23 septiembre 2008

252. Y más de lo mismo...

Librar en el curro para tener toda la mañana al electricista en casa y emplear la tarde en poner en orden el desaguisado que montó el profesional de los cables, ¿Y quiero ser independiente?... Voy a seguir pensándomelo...

15 septiembre 2008

251. De roturas

Me gusta cocinar, sip, pero no voy a hacerlo en una buena temporada.

Hoy he hecho lo que jamás hay que hacer, eso que debería estar prohibido, ese ritual que cada cierto tiempo realizas por inercia, sin pensar en las consecuencias. Hay cosas que como los cables de alta tensión deberían estar señalizados para informar de los problemas que puede acarrear... hoy, aún no sé por qué, me he pesado y... definitivamente y sin más he llegado a una conclusión: la báscula esta rota.

Y puedo prometer y prometo que no seré yo quien se suba a otra a confirmar que mi teoría es falsa.

14 septiembre 2008

250. Descubrimiento impactante

Hoy he descubierto que me gusta cocinar. No en vano, llevo ocho horas metida en la cocina, que ya no voy a volver a meterme entre fuegos en, por lo menos, un mes. Y lo mejor, que las cosas que he hecho están hasta ricas. Eso sí, me falta ponerle un poco más de cariño a la presentación, que falla en algunas reglas elementales pero bueno, como en principio, solo me lo voy a comer yo, ¿qué mas da?

Total, que me estoy planteando compartir mis conocimientos culinarios con mis amigos, asi que propongo cena en mi casa para dentro de un par de meses (prometo no hacer tortilla).

Uy, me voy, que tengo los muslos de pollo al fuego!

11 septiembre 2008

249. Buenas nuevas

Hoy ha sido un día raro, y eso que el Sur no ha sido precisamente el viento que ha soplado en la jornada... ¿en la jornada...? ¿cómo se califica a un miércoles? Si el sabado es sabatino y el domingo, dominical, nadie se ha preocupado en adjetivar un miércoles? Seguro que algún listillo ha ocupado su tiempo en averigüarlo. San Google, ven a mi encuentro!!!

Eso si, con viento o sin él, ha sido un buen día, salpicado por fin de buenas nuevas que llegan recién horneadas desde el otro lado del país. Pasó de nuevo el bache, ¿cuándo será el próximo? Al menos, las aguas vuelven a su cauce y la sonrisa y el buen humor vuelven a entrar en su vida... seguro que ahora viene alguien y lo jode... Espero que no sea en las próximas semanas. Vuelve a estar una mijita ilusionada y eso es lo importante. Y él, también, orgulloso de que así sea, y de que el tiempo le dé un nuevo respiro, un halo de aire fresco... Si ella sonríe, todos somos más felices... yo no sé qué sería de mi sin mi sonrisa. Sería ingenuo pensar que Ella es nuestro motor, pero sí una autobomba que nos inyecta a todos ese impulso necesario para llegar cada día un poco más lejos, aunque sea desde allí, desde ese otro planeta.

Me esperan dos grandes días por delante. Estoy segura! Nuestra pequeña y gran escapada. Las tres. El resto no importa demasiado!

Si, no hay duda, hoy ha sido un buen día, a pesar de que la espalda siga gimiendo.

¿Quién me da un abrazo?
¿A alguien le sobra un cariño?

Buenas noches a todos.

06 septiembre 2008

248. Para Ines, que no me lee!! jeje

Es guay ver tu careto en la pagina dos pero es una responsabilidad que cada día me gusta menos, sobre todo si no tienes nada que contar, o nada concreto que decir. Bueno, aqui va para todos.

EUROS POR CULTURA
Hace un par de semanas, el Instituto Cántabro de Estadística (Icane) hacía público un estudio que, basado en encuestas, revelaba que la mitad de los cántabros no había pisado en el último año ni el cine ni el teatro ni los museos. El estudio en cuestión revelaba también que un alto porcentaje de ciudadanos de la Comunidad, cercano al 40%, cifra cuanto menos preocupante, admitía no haber leído un sólo libro en los últimos doce meses.

Ante estos datos, una interrogante planea en el aire: ¿A qué dedican los cántabros su tiempo de ocio? La respuesta podría ser clara y concisa: «Al fútbol o, por extensión, a los deportes», pensarán muchos. Pues no. También están equivocados. El mismo estudio concluye que menos del 50% ha acudido en directo a espectáculos deportivos.

Entonces, ¿qué es lo que pasa? Quizás el problema esté en que los programadores, independientemente de si pertenecen al ámbito de lo público o de lo privado, no son capaces de acertar y hacer atractivas sus propuestas entre la población o, quizá, la mayoría de los ciudadanos de a pie aprovechan su tiempo libre en entretenimientos más livianos y ligeros. Sin más. Sin necesidad de estudios.

Lo que está claro, a tenor de los resultados, es que algo está fallando. En los tiempos de crisis que corren, puede ser que los elevados precios de algunos espectáculos coarten la predisposición inicial del público a intercambiar euros por cultura. El actual puede ser un buen momento, servir incluso de precedente, para que las instituciones públicas redoblen sus esfuerzos para garantizar, de forma asequible a los cada vez más maltrechos bolsillos de los ciudadanos, el acceso a las diferentes actividades.

José Luis Ocejo, director del Festival Internacional de Santander (FIS), señalaba desde casi los albores de su 57 edición, que el público responde, y de forma masiva, a la cita con los espectáculos musicales programados. De hecho, los Marcos Históricos han confirmado su teoría. Pero, ¿qué mileurista puede permitirse el lujo de pagar entre 42 (para verlo desde la distancia) y 142 euros por escuchar en directo a, por ejemplo, Zubin Mehta? La sala Argenta rebosó, de eso no hay duda, Sin embargo, ¿qué porcentaje del público eran ciudadanos de Cantabria? De cara a ediciones venideras no estaría nada mal elaborar un estudio sobre el perfil del espectador del FIS, algo que me consta que ya está en proyecto.

En cualquier caso, la idea de instalar una pantalla gigante para ver la retransmisión en directo desde la sala Pereda del Palacio de Festivales me pareció, a priori, una idea magnífica, idea que como casi todo tenía un pero. Lejos de lo deseable, que fuera gratuita, ya que el objetivo de llenar la Argenta se había cumplido con creces, los interesados tenían que abonar 12 euros. ¿Tan necesario era ponerle precio a una retransmisión, y me gustaría hacer hincapie en lo de retransmisión, del recital?

En este año que tanto se ha hablado del magistral concierto que ofreció Ataúlfo Argenta en la Plaza Porticada, en esta edición en la que se le ha rendido tributo en el cincuentenario de su muerte, ¿no hubiera sido una magnífica clausura, amén de haber llenado la Sala Argenta, sorprender al público que no pudo conseguir entradas con la retransmisión del concierto en la céntrica plaza santanderina? No iba a ser igual que el directo, por supuesto, pero hubiera sido para todos. También para el pueblo.

04 septiembre 2008

247.Vista atrás

Hoy me ha dado por releer los primeros post de este blog. ¡Parece que han pasado décadas! Inés decía el otro día que dentro de unos años quizá le diera vergüenza volver a ver el vídeo de la boda de Sara. No sé, a mi seguro que me entraría nostalgia porque ¿no te lo estabas pasando bien mientras lo hacias? Bueno, pues eso me ha pasado hace un momento. No he podido evitar derramar alguna lagrimilla... de felicidad, que conste, pero al mismo tiempo me ha servido para darme cuenta de algo que ya intuía. El tiempo no pasa en balde y aunque no me averguenzo, si que hay cosas en este blog que jamás debieron quedar plasmados aqui.

EL consuelo que me queda es que a nadie que no me conozca, que no me quiera o que no me aprecia, mis letras no le interesaran lo más mínimo y pasará de puntillas por este rincón, que se ha convertido en una parte importante de mi vida, casi imprescindible para no olvidar esas pequeñas cosas que luego adquieren tantísima importancia.

Hoy, sin quererlo aparentemente, he encontrado blogs de mis nuevos compañeros de curro. ¡Qué imaginación! Sin embargo, yo no seria capaz de escribir asi, eso si que sería una terrible obligación y aunque no debo justificarme ante nadie, solo ante mi misma y ante un reducido grupo de personas, lo cierto es que me he alegrado de leer tantas y tantas nimiedades aqui escritas, tantas cosas sin sentido aparente, sólo con sentido para mi.

Si de algo me he dado cuenta es que, como decía, el tiempo corre en nuestra contra, pero al mismo tiempo, yo, que me veo igual que hace diez años, no soy ni la sombra de lo que era. Si, he madurado o mirándolo desde el lado más negativo, he perdido esa capacidad de reirme de cualquier tontería.

Hace más de 3 años que comencé con esto y sí, mi vida ha experimentado cambios importantes, algunos más que otros, y gracias a este blog, a esta pagina en Internet, hoy he podido recordar vivencias que ya estaban olvidadas en mi memoria. Y es un lujo decir eso, un auténtico orgullo.

Últimamente, solo escribo cosas serias, sólo quiero compartir pensamientos, sensaciones, sentimientos... en definitiva, me hace falta compartir mi vida.

02 septiembre 2008

246. Recuerdos de un verano azul

El otro día y después de varios años me reencontré con una amiga-prima a la que hacía años que no veía, tantos, que ya casi ni me acuerdo. Bueno, no exageraré mas de la cuenta, no la veia desde hace seis o siete años, aproximadamente, o quizás menos pero, acostumbrada a verla por el pueblo todos los años en verano, en esa feria que tanto ha cambiado, o quizás las que hayamos cambiado hayamos sido nosotras, parecía como una eternidad.

El caso es que aunque este año también ha estado en el pueblo, de forma breve, tanto que no pude verla, finalmente nos vimos en la tierruca, una noche, corto pero intenso, lo suficiente para ponernos al día y recordar viejos tiempos.

El caso es que no pude evitar acordarme de una de esas anécdotas de antes. Un día, seguro que de feria, que dormíamos en su casa y mientras desayunábamos pusimos la televisión. Imaginaros, un mes de agosto, pongamos que a las 12 de la mañana. La programación era espectacular. Nos decantamos por 'Verano azul'.

Como tantos y tantos españolitos de esa generación, y de otra anterior incluso, que tan mayores no somos, aún no alcanzamos la treintena, habríamos visto ese capítulo decenas de veces: la muerte de Chanquete, un drama en toda regla. No queríamos ni mirarnos a la cara. Las dos en el sofa, recuerdo perfectamente que era muy pequeño, de dos plazas, mirando la tele y aprovechando el pelo como cortinilla. De pronto, sin saber por qué, nos miramos, y a las dos nos caían las lágrimas por las mejillas como si ese hombre que salía en la pantalla fuera nuestro propio abuelo, nuestro amigo, nuestro padre... Las carcajadas invadieron el salón en una imagen grotesca, especialmente cuando los lagrimones apesadumbrados se fueron mezclando con esos que producen las carcajadas. ¡Cómo somos tan tontas! Nos preguntábamos... pero ese rato, ese momento insignificante se ha clavado en mis retinas dejando una huella imborrable, un recuerdo de esas que perdurarán para siempre y que siempre, siempre, consigue sacarme una sonrisa.

Paqui, si no es antes, hablaremos el próximo 6 de agosto, y volveremos a hacerlo también el día 9. Como desde hace tantos años, como siempre!.