27 diciembre 2007

208. Champan y resacas

Me estoy haciendo mayor... y no me resigno. Ya no aguanto como antes las fiestas o, mejor dicho, ya no aguanto como antes el alcohol. Dios... yo que era un pozo sin fondo y ahora, con na que me tomo, ya me duele el estómago y al día siguiente no hay Dios que me soporte.

Todavía no es preocupante pero empieza a rondar mi cabeza. ¿qué voy a hacer yo sin tomarme una copichuela cuando salgo? Qué aburrimiento de vida...

El viernes pasado tuve la cena de Navidad del periódico y... bueno mejor que lo cortés no quite lo valiente. El caso es que hoy ha venido el señor alcalde ha felicitarnos la Navidad y a brindar con champan y yo me he tomado medio vaso, lo prometo, nada más, y ahora tengo unos calores.... pufff, que estoy por quedarme el bolas en la redacción.

No es lo que era, no, no!!! Y encima le digo a mi madre el otro día: "jo, mamá, me estoy haciendo mayor, ya no aguanto la fiesta como antes" y la tía me zampa que entonces ya es hora de que me eche novio, que es el siguiente paso, que si ya he disfrutado a tope de la vida no me queda otra.

Me quedan 36 horas, más o menos, para volver a la tierruca, para volver por Nochevieja en lugar de por Navidad, pero para volver en definitiva y que es lo que cuenta.

21 diciembre 2007

207. Modernidades navideñas

Ay que ver todo lo que ha cambiado la decoración navideña. Yo hacía años que no hacía uso de esa costumbre de montar el belén o el árbol de navidad con sus bolitas pero este año me he lanzado a la piscina del consumismo y he invertido 12 fantásticos eurazos en adornar mi casa. Y es que hay que ver como han cambiado las cosas. Dicen que se están cargando el negocio textil español pero hay que reconocer que que bien cumplen con ese refrán que dice que vale un roto para un descosido. Mi inversión ha sido esta:
Árbol de Navidad: 2,30 euros (mide medio metro pero es un arbol al fin y al cabo.
Bolas de Navidad: Dos paquetes con ocho bolas cada una a un precio de 2,10. Total 4,20.
Dos cintas: 2 euros
Luces de colores: 4 euros
Estrella encima del árbol: 1,50 euros

Precio total: 12 eurazos y una casa preciosísima y otra ventaja, que mañana me voy pal pueblo a pasar la nochebuena, pues nada, me cojo el árbol por banda y lo transporto consiguiendo, gracias a su tamaño, que no se mueva ni una sola de sus bolitas.

La esencia decorativa de la navidad sigue siendo en realidad la misma que cuando yo era niña (señal de que entonces no han pasado tantos años) y aunque el Bélén tiene su aquel y es más nuestro, hay que reconocerle a la cultura anglosajona el magnifico colorido que consigue con su Papa Noel.
Tanto es así, que incluso yo me he comprado un vestido de elfo para brillar aún más si cabe en Navidad. Un modelito espectacular que tengo que amortizar durante estas semanas porque después a ver quien es la guapa que se lo pone.

Por otra parte, hoy me han llegado los primeros sms navideños y también yo los he mandado por supuesoto. Muchos ya me han contestado y como siempre aunque todos me provocan una leve sonrisilla de complicidad, hay uno que me ha hecho especialmente ilusión, seguro que ha sido el tuyo!!!

Y tras esta sarta de estupideces de un viernes por la noche antes de irme de cena de empresa y cuando se nota que no tengo otro culo que rascar en el trabajo pero que no tengo otro remedio que seguir aqui hasta que la fotografa vuelque unas fotos que necesito solo me resta desearos:

¡FELIZ NAVIDAD!

17 diciembre 2007

206. A falta de changurro... bueno es uno falso

Dice el ministro Solbes que los españoles dejamos un euro de propina cuando nos tomamos dos cafés... ¿con qué tipo de gente 'alternará' este ministro? me pregunto yo. No sé vosotros pero yo nunca jamás he visto a Raquel, a Vero, a Fran, a Inés, a Javi, a Marisa o a María, por citar solo algunos ejemplos extensibles al resto de mis amistades, dejar tal prima en una circunstancia como esa... más bien todo lo contrario, somos de los/as que podemos esperar quince minutos con tal de que el camarero nos devuelva los diez céntimos sobrantes, en el mejor de los casos (es muy raro que de un euro te den vuelta), del café que te acabas de tomar.

Hoy quiero ser práctica. Dice el refrán que 'a falta de pan buenas son tortas' o en este caso changurros. Vamos, que hoy os voy a facilitar una receta navideña que me han recomendado y que, de hecho, ya he puesto en práctica. Si la economía no os permite un buen centollo habrá que ingeniárselas para que la comida de Navidad sea un capricho de dioses.

Todo viene al hilo de un reportaje navideño que estoy preparando sobre protocolo, buenas maneras y gastronomía navideña. La mujer con la que hablé me debio ver cara de maruja, sí a mí, y me expuso decenas de recetas navideñas. Yo debí ponerle sin querer, lo prometo, mi cara de estoy flipando con lo que me estás contando pues no dejaba de hablar y de hablar con una terminología que a mi me sonaba no a chino sino a suajiri por lo menos.

El caso es que me dio esta receta cojonuda y sencillisima de hacer, vamos de las que me gustan a mi y que me recuerda enormemente a Logroño y a sus fiestas. Ya sabeis, que la economía no da para un buen centollo (changurro) pues nada un sucedáneo mucho más económico y como tentempie. Para ello, Javi coge la libreta y apunta, solo necesitais lo siguiente:

- 2 latas de mejillones al NATURAL
- 6 palitos de mar
- 2 huevos duros
- 3 anchoas
- 3 cucharadas de mahonesa hecha con aceite de oliva (o comprada que pal caso es lo mismo)

Todo a la minipimer (uy, estoy haciendo propaganda o me lo parece a mi), unos panecillos o canapés untados y.... música celestial para el paladar.

Mañana quizás os deleite con algún entrante. La culpa es cosa de la borrachera navideña que ya me embriaga.

05 diciembre 2007

205. No quiero hablar de Navidad

No quiero hablar de Navidad pero...

Ayer, al abrir el correo electrónico del curro ya tenía la primera felicitación navideña... Uppss, no quería hablar de Navidad...

Por la noche me acerqué al Carrefour a echar gasolina y a comprar unas cosas y todo lo que me rodeaba me recordaba que ya estamos aproximándonos a la Navidad. Uyyyy, otra vez...

Camino de mi casa mi cabeza solo podía girar de un lado a otro contemplando el bonito (catastrófico para el medio ambiente también pero que es espectacular no lo puede negar nadie) alumbrado navideño que ilumina las principales avenidas de esta mi ahora ciudad. Vaya tela, otra vez la Navidad en boca...

Por la noche, me puse a ver el síndrome de Ulises y en uno de los intermedios me sorprendió el innovador anuncio de Freixenet (no voy a hacer aún una valoración, simplemente decir que a mi las burbujitas me gustaban) y volví a caer en la cuenta de que en menos de 20 días estamos en Nochebuena. Jolín, todo es navideño...

Esta mañana en la radio estaban hablando de comidas navideñas de empresa. Diosss, otra vez la Navidad en mi mente...

Al pasar por el Corte Inglés no he tenido más remedio que ponerme a tararear los villancicos que a toda voz se escuchan desde el exterior. Mira, sí, he vuelto a nombrar la Navidad...

En fin, todo, todo, todo lo que me rodea estos días está relacionado con estas ilusionantes fechas que a mí de momento me siguen encantando, es lo que tiene el hecho de volver a casa por Navidad (este año por nochevieja pero bueno, navidades al fin y al cabo). No quería hablar de Navidad pero es inevitable en estos afables días que vienen ahora. Lo que más me ha impactado ha pasado esta mañana, al llegar al periódico, cuando he comprobado que ya tenían la bandeja con los mantecados y polvorones puestos, muy bien colocado, por cierto, pero yo, extrañada, me he preguntado... ¿Dónde está el anís?