viento. Son unas cuantas calas distintas y la papagayo tiene arriba unos bares estilo chill out que están super bien ambientados.

De vuelta ya a Puerto del Carmen descubrimos que la zona del puerto también es muy animada. Nos arreglamos y bajamos a celebrar el cumple de mi hermana a un sitio muy tuti. Queso fresco de Lanzarote empanado con salsa de arándanos, parrillada de verduras y parrillada de pescado, una copa de helado y una ensalada de frutas regado por vino rosado autóctono (Vulcano de Lanzarote). No sé lo que cuesta porque paga ella, que es su cumpleaños). Nos invitan a mojitos en el bar de abajo, que resulta ser una especie de pub.terraza con música muy actual, camas balinesas, etc.

(...)


31 mayo 2012

510. Kilos de mas

Hoy he decidido cambiar el diseño del blog. Ha sido un arrebato, forma parte de ese cambio que tambien quiero experimentar yo.

Me he dejado y los kilos han vuelto a mi en mayor medida que la esperada, que la deseada. Lo peor es que no he sido plenamente consciente hasta ayer. Me falta esa fuerza de voluntad que me acompañaba siempre en mis grandes batallas, en mis grandes lides.

Creo que ya no puedo seguir culpando al tabaco. Es hora de asumir realidades y mi lucha con la báscula debe ser todo lo impecable que pueda, sin dañar mi vida social. ¡He ahí el problema! Por lo pronto, la fritanga volverá a mi el sábado y mañana las cervezas. Debo moderarme, de momento entre semana en lo que tema cañas se refiere.

Ejercicio, poca cena y fruta entre horas. ¡Esa va a ser mi biblia en los próximos días!

30 mayo 2012

509. Londres (III)

El martes vuelve a llover. Londres ya no es tan gracioso. Es el día que tenemos pensado ir a ver el famoso cambio de guardia, que es a las 11.30 horas. Hay menos gente que el domingo. Damos una vuelta por los parques y jardines próximos y da la casualidad que vemos a la mismísima reina de Inglaterra saliendo en coche de palacio.

El cambio de guardia acaba siendo soporífero, un rollo interminable que no acabamos de ver, aunque sí es cierto que hemos pillado un buen sitio. Cogemos de nuevo las bicis y vamos hacia el museo de ciencia natural. El edificio es impresionante, ¡Me encanta! Pero lo de dentro supone otro batiburrillo de cosas. Decididamente, ¡soy de ver museos en una hora!

No deja de llover. Cogemos el metro hacia Covent Garden y de ahí vamos andando hasta el london Eye, a comer a uno de esos restaurantes que hay junto al río. Sigue lloviendo.

Luego vamos a la Tate Modern. Otro edificio impresionante. Puedes deambular por las diferentes plantas viendo la colección permanente pero para las temporales hay que pagar. Hay wifi y estamos allí mucho rato. Estos ingleses saben mucho. En cada planta practicamente hay una cafeteria y una tienda de regalos.

Fuera, The Globe, el teatro de Shakespeare te traslada a otro tiempo, a otro ambiente. Todo se mezcla en Londres y en esta parte de la ciudad se nota ese carácter cosmopolita.

Vamos en busca de metro pero  no encontramos ninguna boca y acabamos refugiándonos de la lluvia en otro de esos míticos pubs donde londinenses y residentes apuran las jornadas laborales. Hay cerveza japonesa y también la probamos. También una de fresa. El día no está para mucho. Sigue lloviendo y cada vez más.

Decidimos ir para nuestro barrio, a Clapham South y tomarnos en ese bar que siempre está lleno la última de las cervezas de la escapada londinense.

Ya se acaba lo bueno. Hago recuento y para mi merece la pena, siempre merece la pena viajar.

Pienso en cuando será el siguiente con A., pero hay cosas que es mejor no pensar.

23 mayo 2012

508. Londres (II)

El lunes amanece lloviendo. Cogemos los metros pertinentes con destino al puente de Londres y a su torre pero antes paseamos por la city. Es impresionante todos los edificios de oficinas y ese ambiente apresurado que se respira. Está todo lleno de negocios de comida para llevar, comida basura para ejecutivos copn prisas.

¡Me gusta mucho esta zona pero solo de turisteo! Después vamos hacia la torre de Londres y a Santa Catarina, un atraque de yates privados que nos ha recomendado I. y que pese a estar cerca de la city te transporta a otras sensaciones de mas calma y paz.

Decidimos entrar en el puente de Londres (ocho libras la entrada y no sirve el carné de periodista). Las vistas desde arriba son espectaculares, ¡lástima que el día no acompañe! Dentro del puente te explican su proceso de construcción y hay una exposición sobre distintos tipos de puente. Además, en el otro ala, los Juegos Olimpicos se erigen protagonistas.

Con la entrada, tienes derecho a visitar la zona de máquinas. ¡Curioso el mecanismo para elevar las dos alas!.

La lluvia no cesa y buscando una estación de metro pasamos a la otra orilla de la torre con eficios industriales reconvertidos muy chulos.

Decidimos cambiar los planes y visitar el Museo Británico. Cogemos en sus alrededores. El Museo es impresionante. No sabes por donde empezar a mirar, ni qué quieres realmente ver. Acostumbrada a edificios temáticos, tal variedad de información me aturulla. Al fin puedo ver la piedra roseta y vuelve a entusiasmarme la parte griega de la exposición.

El British siempre está atestado de gente, es un buen lugar al que ir cuando llueve, pero con calma, sin prisa pero sin pausa para descubrir todos sus recovecos. ¡Es lo que tiene que sea gratis!

Tarde comercial. Paseito por Oxford y Regent St. y parada obligada en Harrods, con sus escandalosos precios y sus escaleras singulares. Es mi santo y me empeño en comer en un KFC, una cadena de comida basura con el pollo como protagonista. Hemos visto mil pero ahora que es cuando la necesitamos no encontramos ninguno. Los que señalan los mapas están cerrados o ya no existen y cuando encontramos uno resulta que solo es para llevar. Acabamos por la zona de la Casa de Baden Powell y descubrimos un pub estupendo, dos pintas más que caen al estómago tranquilamente.

21 mayo 2012

507. Londres (I)

Un mes de espera y por fin llegó el día. Londres nos esperaba. A mí después de casi cuatro años, a A. por primera vez en la vida.

Ryanair sigue vendiendo todo lo que puede y algo más pero teniendo en cuenta que el billete nos salió por menos de veinte euros por cabeza, por mi como si venden a mi madre (no en sentido sino como forma de hablar).

El Terravisión (autobus) que conecta Stansted (aeropuerto) con la estación londinense de Victoria (18 euros I/V) es más bien un bus turístico que tarda casi dos horas en llegar a su destino, eso sí, cuando llegas a Victoria ya has pasado por la city, por el Puente de Londres, por el Big Ben y si te descuidas por el Buckingham Palace, vamos, que te hace un tour casi completo para que te hagas una idea de donde vas a pasar los cinco días restantes.

De Victoria al metro, a buscar la tarjeta de transporte. Pedimos una travelcard para siete días y nos dan una Oyster pero con todos los viajes que quieras, ilimitada, no hay que recargarla. Al cambio son 43 euros pero luego con fianzas y demás se queda en 35 (sí, Londres es bastante caro).

Llegar al hotel no es nada complicado. Está muy cercano a la estación de metro de Clapham South (se llama EuroLodge). Es un edificio muy antiguo en la zona 2 (última parada de metro antes de llegar a la 3) de Londres y teniendo en cuenta que reservamos con booking a muy buen precio pues era normal que no nos dieran la suite principal. Asi todo, he estado en sitios peores.

Nuestra habitación estaba en el desván, era la única, de hecho era bastante agaterada, y un piso más abajo estaba el baño compartido que, sin embargo, solo utilizábamos nosotros y algún intruso inesperado. Dejar las mochilas y pillar metro al centro (hay que amortizar la oyster, y amortizada ésta). Leicester Square, Piccadilly, Trafalgar Square, el Soho, Chinatown ¡qué ambientazo el sábado por la tarde-noche!. De ahí al Big Ben, con la noria predominando el paisaje a orillas de ese Támesis que no se ve muy limpio. ¡Hay gente por todos lados! ¡Me encanta! Aunque el frío empieza a ser bastante intenso.

Una retirada a tiempo que hay que aprovechar los días. Buena elección, mas teniendo en cuenta que la ventana de la habitación no tiene ni una triste cortina (para que hablar de persianas) y a las 5.30 ya ha amanecido. Desayuno en el hotel (justito pero suficiente) y en marcha.

Frikinait, nait, nait, Casa natal de Baden Powell, primer destino. La zona donde se ubica está muy bien, céntrica, al lado del Museo de Historia Natural y en una zona con bastante ambiente. El albergue es una mierda, una gran mieda y me quedo corta. Seguimos andando hacia Hide Park y vemos los distintos puestos de bici. A. quiere cogerlas y nos damos cuentas que son muy muy muy baratas. Vuelta en bici por Hyde Park, seguimos por St. James Park y llegamos hasta Buckinhgham Palace a tiempo para ver el cambio de guardia. ¡Error! Es domingo y está atestado de gente. No se ve nada. Volvemos a Hyde Park, super gracioso las tumbonas, y dejamos las bicis para emprender rumbo al mercado de Camden.

Camden es impresionante. Mira que me habían hablado veces de él pero no me lo había imaginado así. Muy chulo, la verdad que sí. Parada obligada en el Starbucks (wifi gratis) y vuelta de reconocimento mientras esperamos a que llegue J.P., que nos lleva andando por el canal que desemboca cerca de Regent's Park y de donde estaba su casa cuando vivía en Londres y cerquita de King Cross y St. Pancras (impresionante el edificio). Cuando Javi se va nos vamos hacia el Soho para tomarnos unas cañas y cenar por esta zona (la más concurrida de la ciudad.

La gente es bastante borracha y españoles hay a patadas. Mola en los bares los cañeros con diferentes cervezas mundiales. Nos hacemos socios de las pintas y vamos probando distintas.

(... continuará)


08 mayo 2012

506. Lo que es la vida

¡Hay que ver lo que es la vida! O quizás sea esto de hacerse mayor. A mi hasta hace relativamente poco tiempo, no me faltaba nadie relevante, bueno sí, mi abuela L., pero formaba parte de esas ausencias que aunque duelan, aunque lleguen de improviso como afortunadamente llegó la suya (afortunadamente para ella, claro, que no sufrió) pues forman parte de esa gran etiqueta de la ley de vida. Luego he vivido de cerca más ausencias pero siempre de gente que ya dejaba atrás una larga trayectoria vital.Las otras, eran tan pequeña, que ni siquiera tenía uso de razón.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, hace varios años de hecho, por una cosa u otra, por esa enfermedad que tiene nombre y apellidos, la gente me falta, o falta en general, con más frecuencia de la deseada.

Y lo que hace seis años, también cinco, suponía una especie de shock emocional, de trauma al que era casi imposible enfrentarte, hoy en día se ha convertido en un 'lo que es la vida'. Nos estamos amoldando, acostumbrando casi a los vericuetos de esos tumores que se expanden, se contraen, van, vienen pero que por el camino deja a sus víctimas.

No es que ahora sorprenda o duela menos que antes, ni mucho menos, pero ya forma parte de una tragedia más colectiva que antaño. Nadie está libre de la maldita diana que parece jugar a su antojo.

Hoy ha sido un día de malas noticias. Duro.  De esos en los que no sabes cómo reaccionar. De esos que sabes que podrían llegar pero que a la hora de la verdad nunca esperas.

No sé hasta qué punto es bueno para esta egoista humanidad en la que me incluyo acostumbrarse a esas noticias

13 marzo 2012

505. Testigueando...

Hoy I. y yo nos hemos convertido en 'testigas' de lo que a todas luces está llamado a convertirse en el evento del año: La boda de R&R.

Era mi primera vez y sí, me ha hecho muchísisima ilusión y más viniendo de R., una de las incondicionales en esa pequeña lista.

Si lo resumes a la minima expresión se reduce simplemente a una firmita de nada pero cada uno engrandece las cosas como quiere y para mi ha significado mucho más, ha sido dar fe de esa felicidad palpable de R.

Hoy ha sido otro día grande.

04 febrero 2012

504. Yo me infravaloro, otros me sobrevaloran

Hoy nueva charla, hoy con el supremo. Individualizada. Personal. Muy de tu a tu. Que se note esa carácter especial que parece definirme. Cuando ya casi todos, todos menos una, se han marchado a despedir a S.. ¡Va a ser que sí que soy parte importante!

Explicaciones que solo me da a mi, porque dice que soy esa cuarta pata, porque habrá relevos y yo de entre todos, parezco ser la más indicada para coger el testigo. Si, no voy a dudar que la autoestima se me sube, aunque también es verdad que los primeros diez minutos han sido un nudo en la garganta que amenazaba con tranformarse en lágrimas. La decepción parece estar de paso.  Me he mantenido bastante entera. Al principio con la voz entrecortada, luego ya más tranquila.

Explicaciones y más explicaciones, razonamientos que yo no había tenido en cuenta. Debo aprender que esto ya no es un patio de colegio, que hay responsabilidades y que esta mi vocación (o simplemente un trabajo más, ya no lo sé) tiene mucho de buscarte la vida, mucho de ir y telefonear y no dejar a ver qué te dan.

Yo soy el ejemplo, dice, que todos deberían seguir. Yo no hago más que pensar en todo lo que a mí me gusta salir pronto, en todo lo que paso de algunas cosas, en cómo muchas veces creo que mi oficio no es más que un escudo, cuando comunicar ya no es lo que más me importa, cuando la ilusión de aquel febrero o marzo de 2008 es ya un mal sueño.

Tengo que buscar el equilibrio. Me infravaloro más de la cuenta cuando otros lo que hacen es sobrevalorarme. No quiero subirme a la parra pero reconozco que es cuanto menos halagador que ante mi desánimo te digan ciertas cosas, te levanten la moral y te propongan nuevas responsabilidades que suponen retos impensables solo hace algún tiempo, desafíos que auparán mi autoestima personal.

Todavía es pronto, hay mucho que decidir y S. sigue estando en mi cabeza. Ahora, con la frialdad que otorga el tiempo, cada vez estoy más convencida de que ella tampoco ha sabido cómo hacer ver que valía, pero sigo pensando que ellos tampoco la han dado la oportunidad que se merecía. Volvemos a lo mismo... ¡esto no es un patio de colegio!

Tengo que ser más cauta porque abro la boca más de la cuenta. Esa prudencia que dicen caracterizarme es solo una fachada que a la hora de la verdad no sé sopesar como se merece.

También me ha advertido de eso, de cómo cierta gente que no llega a los objetivos previstos contaminan a los buenos. En el fondo también cree que soy vulnerable, que me dejo llevar pero se equivoca en pensar que es porque el resto dice, sino por mis propios pensamientos que acaban envenenándome, instalando en mi un desánimo por cosas que no sabría ni explicar.

No me queda otra que esperar pero quizás, mi futuro sea más prometedor de lo que yo jamás hubiera imaginado...



02 febrero 2012

503. Un año sin fumar

Hoy se cumple un año de la decisión. Siendo totalmente sincera tampoco puedo decir que sea todo un año sin fumar porque hubo cierta boda en la que me subí a la parra y se me olvidó mi compromiso. Afortunadamente, supe parar a tiempo y que fuera solo el lapsus de una noche sin importancia.

Lo mejor que he hecho durante todo este año ha sido guardar aparte todo aquello que me gastaba en tabaco, bueno aproximadamente, porque realmente sería más de los 3 euros diarios que meto en mi cerdito.

UN dinero que he ido invirtiendo en caprichos de todo tipo, también a veces en llegar a fin de mes sin mover mi plan de ahorro.

El caso es que quizás hoy toque recuento de cosas compradas a lo largo de todo este año:

Cámara de fotos: 150 euros
Playeras EasyTone: 100
Revelado de fotos: 45 euros
Disco duro multimedia: 150 euros
Semana Grande de Santander: 90 euros (asi estoy yo, de todos los pinchos que te puedes comer con 90 euros :D)
Perfumes: 100 euros
Alfombras: 60 euros
Regalos bebes: 50 euros
Cenitas varias: 50 euros
Cubertería: 40 euros
Almohada: 40 euros
Ropa rebajas de enero: 160 euros

¿No esta mal eh? Me estoy dando cuenta de que en los últimos tiempos no han sido tan capricho como al principio. Mal. Tengo que volver al caprichazo de más de 100 euros. Á día de ayer ya asciende la cuenta a 78 euros de nuevo y acabo de decidir que el viaje a Roma me lo voy a pagar con el dinero del tabaco. ¡Eso sí que es un capricho!

Hace unos días dije a mis compañeros que para celebrar mi primer año sin fumar iba a llevar un bizcocho a la redacción pero con esta decepción que se me ha instalado me parece a mí que no tengo nada que celebrar de momento.

Ayer tocó charla reflexiva con dos de mis jefes. Está muy bien que me digan todo lo que valgo pero eso no quita que las cosas se hagan mal, o eso no me quita esa sensación de decepción que tengo ahora, de falta de respeto, de percatarme de que no soy más que la pieza de un puzzle que se desarma a la voz de ya.

Mi jefe tenía razón en ciertas cosas pero la desorganización y la desinformación no es buena en un oficio como el nuestro, en el que lo que intentamos es precisamente lo contrario. Me vino bien la charla, el sermón más bien, asi también tengo otros puntos de vista y en una ínfima medida ellos saben qué es lo que yo pienso.

Aunque no lo comprenda puedo entender el despido, sí, puede parecerme hasta normal echando atrás la memoria pero lo que no está bien son las formas, esa dictadura del ordeno y mando.

Me agrada que me digan que soy pilar, baluarte importante, eso me da seguridad pero ¿hasta qué punto?

Soy muy sentida y no puedo evitar ese nudo en el estómago, es voz entrecortada y esas lágrimas a flor de piel cuando me hacen consciente de esa inferioridad de poder.

Odio que me tiemble la voz.

01 febrero 2012

502. Despidos

No es la primera vez que echan a alguien del curro. Tampoco puedo decir que esté superacostumbrada pero lo cierto es que esta vez no ha sido como las otras, esta vez estaba yo más implicada con la persona, era compañera pero también amiga.

En Huelva nunca hubo despidos, la gente se iba cuando encontraba una oferta mejor en otro sitio, jamás tocaron a la plantilla más allá de algún que otro colaborador. Aqui, sin embargo, parece estar a la orden del día aunque las otras ocasiones no fueron para mí tan dolorosas.

La noticia ayer cayó como un jarro de agua fría, helada. Era algo inexplicable, acompañada de un cúmulo de cambios que hacen pensar en eso de que cuando las barbas de tu vecino veas cortar pon las tuyas a remojar.

Yo creo que no se lo merecía. Como todo el mundo tenía sus aspectos negativos, demasiada juventud quizás, o demasiado vehemencia, pero su trabajo tampoco era el más valorado del mundo, y de eso sí que puedo hablar por experiencia.

´Se va un apoyo fuerte dentro del núcleo duro y la falta de rendimiento... en fin, no seré yo quien lo juzgue, afortunadamente ése no es mi trabajo pero si fuera por falta de rendimiento, de eficacia o de efectividad quizás deberíamos todos, y digo todos, mirarnos más el ombligo.

Mi profesión no es fácil. Se aprovechan de que es un oficio, una vocación muchas veces para explotarte a cambio de unos pocos cuartos, un sueldo irrisorio y comparable al de otras puestos de trabajo para los que no es necesario tener ningún tipo de estudios.

Ayer se me cayeron las lágrimas cuando me enteré de que Silvia ya no volvería. Ha sido un golpe duro. No se acaba el mundo ahí y estoy convencida de que ella, con su arrojo y su fuerza, enseguida encontrará su camino, que espèro que la lleve hacia la docencia porque ella lo vale.

30 enero 2012

501. Internet y las emociones

Ya tengo uno de los dos articulitos escritos. Si en realidad no se tarda mucho si hay idea, el problema es cuando la hoja está blanca como la cal y no hay manera de meterle mano.

No hay duda de que internet ha traido muchas cosas buenas. Entre ellas la de poner al alcance de la vista cualquier lugar del mundo. Hoy, mientras buscaba inspiración, he encontrado vídeos de la romería, me he reencontrado con gente que hace muchísimo que no veo, a otros que por desgracia ya no veré... pero he vuelto a sentir esa emoción, ese escalofrío que me entra cuando escucho cantar tonás o fandangos a la virgen de la peña ¡Qué devoción! En estos tiempos raros, en los que todos dudamos sobre nuestras creencias, a mi me reconforta que más allá de curas, papas e iglesias todavía se mantiene esa forma de sentir, de querer, de idolatrar a una imagen.

Me parece bonito, precioso esa forma tan honda y sincera de sentir (hala, a lo tonto a lo tonto ya sé de qué voy a escribir el artículo que me falta). Lo que quiero decir es que basta con darse una vuelta por youtube para aparcar la nostalgia, para impregnarte de las visiones y de los acordes de una romería... si ya se pudiera oler sería la ostia (hablando mal y pronto)!!!!

He cantado, he reido, he recordado.. he pasado un buen rato deleitándome con cada rincón, con cada instante de esa otra tierra que también está marcada a fuego. Hoy debo decir ¡bendito internet!

29 enero 2012

500. Peñeros en la distancia

(Hoy cambio de tercio y van 500. Siete años de blog haré en julio, siete años de vida, siete años de historias, siete años de recuerdos, buenos y malos porque al fin y al cabo, qué es la vida sino un caminar de alegrías y tristezas que diría aquel)
 Voy a escribir un par de nuevos artículos para las revistas que publican las hermandades y he estado repasando antiguos textos buscando inspiración y especialmente no repetirme mucho. Creo que este no le puse, es de 2010, de la Hermandad de la Virgen de la Peña de Madrid).


 ‘Virgen de la Peña viene
Virgen de la Peña viene
para montar a caballo
y por eso vida mía
no puedo estar a tu lado’

Cada vez que se acerca el mes de abril, ese último domingo que tanto significa para los que nos sentimos peñeros, retumba ese estribillo en mi cabeza. Empiezo el día con una canción que ya me acompaña durante toda la jornada, que no puedo dejar de repetir, que no me canso de repetir y que, de hecho, hace que afronte los días con más ilusión, con más ganas de hacer cosas y consciente de que la cuenta atrás para estar en mi romería, en nuestra romería, ha comenzado.

Un estribillo que acaba derivando en otros, extraídos de viejas cintas de ese Coro de la Hermandad de Puebla de Guzmán, de ese grupo Andévalo que ha sabido poner música y letra a la emoción, a la devoción y a un sentir comunitario que extiende sus lazos más allá de las fronteras puebleñas, que pasa por Huelva, por Madrid, Cataluña, País Vasco, Alemania, Suiza u Holanda… donde siempre se conoce al puebleño, al peñero diría yo, porque, como dice la canción, ‘va dejando el rastro de la Virgen de la Peña’.

Lo del caballo del estribillo, para quien como yo disfruta de su fe con los pies en el suelo, es lo de menos. Quizás haber nacido y crecido a más de mil kilómetros de distancia de ese Cerro del Águila influya en la manera de mamar la tradiciones, que no en la forma de sentir la emoción.

Nací en Cantabria por casualidades del destino, fruto de ese éxodo que sufrió la Puebla hace ya varias décadas. Hija y nieta de puebleños, de mineros vinculados a Herrerías, mi vida ha estado marcada desde bien niña por las idas y venidas a ese rincón del Andévalo, por fechas en rojo en un calendario donde el año comenzaba el último fin de semana de abril cuando, ineludiblemente, teníamos una cita con Ella, teníamos que revivir esos instantes únicos que hacen a la Peña distinta, que la convierten y ahora con mayor razón de ser en Reina, en Reina del Andévalo.

Recuerdo de pequeña a mi abuela rezando en su casa de Cantabria a una vieja estampa, relatando historias pasadas de procesiones, de comidas de pobres y de Balsitas. Momentos imborrables en la mente de un emigrante y que después, poco a poco, también se han ido fraguando en mi memoria, cuando conocí aquel rincón tan especial, cuando pude oler la caldereta, ver las paredes encaladas, escuchar el pito y el tamboril, probar los dulces peñeros, empaparme de las tradiciones y, sobretodo, sentir una profunda y contagiosa devoción materializada en una imagen chiquita, una talla morena que desde el Cerro del Águila alumbra mis pasos, como también guía los de todos aquellos que rodeamos nuestros cuellos con su medalla, todos aquellos que bien desde Cantabria, bien desde Madrid, soñamos con esa grande Virgen de la Peña.

El destino hizo que durante una década nos trasladáramos allí, a medio camino entre Sevilla, Huelva y Las Herrerías, un sueño más de infancia cumplido. Ya no había excusa. Año tras año la cita ya no se limitaba a unas semanas concretas al año, a esos periodos vacacionales, a esos olores, sabores y rincones que tanto se anhelan cuando se está lejos. Cada vez que había oportunidad, me escapaba al Cerro del Águila, a ese pequeño santuario mariano donde nunca faltan devotos. La Peña era mi Peña, la que a mí más me gustaba, la que poco tiene que ver con la parafernalia, la que se manifiesta a través de profundos sentimientos en forma de miradas, plegarias y actitudes, la que se vive en familia, con la familia.

Hace dos años regresé de nuevo a Cantabria, mi otra tierra, agarrada a un tren que sólo pasa una vez en la vida. Ese año no pude ir a la romería. Era la primera vez en 15 años que el último domingo de abril no lo pasaba en La Puebla. Me sentí emigrante en mi propia casa. Por primera vez en mucho tiempo no iba a estar en la calle Serpa acompañando a esa caballería que saca a relucir sus mejores galas; no iba a felicitar a los mayordomos, no iba a acompañar a mi Virgencita de la Peña hasta esa Pisá del Potro desde donde mira a su pueblo; no iba a probar en la Casa de Fondos esa carne a la que Ella, estoy convencida, da el último toque para que conserve ese sabor tan especial; no iba a agazaparme en un rincón de la ermita esperando que el lunes, tras la procesión, los danzaores vuelvan a depositarla en su altar. Lo he dicho muchas veces; aunque la romería tiene tantos momentos como devotos, yo me quedo siempre con esos sentimientos que se desprenden el lunes en el interior de la ermita, cuando la Virgen vuelve a entrar en su altar tras la procesión… Las lágrimas que se derraman, esos vítores sacados de lo más profundo del alma, esas miradas en busca de consuelo… es imposible describir con palabras algunas sensaciones. 

Mi ausencia aquel 2008 fue una excepción. El año pasado volví y este año, siempre con su permiso, regresaré a rezarla a sus pies porque, en estos momentos, cuando estoy a punto de alcanzar la treintena, no me imagino un último domingo de abril lejos de allí, no me imagino en otro lugar que no sea en esa procesión gritando junto al resto de devotos un intenso y sentido

¡Viva la Virgen de la Peña!





¡Viva la Virgen de la Peña! 

25 enero 2012

499. Más tontos que ventanas!

Pero como se puede ser taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan tonto? (entendiéndose tonto como un neutro aplicado a cualquier género)

Me hierve la sangre, aunque a mi ni me vaya ni me venga, pero me hierve la sangre porque hay cosas que no puedo, no puedo y no puedo.... y se acabó!!!

Hay gente que se aburre, que se aburre tantísimo que no tiene otra cosa que hacer que emplear cada minuto de su tiempo en sentirse protagonista, protagonista encima de un absurdo, de una mentira que va construyendo ladrillo a ladrillo.

No se puede generalizar pero es verdad que en esta mi bendita tierra hay más tontos que ventanas.

Si, ya sé que tontos habrá en todos los sitios pero aquí es una cosa espectacular. Pero no tontos de esos a los que su cabeza no les da más de sí, sino tontos de tontería que si me apuran y me dan a elegir preferiría mil veces ser tonto a secas que tonto de tontería porque el ridículo es cien veces mayor. A fin de cuentas, un tonto a secas, ni siquiera suele enterarse de que lo es.

Mi madre siempre dice que donde uno se cree que hay jamones no hay ni estacas donde colgarlos y una vez más da en el clavo... o en la estaca en este caso.

Lo peor no es la gente que no tiene sino la que sin tener se da una importancia extrema, se autoengaña al tiempo que engañan a quien no les conocen a fondo.

Siendo comprensiva, igual es cuestion de autocompadecerse de este tipo de personas porque al fin y al cabo deben pasarlo tan mal intentando aparentar lo que no son que la vida debe ser una continua frustración, una constante prueba sin superar.

¿Y estoy yo pensando? Que nadie, jamás de los jamases, se compadezca de mí, uf, ¡qué triste! ¿no?

¡Bendita humildad!

01 enero 2012

498. Felicidad

¿Es posible empezar un nuevo año sin propósitos? Yo este año soy más bien de 'virgencita, que me quede como estoy'. Que al menos sea como 2011, conformismo puro, ya saben.

Aunque bueno, por pedir que no quede y a los consabidos regímenes y dietas propias del comienzo de otro nuevo ciclo, pues yo sería también convencional pidiendo ante todo salud para todos pero más que nada para mi madre, trabajo para quienes lo perdieron y el amor de pareja para los que lo ansían y ya si de paso me toca un pellizquito en el Euromillón pues... ¡bienvenido sea!.

Si ya lo digo yo, estas navidades están siendo extrañas, muy raras pero siempre el secreto está en buscar la esencia a cada cosa y yo a la Nochevieja se la encontré, podría haber sido mejor o haber sido peor y sin embargo fue diferente, especial si me permiten, incluso única diría.

Ya solo queda Reyes y a mi dos días de vacaciones para culminar regalos y disfrutar de mi familia, también de los amigos. Y luego el contador vuelve a cero, a empezar un año que se antoja difícil pero al que también hay que exprimir todo su jugo.

Felicidad, eso es lo que yo pido!