05 julio 2009

316. Como en familia

Ayer fue un gran día. Un día de celebración donde realmente no habia nada que celebrar. Una jornada de esas en las que las horas parecen pasar muertas pero donde en realidad empiezas a conocer a la gente con la que compartes la mayor parte de tu tiempo.

Ayer quedé con dos compañeros para celebrar nuestro día libre. Asi, sin necesidad de más excusas o artificios. A la 13.00 horas ya estaba yo dispuesta a comerme y a beberme mas bien Santander. Pinchos, cañas, raciones... uno de los compis que nos abandona, café, chupito, copas... y siempre un tema de conversación encima de la mesa. Kike: ¿te has dado cuenta que ya son las 7 de la tarde? Se me está pasando el tiempo volando pero estoy muy a gusto. Descubro cosas que jamás se me hubieran pasado por la cabeza.

Silvia se incorpora un rato, volvemos a los pinchos. Después savia nueva, gente nueva, me encanta!!. Todos compartimos vocación u oficio pero cada uno viene de una parte de la geografía española. Siempre hay temas de conversación o quizás las copas comienzan a hacer sus estragos. Hora del mojito. Rumbo al mismo bar de siempre. Por fin ha dejado de llover!! Ahi viene Laura, jajajaja, menuda historia de película. Seguimos haciendo pandi con leti y sus dos amigas de madrid. Tequila con naranja y canela. Con buen saborcito de boca que te deja. Es hora de bailar no?. Hacemos un intento peo es lo que trae julio que si bien no viene con buen tiempo si lo hace con mogollon de gente. Hacemos un alto en cañadío, una copa mas. Dirección rocambol, no hay tu tia. Kike dice que se va. Yo estoy muy a gusto pero se me enciende la bombilla de la responsabilidad. Son las cinco de la mañana, llevas por ahí desde la 1, creéme es hora de volver a casa.

Sin duda, repetiremos pero puedo decir que me ha cundido la tarde del sábado aunque hoy los excesos pasen una mijita de factura.

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