Anoche fue noche de villancicos. ¡Por fin! Ese tamborilero que tanto canta mi padre!!! Santander también recobra ese espíritu. Este año no estoy yo muy navideña aunque reconozco que estar de vacaciones es un aliciente, vamos, que está muy bien para ambientarte, las compritas, los paseos.
Ayer volvieron a sonar las guitarras, las zambombas y las panderetas en un par de bares de la capital y allí volvió a sentirse ese aire navideño que tanto echo de menos.
I. decía que era lo más navideño que habiamos hecho en estos días y la verdad es que tiene razón. Cada día se pierde más la esencia de estos días.
1 comentario:
Como cantabas los Campanilleros andaluces eh...??? Por cierto, es precioso, de los más bonitos si señor.
I.
Publicar un comentario