28 diciembre 2008

268. Akelarre navideño

Tradicional cenita navideña. Este año en la capital del reino. Una gran noche. No hace falta más explicaciones ni comentarios. Además, qué decir si al menos para mi fue perfecto. Me lo pasé como los indios, en una noche que fue progresiva de felicidad. BUeno, aqui dejo las fotos.

Y encima tengo al menos virtualmente un calendario para mi y solo para mi con los bomberos de Toledo, yujuuuu!! Digo virtualmente porque se lo llevó Inés en su coche y mira tu por donde al dia siguiente se puso malucha... ejem ejem, en realidad enfermó o está recreándose con mis doce maromos!!!

















26 diciembre 2008

267. Deseos navideños

Esta Navidad está siendo distinta para mí este año. Todo y especialmente la forma de ver las cosas. Ahora comprendo muchas cosas. Este año estoy disfrutando igual que siempre de estas fechas pero lo vivo desde otra perspectiva. Tanto, que ni siquiera he felicitado a todas las personas a las que me hubiera gustado.

Por eso, quiero aprovechar este rinconcito para desear a todo el mundo unas Felices Fiestas y un venturoso año 2009.

Ayer estuve pensando en qué quería pedirle al nuevo año, qué pedir cuando las campanadas nos anuncien que cambiamos a un año más, que somos también más viejos y... no sabía que pedirle. Me viene al pelo ese dicho de "virgencita, que me quede como estoy". 2008 ha sido mi año, no en todos los sentidos pero si en los más fundamentales. Ojalá todos fueran como este que ya termina.

Este año no voy a pedir nada nuevo, simplemente otro año igual que el que pasa. A ver si hay suerte!

14 diciembre 2008

266. Suertes varias

Ayer tuve la cena de empresa y hoy mi cuerpo lo está resintiendo. Sin embargo, hoy he pasado una resaca distinta. No he fumado ni un sólo cigarrillo en todo el día y han venido mis padres. Que fuerte, iba a decir por fin... Mañana ya comeré como una persona civilizada, en contra del frío, un buen plato de puchero andaluz... ummm, ya me estoy relamiendo.

Ostras, a lo tonto a lo tonto ya me he ido de tema del que queria escribir. La cena de empresa. Genial. Es la unica palabra que tengo que decir. Bueno, no... diré algo más. Inverti 10 euros y obtuve 85... una buena inversión no? La cena bien, sosa, diferente a la onubense, aqui no se escucho ningun villancico, ni nadie se subió a las mesas a bailar, ni se colocaron las guirnaldas y las bolas navideñas adornando sus cuerpos. Todo mucho más calmado, más tranquilo. Quizás el sitio así lo requería.

Después a tentar a la suerte, y al diablo, claro. Yo no lo veo claro pero un día es un día... y de ese día obtenemos importantes frutos. Llega el momento crítico de la noche, las primeras huidas, algunas comentadas, otras fingidas, la mayoría veladas... Acabamos en un bar al que yo me resignaba al principio pero que, después, no parecía que estaba tan mal. Bailes, risas y pocas charlas. ¡Qué frio hace en la calle! El alcohol comienza a hacer estragos, las imágenes se suceden y no soy capaz de captarlas todas en mi cabeza, de grabarlas en mi retina., ¿fulanito está bailando? No me lo puedo creer. Quien lo da todo es quien de primeras parece el más reacio a participar en estos eventos. Risas. Bailes y copas. Más risas. Que nunca falten. Buen rollo generalizado. Impresionante.

Nos echan del bar. Una hora prudente para retirarnos. Todos los taxis ocupados, Menudo frio que hace en la calle. Está helando seguro. Otro taxi... ocupado. "Buenas noches, un taxi para el Casino" Si, ahora mismo. Viene uno a la parada, este no sirve, hay gente esperandolo. Primeras resignaciones y huidas. Esperamos como campeones. No viene un verde ni borracho. CAmbiamos de ubicacion. Ni de coña. Ya no hay nadie en la parada. Diviso un verde a lo lejos y corro con todas mis ganas... bueno no que llevo taconazos de vertigo, al menos para mí, ando lo mas rapido que puedo sin parecer un pato.

Ultimas risas. Por fin llego a casa. Esta empezando a clarear la mañana. MIro el reloj. Puffff. Mejor no lo mires y acuestate. No me he movido. He caido a la cama tal cual, no es plan de estropear el peinado. Suena mi movil. NO puede ser!! ya no. Es mi hermana. Vienen antes de lo previsto. Me levanto pensando en porqué siempre mezclo las bebidas. Zombeo por mi casa. Toca recoger. Tengo hambre. Cuando por fin me siento, suena el timbre:¡Somos nosotros. Ya hemos llegado! Plofff. Pongo la mejor de mis sonrisas, no me ha costado trabajo en realidad, intento que no me venza la resaca y apechugo. Una gran noche, un dia puf y una tarde excepcional. Aún así, hay cosas que no cambian, al menos en mi familia!!!

Me voy a dormir...

02 diciembre 2008

265. ¿Qué te ha pasado... Richard Gere?

Ayer murió un mito... al menos para mi. El Richard Gere de Pretty Woman ya no es el mismo Richard Gere. Ni el botox ni el colágeno evitan el paso del tiempo, ¿lo retrasa? si, pero no impide que avance imparable... y Richard Gere ya lo está viviendo en sus carnes.

Ayer fuimos a ver Noche de tormenta, la última del ex galán. Y sí, sigue haciendo de atractivo cuarentón pero ya con un papel de padre con hijo de mi edad. Y así no, Richard Gere. Comienzo a entender porque había tanta madurita resultona en la sesión cinematográfica...

De regalar joyas y vestidos increibles ha pasado a ser un insufrible maromo que tiene que llegar a la cincuentena, por lo menos en la peli, para darse cuenta de lo HP que ha sido. Ha pasado de desayunar con champan y fresas a comerse una ensalada y un escalope al horno... Richard Gere ¿donde dejaste el glamour?

Eso sí, sigue haciendo de rico... quizás todavía te salves, jajaja, al menos dos pellículas más, no te doy mas tiempo.

En fin, a buscarse otro galán que este ya está caduco... igual hay que pensarse lo de su hijo cinematográfico... ¿cómo se llama?

264. De lo divino y de lo humano

Divino: En su segunda acepción maravilloso, extraordinario...

Humano: De la humanidad o el ser humano, o con sus características

Si las juntas en una misma conversación podríamos estar hablando de 'dimanos' o de 'huvinos'.

Asi podría resumirse mi último descanso, dimano o huvino por todas partes. En casa, con los y las colegas, con el portátil, en la calle, en el supermercado, en el cine... Conversaciones intrascendentes alternadas con otras de trascendencia vital que nos permiten soñar, ilusionarnos, ser un poquito más felices cada día o, al menos, intentarlo.

En eso yo creo que consiste todo. Sé que lo he repetido infinidad de veces pero ¿por qué preocuparse tanto por el mañana? Seguro que si te obcecas en el qué será de mi vida, en mejorar de cara al futuro, dejas de apreciar lo que te ha pasado hoy, sin importar su dimensión. Tampoco se trata de vivir la vida loca, no, eso tampoco es bueno. Se trata de lograr el equilibrio. Una palabra preociosa, por otra parte, aunque muchas veces parece que lo vayas a perder en la cuerda floja que resulta a veces la existencia. Uy, me ha salido un poco profundo.

Una conversación en torno a, yo que se, los diferentes sistemas de calefacción de un hogar, por ejemplo, seguro que está llena de matices. Y mirad de lo que os hablo, la chispa de la vida está en encontrárselo, en saber que cada momento es importantísimo porque ya es casi imposible poder borrarlo de tu vida. Yo no creo que nada sea intrascendente, cada cosa tiene su intringulis, su misterio... y va desde un gesto, una palabra, una mirada o, incluso, el mi muy querido silencio, que también tiene infinitas posibilidades.

Hoy he estado pensando todo esto mientras decoraba mi casa... de navidad, claro. No podría explicaros todas las imágenes que se me han venido a la cabeza al sacar los adornos del árbol. Diez años metidos en una caja sin que nadie los hubiera abierto y, ahí, intactos como siguen, unos más que otro, jajajaj, me han contado historias pequeñas, cotidianas, me han contado mi propia historia. Ha sido como desenterrar parte de mi niñez.

Las imágenes y los recuerdos, con conversaciones incluidas, han aflorado de esa parte de la memoria tan inaccesible que hay veces que resulta imposible llegar a ella. He visto a mi madre comprando una manzana dorada, una de las últimas adquisiciones de aquella época; he visto a Karen, aún siendo una niña de no más de 5 años, enfadada porque no poníamos los adornos donde ella quería; he visto a mi hermana llegando con espumillón plateado para que ningún hueco se quedara vacio:he visto a mi abuela, qué momento, por dios, trayendo reyes de chocolate que se colgaban en el árbol y no se podían comer hasta que sus majestades nos dejaran los regalos; he visto a mi padre, tumbado en su sofá mirando el resultado del trabajo y he visto a mi familia en torno a la mesa de nochebuena, a mis vecinos mirando el portal de belén, a mis primos jugando con las figuritas, al rey dando uno de sus discursos de nochebuena... y si, también me he visto a mí, adelantando a los camellos para que llegaran a Belén el día estipulado.

Hay mucha gente a la que no le gusta la Navidad. Por distintas razones. Debe ser duro perder a alguien querido y que se aproximen estas fechas tan familiares, una de las razones principales. Sin embargo, yo creo que por eso, por la memoria de esa persona que tanto fue para nosotros, debemos mantenerla viva, disfrutarla, sentirla, independientemente de tus creencias y del consumismo generado, a pesar de que sea cierto que hay muchisimos días en el año para demostrar lo importante que para ti es quien está a tu alrededor. Es una forma de que vuelvan.

Mirad lo que me ha pasado a mi con un simple árbol. Vale, igual que con un arbol me puede pasar con infinidad de cosas pero ha sido un cúmulo de vivencias pasadas condensadas en una caja, con muchisimo polvo, por cierto.

Mi madre perdió su ilusión por la navidad hace muchos años. Cuando comenzaba a recuperarla, volvió a perderla pero, ahora, de nuevo, me siento satisfecha por haber vuelto a contagiarla. ¡Me va a traer el árbol que teníamos en Huelva!!!

Hoy es 2 de diciembre de 2008. Este año no vuelvo a casa por Navidad. Ya estoy en ella.