01 enero 2012

498. Felicidad

¿Es posible empezar un nuevo año sin propósitos? Yo este año soy más bien de 'virgencita, que me quede como estoy'. Que al menos sea como 2011, conformismo puro, ya saben.

Aunque bueno, por pedir que no quede y a los consabidos regímenes y dietas propias del comienzo de otro nuevo ciclo, pues yo sería también convencional pidiendo ante todo salud para todos pero más que nada para mi madre, trabajo para quienes lo perdieron y el amor de pareja para los que lo ansían y ya si de paso me toca un pellizquito en el Euromillón pues... ¡bienvenido sea!.

Si ya lo digo yo, estas navidades están siendo extrañas, muy raras pero siempre el secreto está en buscar la esencia a cada cosa y yo a la Nochevieja se la encontré, podría haber sido mejor o haber sido peor y sin embargo fue diferente, especial si me permiten, incluso única diría.

Ya solo queda Reyes y a mi dos días de vacaciones para culminar regalos y disfrutar de mi familia, también de los amigos. Y luego el contador vuelve a cero, a empezar un año que se antoja difícil pero al que también hay que exprimir todo su jugo.

Felicidad, eso es lo que yo pido!

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