27 noviembre 2011

495. Puentes de Ucieda

Ruta de los puentes de Ucieda también completa.

Parece que poco a poco vamos creando una pequeña rutina senderista. Ayer no llegábamos a la docena, casi la mitad que al Asón, pero la compañía volvió a ser muy grata y en estos tiempos que corren eso ya es un plus añadido.

El camino es precioso, muy húmedo ya en esta época y un día espectacular, con el sol en todo lo alto alumbrando el camino.

¡Qué cantidad de tonalidades da el otoño! La alfombra en el suelo era espectacular, esos pequeños detalles que nos suelen pasar desapercibidos y que constituyen la esencia de la vida.

El siguiente será el Día de la Inmaculada, a ver si el buen tiempo nos sigue acompañando!!

24 noviembre 2011

494. Si sueñas, loterías

Los tornillos de la parte delantera de mi pie izquierdo han comenzado a aflojarse. Es cierto que aún me quedan los de la parte de atrás y todos los del pie derecho pero cuando unos empiezan a fallar la cadena de desmontaje también comienza a tener errores.

Todavía no quiero volar porque los pájaros hasta que aprenden a abrir sus alas, hasta que logran no tropezar con los aviones o consiguen dar esquinazo a las nubes... hasta que consiguen dominar todo eso pasan por una etapa en la que se dan de bruces demasiadas veces con el suelo.

Y no es plan, y como sé de golondrinas que quisieron abandonar el nido antes de tiempo, como lo tengo grabado a fuego, pues es mejor estar seguro del plan de vuelo, estar seguro de todas las escalas para no dejarse embargar por la ilusión.

De momento, parece controlable, acabo de mirármelo y los tornillos de atrás de mi pie izquierdo siguen como ayer o antesdeayer. ¡Bien! Aún no quiero desatornillarlos aunque desde el lunes pueda soñar con Nueva York, San Francisco o Canadá.

¿Qué haría con 400.000 euros (que es la cuantía del primer premio del sorteo de la loteria de Navidad este año, Sí, ha subido)? Pues soñar y ya se sabe que si sueñas, Loterías ¡Y a mí ya me han regalado mi madrileño décimo de la suerte!

¡Mierda! Se acaba de desatornillar uno de los tornillos de la parte central de mi pie izquierdo...

14 noviembre 2011

493. Libranzas con de todo un poco

Se acabó lo bueno. De nuevo hoy comienzo lo que podrán ser diez nuevos días 'a la sombra'. Decididamente, a pesar de que en estos últimos cuatro días he hecho de todo un poco, lo cierto es que no me cunde tanto descansar de jueves a domingo, prefiero de viernes a lunes o incluso de sabado a martes.

Quedadas maternales, fiestas nocturnas santanderinas, rutas a pie para descubrir el nacimiento del Asón, momentos familiares, ratos de solitario ocio, descansos puntuales... pues si, si que me han cundido los cuatro días!!

11 noviembre 2011

492. Obligación y devoción

Recuerdo de niña que el Día de Todos los Santos era un acontecimiento familiar de primer orden. Era un domingo pero un domingo raro. La familia no se reunía en torno a unas viandas, sino que pasaba al lado más místico para recordar a todos los queridos que ya faltaban.

Era una peregrinación al camposanto. Recuerdo riadas de gente subiendo a Potrañés, al de este mi pueblo, en un día que aunque festivo no solía ser agradable para nadie.



Alllí arriba mientras que los más pequeños jugábamos al escondido disimulado entre nichos, mientras buscábamos las flores más bellas del cementerio... los mayores hablaban en silencio con sus muertos. Recuerdo el altar donde se hacía la misa y a un Don Francisco ya mayor pronunciando un sermón que luego descubrí que se repite cada año. Hasta en las escrituras está todo estudiado!!

A día de hoy, con esto de los nuevos tiempos, de la modernidad, hay tradiciones que se van perdiendo paulatinamente. Las flores siguen adornando el cementerio cada 1 de noviembre pero, sin embargo, hace tiempo que dejó de ser cita familiar ineludible. Es más, ahora es más probable que quien quiera recordar a sus seres queridos en una fecha específica del calendario, elija los días previos o posteriores para acercarse hasta el camposanto y más íntimamente rendir tributo, hablar con los ausentes.

En mi caso fue una mezcla de obligación y devoción la que me empujó a acercarme, no el día señalado pero si el posterior a ver esas flores, a entristecerme pensando en un ayer que ya no volverá pero que fue feliz.

Cumplí con la obligación y el año que viene sé que volveré a hacerlo, aunque cada día me guste menos visitar ciertos espacios.