30 julio 2009

329. Horarios descontrolados

Ayer a las 23.30 horas estaba en la cama. Sí, hacía tiempo que a esas horas no estaba ni en casa pero ayer decidí recuperarme. Sin embargo, con el verano también llegan los horarios cambiados y no hubo manera. Vuelta para un lado, vuelta para otro, boca arriba, panza abajo, de todas maneras y nada, no había forma. Cogí el libro, me puse a leer, me aburrí y vuelta a empezar. Al final, decidi levantarme un rato y volver a ver la tele hasta que me entró el sueño. Conclusión: yo que pensaba dormir como poco nueve horas, volvi a conformarme con seis. Pero bueno, todo tiene su parte positiva porque ahora sé que puedo sobrevivir durmiendo menos y lo mejor es que mañana ya llega por fin el ansiado descanso que con tanta actividad estos diez días me han parecido veinte.

Mañana, cerraré el ciclo de conciertos con el pleno al 15 viendo Ojos de Brujo, que no es que me encante pero bueno, para abrir boca y seguir de farra.

Bueno voy a trabajar que aun me quedan unas horas antes de mi libranza, a ver si por fin esta semana hace bueno y puedo ir a la playa.

24 julio 2009

328. No puede ser

Ayer era día de descanso, para recuperar fuerzas para hoy pero, qué va, tampoco fue posible, más que nada porque salir pronto de currar, salir de día, es un subidón de esos que dices "A casa, ni de coña!. Y un pincho lleva a una caña, una caña lleva a un pincho y cuando me doy cuenta, ya se me han subido las cañas a la cabeza, jajaja.

Pero bueno, ayer fue una retirada a tiempo y hoy, aunque ligeramente cansada, estoy como nueva, dispuesta a cantar por Fangoria, por Vetusta Morla o por esos grupos que ni siquiera sé pronunciar.

¡Qué pena que ya se acaben las fiestas!

23 julio 2009

327. Que viva Santiago!...

Ya he cogido el ritmo y aunque el tiempo no acompañe, ya puedo decir que es verano y que el sol luce con fuerza, aunque éste no se vea.

Anoche, bajo una impresionante tormenta, le tocó el turno a Despistaos y Malú. Los primeros geniales, como siempre, y la segunda, bueno, no se escuchaba del todo bien pero mucho mejor que Amaia Montero, que patata de mujer, por dios, si es que la vida es un patatal, está claro. Pero bueno, qué mejor plan para una noche de verano que escuchar música en directo con un mojito o una cañeja en la mano y encima con el privilegio vip de no mojarte. ¡Me encanta Santiago!

Sin embargo, hoy me toca descanso. No estoy mayor para aguantar el tipo pero me quedan muchos días de curro por delante y tampoco es plan de que el sueño me empiece a pasar factura y, lo que es peor, la espalda, que ya me pide a gritos la ayuda de un profesional pero resistiré aún un poco más.

El fin de semana se presenta con más música en vivo y con la quedada con Olgi mañana por la noche, tertulias periodísticas y más marcha, hasta que el cuerpo aguante!!!

21 julio 2009

326. Conciertos

Quién me iba a decir a mi que un concierto de Rosendo y Barricada iba a ser uno de los mejores de mi vida y no por el concierto en sí, que me podría saber en total 2 canciones, sino porque me he sentido como pez en el agua, en mi territorio. Para allá, para acá, controlando todo, hablando con unos, charlando con otros. Es como revivir el agosto en las tierras del sur pero con matices.

Y como favor con favor se paga, por conseguir, logré hasta un taxi para volver a casa. Una pasada!. Lo peor es que mañana se me acaba el descanso laboral pero bueno no será la primera vez que compagino ambos y unos días de sueño atrasado tampoco me sientan tan mal. Igual mañana, que mola el concierto, seria una buena opción buscar alojamiento magdalenero. Total, ya nos lo han propuesto y caerte del concierto en la cama directamente no es nunca una mala opción.

Qué guay que esto acabe de empezar, que queda hoy y mañana y el fin de semana y el jueves para entroncar una cosa con otra, quedada con Olga, que si no me equivoco creo que la última vez que la ví también fue en Santander hace un par de años. ¡Qué ganas de volver a verla y recordar aquellos tiempos de facultad!.

Me encantan estas fiestas, será porque comienzo a vivirlas con intensidad, nada comparable con el año pasado.

19 julio 2009

325. Redondo

Ha sido un finde, por fin, redondo. ¡Qué bien me lo he pasado! Uf, ya era hora. Celebraciones varias, las fiestas de la ciudad en pleno apogeo,buena compañía y risas, muchas risas acompañadas hasta de cantos con aires montañeses.

Volvimos a buscar la excusa de siempre, una celebración absurda que no viene más que a decir que es obligatorio quedar al menos cada tres meses de forma oficial aunque quizás a partir de este momento no hará falta hacerlo ni siquiera oficial, podremos quedar quien queramos y como queramos. Primera conclusión de la noche. ¿Cómo es eso? Bien vale un roto para un descosido o Más se perdió en Cuba y vinieron cantando. La cuestión es que el clavo está saliendo, también hay un refrán asi ¿No? un clavo saca otro clavo. UNa gran noche la del sábado que en cierta medda se ha visto hoy apoyada de nuevo con otros encuentros caseteros. Si sig así igual cuando acabé la semana he podido ya probar los pinchos de todas las casetas. Ummm, una buena opción.

Y la semana no ha hecho más que empezar. Mañana conciertos, ademas con ese aire vip que tanto mola y que, aunque cueste, nos va a reportar más de un beneficio, para todo menos para nuestros hígados.

Si, me voy a convertir en una ciudadana de pro y voy a vivir las fiestas com si viviera allí, lo estoy viendo. Los planes no dejan de surgir y mola, mola mucho, anque tengamos que hacer filigranas para que no haya nadie que no ague la fiesta. Me siento afortunada con toda la buena gente que estoy encontrando por el mundo, y nunca mejor dicho.

17 julio 2009

324. Tormentas y soles

Aunque una parte de ti te diga, llamémosle A, una cosa, estés convencida de algo, hay otra, la B, mucho más fuerte, que hace que todo lo que A dice se vaya al traste en menos de un segundo. Esto es como una montaña rusa, sube y baja y también hay ocasiones en las que estás en una recta, sin más. El problema, o mi problema, es que cuando baja lo hace casi sin avisar, en el momento menos oportuno, cuando tenía que estar subiendo pero por mucho que intentes agarrarte con fuerza para no dar la nota en esa bajada, hay algo que te lo impide y cuando intentas volver a subir ya es tarde, ya no hay foma de que quien está a tu lado no se de cuenta que no estás en tu mejor momento.

No puedo controlar ciertas emociones. Llegan, te ponen en evidencia delante de más gente de la que debiera, y luego vuelven a irse, al menos externamente. Me he vuelto a equivocar. Lo sé. Ahora ya no sé si necesito desconectar o plantarle cara a todo, afrontándolo directamente, aunque eso signifique derrumbarse ante los demás pero quizás asi se podría volver a diseñar la montaña rusa para hacer que solo tenga rectas y subidas, que jamás baje o que si baja lo haga despacio y no a trompicones, suavemente.

Me he equivocado, pensaba que la tormenta había pasado pero no, aún queda algún rastro aunque los truenos y los relámpagos ya apenas se escuchan, eso es el lado positivo, eso es lo que me gusta mirar. Seguro que mañana ya es chiribiri, pasado serán nubes y al otro Lorenzo volverá a brillar con más fuerza que nunca.

15 julio 2009

323. Se acabó (2ª parte)

Hoy me siento inconformista; sí, lo sé, es raro, pero es la sensación que tengo. Qué bien se queda uno cuando dice lo que piensa sin importarle nada, sin disimular ni tratar de buscar las palabras correctas, las que no hieran, las comedidas, las que realmente no reflejan lo que sientes en tu interior... aunque luego resulte que se te quite la razón o que mi opinión caiga por su propio peso. En realidad, cagarla es lo de menos. Todo en la vida tiene solución y cualquier día voy a morir envenenada si por casualidad o despiste me muerdo la lengua.

Tendría que tener más ataques de ira, estoy por comprarme un coche viejo para desguazarlo o un saco de boxeo para darle una 'somantá' de leches, ahí si que se descargaría adrenalina y ya no te cuento si supiera chillar o simplemente gritar, sería el verdadero placer.

Hoy me siento bien, muy bien aunque no sé si seré capaz de mantenerme hasta el viernes. El kit kat de cuatro días me va a venir mejor que nunca, tengo que aprovecharlo, tengo que aprovecharlo, tengo que aprovecharlo... no me cansaré de repetirlo.

Hoy me siento fuerte, capaz de resistir todos los embites que haga falta, todas las nuevas sorpresas que me depare eso tan bonito que es el vivir, con sus alegrías, claro, y también con sus penas, que aunque no se van tan fácilmente, se amortiguan. ¡Qué poco me dura lo malo! Será que soy afortunada en ese sentido.

Sea como sea renovarse es volver a nacer en realidad, con más callo, con más templanza y con más cabeza, eso es lo importante. Sí, ya estoy lista, se terminó la cura de soledad, seguirá doliendo pero las aspirinas son milagrosas.

14 julio 2009

322. Aires si, aires no

Hoy me he pensado muy en serio cambiar por unos días de aire, es decir, coger el aire de aquella otra tierra, ver a mis padres, respirar, coleguear, cotillear, disfrutar y todo lo que aquello conlleva.

Me vendría sensacional pero me da una pereza horrible. Y me apetece por una parte pero por otra parte no tengo ni una pizca de ganas. Me cago en la indecisión!. También me he cortado un poco al ver los vuelos desde Santander. No quiero fastiiar mi plan de ahorro ahora que ha vuelto a ser efectivo. La única opción sería poder irme el viernes por la noche y volverme el martes, si no no me merece la pena pero me resulta taaaan caro. A mi no me han enseñado a malgastar, es lo que tiene proceder de una familia humilde y luego aunque es lo de menos, tendría que hacer que me fueran a buscar a Sevilla. No sé me parece un capricho innecesario, si de verdad quiero aprender de esto, tengo que enfrentarme desde aqui y no acudir al regazo de mis padres, a ese consuelo que ofrecen sin que ni siquiera imaginen qué es lo que me pasa.

En coche me saldría por la mitad pero iba a ser un palizón sin justificación alguna. Y buscar diferentes escalas es perder un tiempo que no tengo. Un mero capricho del destino porque aunque los latigazos, esos malditos latigazos, siguen apareciendo, ahora con menos frecuencia que hace tres días, también es verdad, cuando llegan mondan mi patata, ¿hasta cuándo, por favor? Pero calculo que sea cuestión de un par de días más, cada vez me siento más fuerte y a medida que aumenta mi fuerza, también lo hace mi satisfacción del deber cumplido y disminuye el dolor. Ya decía yo que no podía ser para tanto! Pero, joder, que susto estos días atrás. Menuda angustia de mierda, menudo desenfreno lacrimal.

Bueno, la escapadita la puedo hacer cuando quiera. Ahora lo importante es comenzar a recuperar esos días amistosos que he perdido pero que me eran taaaan necesarios. Definitivamente, tengo que escribir todo, que bien me viene!!!

Hala, a pensar en otra cosa, tonta, más que tonta, ¿qué digo tonta? Imbécil, eso es lo que soy.

12 julio 2009

321. Recomendación literaria

Sólo he leído uno de sus relatos pero esta chica va a pisar fuerte. Es genial la forma en que describe cosas que hacemos sin darnos cuenta y la normalidad con que habla de otras. Grandes verdades en realidad. Aquí os dejo un extracto de una entrevista. A quien le interese que me lo diga via mail y os digo su nombre y el título del libro.


N.L. Escritora
Trece relatos componen L.b.d.m.v, la primera publicación de esta santanderina. Un libro que refleja una «desesperanza esperanzada» porque todo es menos amargo «si ponemos palabras a lo que callamos»

«He construido el relato de los silencios, de aquello que se prefiere no hablar»

Indaga en los silencios y profundiza en las sensaciones que se callan. Los protagonistas de sus relatos son niños, adolescentes o treintañeros que comienzan a vivir. L.B.D.M.V es el primer libro de N.L.
PREGUNTA.– ¿Hay un nexo común que una los trece relatos?
RESPUESTA.– Los protagonistas son niños, adolescentes o treintañeros con apenas experiencia en la vida. Me ha interesado investigar esa primera piel donde las cosas llegan en carne viva, con personas vírgenes de palabra y de sentimientos que no están hechos.
P.– ¿Tiene parte de experiencias personales o de su entorno?
R.– No, es una broma que hago con el título y con mis amigos para asustarles y que lo vayan a comprar. Es un libro que parte de la observación, de la empatía y sobretodo de una mirada muy atenta a la realidad. Todo lo que tenía a mano para contar lo que quería.
P.– ¿Son historias realistas?
R– Sí, absolutamente. Son realidades que normalmente no están en primer plano. He construido el relato de los silencios, de las cosas de las que se prefiere no hablar, que se guardan, que se callan o que se ocultan en las familias, en la vida y en la pareja. Ahí es donde yo he intentado meter el boli. Esas realidades que no se dicen y que, no obstante, nos marcan más que todas las que hablamos.
P.– Primer libro y primer premio, ¿una buena forma de empezar?
R.– Sí, claro. No soñaba con ganar el Premio de Narrativa. Cuando escribí estos relatos lo hice con mucha ambición literaria pero sin ninguna ambición de publicar o de ganar premios porque lo veía lejos e imposible. Sin embargo, lo presenté a este certamen y tuve la suerte de ganar. Yo creo que esto es una carrera de fondo donde lo fundamental es seguir escribiendo.
P.– ¿Los 13 relatos son recientes?
R.– La escritura ha durado cuatro años porque es un libro de aprendizaje y, de hecho, se nota al leerlo porque hay distancia entre unos relatos y otros. El proceso de creación del relato es lenta y fatigosa a pesar de ser un género corto.
P.– ¿Por qué relatos?
R.– Ahora estoy escribiendo una novela pero siempre he hecho relatos porque sirven para contar cosas distintas. La novela es como iluminar toda una época, una habitación entera, mientras que en un relato se trata de colarte en la cena de nochebuena de una familia, por ejemplo. Se trata de contar alguna de esas escenas que son reveladoras de toda una vida y de cualquier generación. Es un chispazo, la captación de un instante, una oportunidad para entender algo que es complejo.
P.– Si sus relatos hablan de esas cosas que callamos, ¿no dejan un sabor amargo?
R.– Quien lo ha leído dice que tiene humor aunque sí puede tener una parte de amargura, pero es una desesperanza esperanzada porque al final lo que callamos es mucho más amargo cuando no tiene palabras que cuando se las ponemos. Hay relatos duros pero que alejan de la soledad que te producen los dolores íntimos. Cuando te duele algo, callártelo es lo peor, pero los amigos, la familia ó las parejas están llenas de silencios complicados y no porque no se quieran contar las cosas sino porque no se encuentran las palabras o pasan desapercibidas. En realidad, hablo de sentimientos universales.
P.– Hay varios relatos que recuerdan a Cantabria...
R.– Cuando empecé a escribir no quería hacerlo de Santander pero era el único escenario donde me sentía cómoda porque era todo el territorio de mi infancia. Ahí si es importante la experiencia para que no se te desboque el texto. Hay que conocer el territorio y para mí es constitutivo. De todos modos, están descontextualizados, no se dice el sitio que es pero el cántabro sabrá de qué espacio hablo.

11 julio 2009

320. Una de animales

Mi compañero fue ayer feliz por un momento. Lleva tiempo buscando un perro y ayer le dieron uno que habían encontrado en un parque, suponiendo que le habían dejado abandonado.

Ya tenía hasta nombre. Un cachorro de no sé que raza del que primero nos enseñó unas fotografías y que ya por la tarde pudimos conocerle en persona en la redacción. ¡Qué cara más triste tenía el cachorro!

El resto de la tarde pasó para él lenta, muy lenta. Se le veía entusiasmado con su nuevo inquilino, deseando terminar para irse a su casa y disfrutar de él. No apuró ni un solo instante. En cuanto pudo, tomó vía libre.

Esta mañana, no obstante, venía apesadumbrado. Había llevado al perrín al veterinario y resulta que tenía un chip identificativo y no, no le habían, abandonado, se le había escapado a su dueña pues era un cachorrin de dos meses.

Cómo ha cambiado su estado de ánimo de un día para otro. Dice que anoche disfrutó como hacía mucho tiempo que no hacía con su perrito, con el nuevo miembro de su familia. Pero su ilusión se desvaneció en menos de 24 horas.

De todos modos, ya está buscando otro. Si alguien sabe, necesita un perro que no crezca demasiado y que sea tranquilo, que pueda pasar muchas horas en casa solo, en una casa con jardín.

09 julio 2009

319. Se acabó

"Se acabó, porque yo me lo propuse y sufrí, como nadie había sufrido, y mi piel, se quedó vacía y sola desahuciada en el olvido"

Eso es un fragmento de una canción de María Jiménez que he venido cantando en los últimos días y que hoy, aunque en el fondo no me veía capaz, he podido cumplir a rajatabla. La satisfacción de mi victoria, que es señal de que voy madurando, es, sin embargo, excesivamente amarga. ¿Cómo es posible? Yo quizás no he estado a la altura adecuada pero me han dado muy poco y no he podido seguir subiendo los peldaños de la escalera, estoy convencida y nada ni nadie podrá sacarme de mi idea.

¿El tiempo es el olvido o la distancia es el olvido? Eso dice una canción ¿El tiempo o la distancia? Yo por si acaso elegiré la distancia y la reengancharé después con el tiempo. No es la primera y seguro que tampoco es la última vez, ni seré la primera ni la última, pero independientemente de eso, ahora me ha calado más hondo. Qué ciega he estado! Y, sin embargo, no puedo quitarme esta pena, esta tristeza que lleva instalada en mi unos cuantos días y que ni siquiera mi sonrisa puede disimular, que no se puede borrar de mi rostro, ni tan siquiera para esa gente que apenas me conoce. Pero amanecerá de nuevo tarde o temprano.

Tengo que buscar una armadura, una coraza que me impida derrumbarme, que no me haga sacar las cosas de quicio, que no me haga exagerar situaciones cotidianas pero no puedo. Siempre tuve la sensibilidad como una virtud pero a partir de ahora a a ser el peor de mis defectos.

¿Cuándo terminará esto? Me he hecho daño a mi misma. Esa es la más pura realidad y por eso aún esto me duele más, me hace derramar muchas más lágrimas. Tanto como que no se entienda lo que diga, o que se entienda pero no exista ni un mínimo asequible.

Frustrada, igual es así como me siento pero al mismo tiempo orgullosa de no haber derramado ni una lágrima que lo hubiera hecho todo peor, de que no me haya temblado la voz ni un solo momento, que sí el pulso. Tampoco sé si reprimirlo es bueno, en realidad. Pero cuando he sentido que ya no podría sostenerme, que ya era incapaz de aguantar mi serenidad y mucho menos reprimir esas traicioneras lágrimas por más tiempo he sabido salir por la tangente, con una amistosa despedida que a mi me ha sabido más fria y falsa que la hiel, y hacer uso de la soledad, esta vez una grandiosa aliada junto a este blog.

Pasará pronto, lo sé, quizás antes de lo que ahora imagino. Pero me preocupa su felicidad, si sigue así, no la encontrará jamás. Siempre hay cosas más importantes por las que preocuparse y esto es una nimiedad que, sin embargo, me ha hecho madurar, crecer como persona. Ahora sé desde el principio lo que quiero y lo que no quiero, independientemente del calificativo o la definición que se dé. Con eso, que irá desplazado poco a poco a la tristeza, me quedo...

Ya lo decía alguien: "Lo importante no son las veces que te equivocas, sino que aprendas de cada uno de tus errores".

08 julio 2009

318. Sin título

Sé de antemano que me arrepentiré de escribir esto. Pero por qué no hacerlo? Este es MI espacio, mi escondite compartido, el sitio de desahogo y más en esta época, también de alegrías, por supuesto. Podría haber cogido un papel y escribir a mano, podría haber cogido un word que luego poder esconder en la carpeta más olvidada de mis documentos o tirarlo directamente a la papelera, podría guardármelo para mi, sólo y exclusivamente para mi, como he hecho otras veces, pero esa solución sería aún peor. La desazón, cuando te corroe por dentro, es el peor de los sentimientos y si encima viene aderezada de una pizca de soledad, el plato final acaba siendo demoledor.

Yo que presumo de fuerte, de esas a las que la muerte o la enfermedad no las asusta, que tiene claro que es condición humana ¿cómo puede ser que una insignificancia como esta pueda dolerme tanto? Soy débil, demasiado débil para contar ya con 28 años, aunque mi hermana se empeñe en asegurar que yo soy mucho más fuerte que ella. Tan débil que mi estado de ánimo cambia de un extremo a otro de la cuerda cuando realmente me afecta lo que está pasando. Tan débil que aunque la impotencia se agarre a mi estómago y me impida llorar de primeras, víctima de la arrogancia del enfado, las lágrimas negras comienzan al momento a derramarse por mis mejillas en una mezcla igualada de tristeza, rabia, impotencia y humillación que no sé como parar. Que jamás puedo disimular.

Tengo mucha imaginación y más capacidad aún de creerme mi propia película, y por eso peco de victimismo, que si, que es probable, pero ese nudo que se atrinchera en un sitio innaccesible para todos, algunos lo llaman alma, en realidad es una solitaria que la deja seca a base de llantos, juramentos y desazón, una terrible desazón de no ser correspondida, ni entendida y mucho menos comprendida o apreciada.

Qué defecto más grande tengo! Qué puñetero complejo de sentirme inferior! Ahora, que gracias a mucha gente, más de la que jamás hubiera imaginado, me demuestran cada día todo lo que valgo, que no creo que sea más que la mayoría, sólo me hace falta encontrarme una piedra en el camino, una gravilla sin importancia, para que mi universo de felicidad se destruya en un segundo.

UNa tontería, una soberaa nimiedad que la mayoría de la gente pasaría desapercibida pero para mi es como el peor de los lastres. El secreto es sencillo. Basta con pisotearme, con dejarme en el vagón de cola, con otorgarme un papel de cuarta fila al que, no obstante, me agarro con todas mis fuerzas, aunque inconscientemente sepa que ese siempre ha sido mi lugar. Allí, fuera de las principales prioridades, ese menosprecio no intencionado, estoy segura de ello, pero que existe y que acaba destrozándome... Si fuera un vampiro, ésa sería mi estaca, mi cabeza de ajo o mi crucifijo.

Sé lo que tengo que hacer pero jamás será lo que quiero hacer. Ayer me dijeron que la vida no está para sufrir pero ¿como se consigue eso, joder? Hay muchos caminos para conseguir la felicidad y quizás me equivoqué al elegirlo y en el próximo cruce tenga que desviarme. Sin embargo, yo no quiero desviarme, sólo quiero encontrar algún manojo de flores en ese camino, algunos frutales que me demuestren que este camino desemboca en un jardín o que aunque no desemboque en ninguna parte, al menos en ninguna con cipreses, siempre seguirá habiendo flores, cada vez más y más flores. Eso quiero pero no sé si el jardinero está de vacaciones, aún no sabe que tiene que cuidar ese camino floreado, si no tiene ninguna idea de jardinería o realmente está deseando que crezca la mala hierba y el camino acabe convirtiéndose en una simple vereda.

En realidad, mi problema es que siempre he sido muy feliz, demasiado, sin grandes problemas que afrontar, sin vicisitudes de esas que te ponen en primera línea de batalla. A veces siento envidia de la gente a la que la vida no trata bien. Eso forja un carácter, eso te hace fuerte a base de puñaladas por la espalda, de improperios improvisados, de palos en las orejas, que diría mi padre, y hace que nimiedades como la que ronda mi cabeza y otros órganos más profundos, acaben gravemente heridos. Y encima me siento estúpida porque sé que mañana mismo seré capaz de afrontarlo de otra manera, que mi optimismo sacará fuerzas de flaqueza ante la controversia, aunque siempre quedará un huequito herido.

Me siento estúpida, gilipollas, idiota, dolida y con esa amarga sensación transformada en lo que a priori sería un bonito sentimiento al que, encima, no me veo capacitada para renunciar, al que realmente no quiero renunciar porque tiene demasiadas cosas buenas pero al que mi orgullo, al que cada día le cuesta más aparecer pero acaba saliendo, me diga que una retirada a tiempo es la mejor de las victorias. ¿pero realmente es así? La indecisión, otro de mis grandes problemas.

Recomiendo esta terapia de choque. Escribir tendría que estar recetado por la Seguridad Social. Adios, angustiosa angustia, adios. Buenas noches. Bienvenida de nuevo, tranquilidad. Mañana será otro día, mejor, o eso espero.

(Desahogo, para eso me ha servido esto y para eso lo he utilizado y sé que lo leereis, así seguimos conociendonos, pero como otras veces, me hacéis más favor callando que hablando. Cuando os necesite, ya silbaré para contároslo. Gracias).

07 julio 2009

317. Renovarse el carné

¡Qué pasada lo de la cita previa! Ha sido llegar y besar el santo. Hoy he ido a renovarme el carnet de identidad. Pufff, cinco años se nota y si no que se lo digan a la foto de la menda.

Pues ha sido pisar la comisaria, preguntar al policía de turno y vóilá ya estaba yo sentada con mi padrón nuevo y la funcionaria.

Estoy pensando que paso, que hoy no tengo ganas de escribir mi aventura del carné... otro día será mejor...

05 julio 2009

316. Como en familia

Ayer fue un gran día. Un día de celebración donde realmente no habia nada que celebrar. Una jornada de esas en las que las horas parecen pasar muertas pero donde en realidad empiezas a conocer a la gente con la que compartes la mayor parte de tu tiempo.

Ayer quedé con dos compañeros para celebrar nuestro día libre. Asi, sin necesidad de más excusas o artificios. A la 13.00 horas ya estaba yo dispuesta a comerme y a beberme mas bien Santander. Pinchos, cañas, raciones... uno de los compis que nos abandona, café, chupito, copas... y siempre un tema de conversación encima de la mesa. Kike: ¿te has dado cuenta que ya son las 7 de la tarde? Se me está pasando el tiempo volando pero estoy muy a gusto. Descubro cosas que jamás se me hubieran pasado por la cabeza.

Silvia se incorpora un rato, volvemos a los pinchos. Después savia nueva, gente nueva, me encanta!!. Todos compartimos vocación u oficio pero cada uno viene de una parte de la geografía española. Siempre hay temas de conversación o quizás las copas comienzan a hacer sus estragos. Hora del mojito. Rumbo al mismo bar de siempre. Por fin ha dejado de llover!! Ahi viene Laura, jajajaja, menuda historia de película. Seguimos haciendo pandi con leti y sus dos amigas de madrid. Tequila con naranja y canela. Con buen saborcito de boca que te deja. Es hora de bailar no?. Hacemos un intento peo es lo que trae julio que si bien no viene con buen tiempo si lo hace con mogollon de gente. Hacemos un alto en cañadío, una copa mas. Dirección rocambol, no hay tu tia. Kike dice que se va. Yo estoy muy a gusto pero se me enciende la bombilla de la responsabilidad. Son las cinco de la mañana, llevas por ahí desde la 1, creéme es hora de volver a casa.

Sin duda, repetiremos pero puedo decir que me ha cundido la tarde del sábado aunque hoy los excesos pasen una mijita de factura.

04 julio 2009

315. Cuatro años

Más de 18.000 visitas en cuatro años. Se dice pronto. Mañana Diario de una conformista cumple cuatro años. Jamás pensé que esto pudiera resultar tan gratificante para mí. Aquí hay muchas historias, no están todas, por supuesto, ni siquiera creo que la gente que me lee pueda llegar a conocerme a través de este blog pero de lo que estoy segura es que para mi es un elemento indispensable de descarga, de eliminar tensiones, de desahogo y conseguir eso ya es un terrible éxito.

Muchas veces releo las cosas que escribía y por lo general me sirve para recordar mi vida, instantes a veces insignificantes pero que son tan importantes como esos otros que támbién aparecen o que se intuyen o que yo al menos los intuyo e irremediablemente me lleva a ellos. Hay momentos malos, momentos buenos, paranoyas, bromas, sueños cumplidos, otros aún por realizar... un trozo indispensable de mi vida que al releer hace que me salga una sonrisa de satisfacción ante aquel momento único que experimenté, unos colores ante ese otro post que jamás tendría que haber visto la luz, una lagrimilla ante emociones contra las que aún hoy sigo luchando, un gesto de asombro cuando de pronto me topo con algo de lo que no me acordaba y que sin embargo sigue ahí, escrito, para siempre.

Cuatro años! Cómo puede cambiar tanto y nada la vida en cuatro años.

03 julio 2009

314. Mi garrapata

Ahora mismo podría estar desconectada del mundo.

Sentada en un viejo poyete sin más vistas que una vieja hilera de garages; ahora mismo podría estar con un pantalón corto, con unos tirantes y unas chanclas viejas; ahora mismo podría estar escuchando hablar a mis mayores..., o a los que no lo son tanto, contando viejas historias que en muchas ocasiones se remontan a hace cuarenta ó cincuenta años; ahora mismo podría estar impregnándome de esos olores tan especiales, mis oídos podrían estar disfrutando de esa paz que da el silencio o simplemente podría esar ensimismada, enfrascada en mis propios pensamientos en un lugar que a pesar de todos los peros tiene algo especial, siempre lo tendrá.

Sin embargo, estoy aquí, rodeada de una tecnología que en realidad sirve para muy poco cuando más la necesitas.

No he querido ir y ahora el ronroneo está en mi interior. No me arrepiento de mi decisión, no, para nada, pero quizás tendría que haberla pensado más detenidamente, quizás asi no desaprovecharía los momentos.

La coronación de la virgen es fuera aparte de la fe un hecho histórico y me hubiera gustado vivirlo como vivo ultimamente todo, o como siempre lo he vivivo todo, sin implicarme demasiado, siendo ese testigo discreto que no pierde ni un detalle. Lo mismo aquí que allí. Estar sin tierra o entre dos tierras... asi estoy yo e igualmente sola, esa sensacion que aparece y desaparece pero que cuando se hace visible es desgarradora y no puedo hacer nada por evitarla. Ni siquiera rodeada de gente puedo hacer que se escabulla. Se agarra a mi como la más rastrera de las garrapatas y siempre llega sin avisar, de improviso, por cualquier memez que ni siquiera merece la pena repetir.

Menos mal que desaparece,o por lo menos suelta un poco sus cadenas durante la mayor parte del tiempo. Es cuestión de minutos, de horas y zas, vuelve a irse como ha llegado,pero la herida la abre y las heridas nunca llegan a cicatrizar del todo.

Voy a cerrar los ojos, voy desplazarme a ese paraíso de tranquilidad donde siempre me acompañó ese sentimiento tan atroz pero que jamás consiguió que olvidara las bondades de un sitio que en el mes de julio, por la noche, con la fresca, como dicen los mayores, se convierte en un remanso, en algo que se parece, si es que existe, al paraíso eterno.