26 abril 2007

164. Me voy de romería

Pues si, señores. Un año más se acerca esta gran fecha. Por fin, ya está aquí el último domingo de abril, Domingo de Peña, y una servidora se va a rendir pleitesía a su Virgen, al menos hasta el miércoles.
¡Feliz día del trabajo!
¡Hasta la vuelta!

18 abril 2007

163. Odiseas tabaquiles

Hay que ver lo que ha liado la ministra de Sanidad con la ley anti-tabaco. Hasta ahora yo no le había visto grandes problemas a la susodicha norma e incluso me parecía bastante apropiada pero el sábado pasado se cumplió la excepción.

Resulta que estábamos en la pista de una discoteca de Huelva y quise ir a por tabaco. La máquina estaba en la parte de arriba a unos cinco metros de una de las barras de bar y allí que me fui yo. Llego a la máquina y hay delante de mi un chico intentando sacar tabaco pero mete las monedas y se las devuelve.

Yo, que una vez de cada mil soy aguililla, le digo: "Eso será que tienen que activar el mando" Y para chulear un poquito más le digo: "ya voy yo". Total que me dirijo a la barra, llamo a la camarera y le da al botoncito. Vuelvo a la máquina de tabaco y el chico ya ha conseguido su paquete. Meto yo tres euros y me los devuelve. Nuevo intento. Lo devuelve. Empiezo a pensar que es que hay que volver a dar al mando. Vuelvo a la barra, llamo a la camarera, le da al mando y acudo de nuevo a la maquina de tabaco. Meto tres euros, selecciono cajetilla y me dice que no tiene cambio.

A esto que ya hay tres personas más detrás de mi buscando tabaco. Le doy a todas las cajetillas pero ninguna vale tres euros justos. Me devuelve el dinero. Una chica mete dinero y se lo devuelve. "El puto mando", pienso yo para mí. Vuelvo a la barra, ya no llamo a la camarera porque ya he fichado donde esta el mando y como 'pedro por su casa' pues le doy.

Vuelvo a la maquina, la chica mete dinero y como tampoco es justo se lo devuelve. Otro chico que hay detrás dice que el lo tiene justo. Lo mete en la maquinita ý se lo devuelve. 'El puto mando de nuevo' pienso yo. Y allá que va Gemita a darle al aparatito. Cuando vuelvo el chico con dinero cambiado va bajando las escaleras, paquete de tabaco en mano, y la chica que tampoco tenia cambiado está intentando meter su dinero... sin éxito, claro está, porque habia que darle de nuevo al cacharrito.

A estas que yo ya me he hecho un amigo en la cola que empieza a desesperarse y se rie de la situación. Como allí no se mueve ni Dios, Gema va otra vez a darle a mi gran amigo el mando. Cuando vuelvo, la chica ha conseguido su paquete. ¡Me toca a mí! pienso, tras volver a darle al mandito. SIN CAMBIO, aparece en la pantalla cuando meto mis tres euros. A esto que viene uno con dinero cambiado y tras volver a darle al mandito, saca su paquete. Mientras tanto, yo me compicho con mi colega tabaquil y le digo: "Ahora nos toca a nosotros, asi que yo voy, le doy al mandito y tu te encargas de que no se me cuele nadie mientras voy y vengo. Como contraprestación a tu servicio, cuando yo tenga mi paquete de tabaco en la mano, voy y activo el mando para que tu puedas sacar tu paquete de tabaco, vale?" Falto poco para escupirnos en la mano y que nuestro trato fuera formal... aunque yo ya veía al tío sacando una navaja para hacer un pacto de sangre fehaciente y es que de verdad no sabemos lo chunga que estaba la cosa.

Finalmente, voy al mando y cuando vuelvo a la máquina, veo a mi compañero de pactos atrincherado, atado con cadenas a la productora de tabaco y mirando con ojos desafiantes al puñados de viciosos que esperaban para calmar su mono. Yo, triunfante, meto mis tres euros y veo con plena satisfacción como la maquina me da, por fin, después de una docena de intentos, mi paquete de tabaco.

Yo, por supuesto, cumplo con mi parte del pacto y activo el mando para que mi nuevo amigo de vicios pueda acceder a este asqueroso placer.

Como os podeis imaginar, tardé un buen rato, para mi fueron siglos, en sacar tabaco y cuando volví a la pista con Elena y Vero, a la última casi la tengo que dejar unas bragas pues literalmente "se estaba meando vivita".

Es lo que tiene el tabaco...

17 abril 2007

162. Agentes (o a(separado)gentes) de la noche

El sábado salí de fiesta con la Vero y Elena. Con la primera hacía meses, si no años, que no salía y con la segunda sólo había coincidido una vez en la nocturnidad de la noche (ja). Pues salimos y lo pasamos bien, para que vamos a negarlo...

Estuvimos en un par de sitios y después a la disco. La anécdota de la noche se produjo en el segundo garito al que acudimos. Acabábamos de entrar con unos amigos de Elena e íbamos a pedir. A esto que Vero y yo estábamos más rezagadas y se acerca un chico con una cámara en la mano y nos dice: "bla bla bla FOTO". Yo me dispongo a cogerle la cámara para hacerle la instántánea (jeje) y el tio quita la cámara y me dice que no, que la foto nos la va a hacer a nosotras.

Ennhhnn?? Que me estas contando??? Yo ya alucinada pensando en la evolución de las técnicas de ligoteo (dónde quedó la mirada del oso amoroso) y en que o salgo demasiado por el pueblo o Huelva se está modernizando a pasos agigantados. Total, que el tio quiere que nos pongamos los seis (habia también un chico) para hacernos la foto, que una vez realizada nos enseña.

Acto seguido, va a otro grupo y le hace también una foto. Entonces, yo ya pienso que es una costumbre de este bar y que tendrá las paredes llenas de fotos. Miro y no veo ninguna pero veo al tio que enseña su camiseta a unos peleles que al igual que nosotros habían caído en el 'experimento'.

www.agentesdelanoche.com

Elena, que sí está mas puesta en la materia, nos aclara el tema. Resulta que son unos colgaos que tienen una pagina web y se dedican a hacer fotos nocturnas a grupos de gente en diferentes locales de diferentes provincias y luego las cuelgan en Internete. Si, yo tampoco, lo entiendo, pero parece ser que tiene un gran éxito. En Andalucía hay en casi todas las provincias, Extremadura, Aragón, etc.

Asi que el lunes lo primero que hice al llegar al trabajo fue conectarme a Internet y teclear www.agentesdelanoche.com . Lo primero que te preguntan es si eres mayor de edad y la provincia. A continuación, te sale un menú con fotos. Pero, ohhh, aún no me he visto asi que mal, mal porque no deben actualizar a diario.

La gente está muy colgada. Alguien ha vivido una experiencia similar? Por cierto, no dejeis de verme, me han dicho que a partir del jueves en www.agentesdelanoche.com

13 abril 2007

161. Astenia primaveral

Hoy me encuentro anímicamente fatal y no encuentro explicación para ello. Bueno, sí, una, la puñetera astenia primaveral que me está sacudiendo muy fuerte con su insinuante garra. Menudo día de cara de perro que llevo. Yo, que suelo lucir la mejor de mis sonrisas siempre y no me altero por nada... menuda estación de mierda!!!

Lo peor es que soy consciente de que ni siquiera tengo un motivo para estar asi de gilipollas, nerviosa, malhumorada e irascible. Por más que le busco no lo encuentro. Pero hoy ya he ladrado a varias personas distintas y como siempre han pagado mi desaire justos por pecadores... aunque claro realmente no había más pecadores que yo misma pero ¿cómo me grito o me enfado conmigo misma?

¿No dicen que la primavera es esa época en la que se desatan las hormonas, la sangre se altera y la vida puede ser maravillosa? Hoy escupiría en la cara de aquel que dijo esa solemne estupidez...

Encima, creo que tengo alergía porque la nariz no deja de picarme, llevo tres días sonándome los mocos, estornudando y con los ojos rojos.

Vale ya. Sabeis lo que os digo? Que ya me he cansado también de quejarme a mis, cada vez menos, sufridos lectores, asi que pasad un buen fin de semana. Yo intentaré en la medida de los posible hacer lo mismo por estas latitudes.

10 abril 2007

160. Manifestaciones religiosas

La frase que más he repetido durante toda la semana pasada ha sido la siguiente: 'Menuda mierrrrda de Semana Santa'. pero así, con mucho énfasis en la 'r' de mierrrrda. Y más que la semana pasada, la anterior, cuando aún no nos habíamos metido en faena a pleno rendimiento.

Yo soy una persona religiosa o, al menos creyente, pero es que la Semana Santa es superior a mis fuerzas. En esa época lo que hay que hacer es vivir la calle, tomarte tu cervecita en las terracitas y, de paso, y según te cruzas con ellos, ver el patrimonio artístico de las hermandades (para quien no sea católico) o simplemente rezar al paso de sus titulares (para el creyente).

No obstante, mi forma de ver las cosas cambiaron radicalmente la semana pasada, en concreto, el Domingo de Ramos y os detallo por qué. Era mi segundo día de curro semanasantero, cagándome en todos los muñequitos, nazarenos y demás parafernalia. Total, que al entrar el mediodía en mi casa, lo primero que me encuentro es una vela encendida. Mi primer pensamiento: "Mi madre se ha vuelto jirula completamente. A ver con que me sale ahora".

Cuando entro y me veo a los dos con cara mística (exagerando un poco), les preguntó por la vela y me cuentan la siguiente historia.

Resulta que un hermano de mi padre había llamado porque su mujer llevaba cuatro días debatiendose entre la vida y la muerte, en coma profundo. Le había hecho una prueba rutinaria y le habían perforado el esófago. Total, que mi tío llamaba para que fuéramos a ponerle una vela a mi Virgen de la Peña. Mi padre le contestó que estábamos en Huelva y que no podíamos pero a ver qué pasaba.

En ese momento la cosa se queda así pero a mi madre se le ocurre poner una estampita de la Virgen en la mesa del comedor y encenderle una vela.

Y a los diez minutos de haber encendido la vela, llama mi tio de nuevo que le habían llamado del hospital y que mi tia había abierto los ojos... Mi padre hasta lloraba... Y yo... aún estoy flipándolo

09 abril 2007

159. Qué hacer cuando no kieres más cubata? Que la tierra te trague

¿No os ha pasado nunca que llega un momento determinado de la noche en la que ya estais hartos/as de alcohol y vuestro vaso está lleno y no quereis dejarlo así delante de la gente que esta con vosotros y preferís tirarlo? ¿No?? Pues a mi tampoco, la verdad, pero podría haberme servido de excusa para explicar el desaguisado que armé el otro día.

Resulta que Cristina, la Lila, nos ha deleitado con su visita a esta fantástica tierra el pasado fin de semana. Vino con una amiga, Mireia, muy maja, por cierto (¿Se nota que he dado a las dos la dirección de este blog...?). La cosa es que el viernes salimos las tres por la Puebla a tomar algo. La cafetería estaba bastante bien de gente pero en la discoteca no había ni Dios. Estuvimos en la cafetería y en la Bomba y al ver que en la super disco no había nadie pues volvimos a ir a la cafetería, ya explicaré después el porqué. Nos sentamos en una de esas mesas altas con taburetes con nuestros copazos y yo me puse a explicarles cómo funciona lo de la romería, lo de las tradiciones y demás. A medida que avanzaba en mi relato, la pasión me invadía por momentos y las manos empezaron a acompañar a mi voz para que mi explicación fuera lo más gráfica posible. Pero llegó un momento que mi mano no vio mi cubata (al que solo le habia dado dos sorbitos), le rozó y el vaso se volcó sobre mí, mojándome de arriba a abajo el vestido que llevaba. CALADA. ASí me quedé. Si hubiera puesto el vaso de cubata donde el vestido terminaba, hubiera podido recuperarlo, porque escurría. Llenita de Cacique con Limón me quedé.

Pero eso no fue lo peor. Lo peor son esas milésimas de segundo en la que parece que el mundo se para porque eres el centro de atención de todas las miradas de la cafetería. Esas milésimas de segundo donde ves paso tras paso como todo el mundo se gira para dirigir su vista al epicentro del ruido, osease, la que esto escribe, al tiempo que notas como en tu cara se ha encendido un calefactor invisible que hace que enrojezcas por momentos hasta que tu rostro parece que va a explotar.

Si por si aún no era suficiente el ridículo hecho, la camarera, que no había perdido detalle, en voz alta me saca un pedazo de rollo de papel de cocina enorme, o al menos eso me parecio a mi, y me dice: "Toma, limpiate con esto. Quedatelo ahí todo el tiempo que quieras". y por si todavía no bastaba, er Cani, el chico del excusado, Pope o, simplemente, Antonio, fue testigo de todo el remojón...

¡Qué soberana vergüenza!

Pero lidié el temporal bastante bien, como si apenas me hubiera mojado, tan natural como la vida misma, a pesar de que el frescor no me abandonó el resto de tiempo que estuvimos alli y a medida que pasaba el tiempo me sentía más y más pegajosa.