Me gusta la Navidad, sí, lo reconozco, aunque también puedo confesar que cada año ese espíritu navideño que me embargaba cuando 'volvía a casa por navidad' comienza a desaparecer y eso aún a sabiendas de que la gente regresa a casa en estas fechas, aunque sean mis propios padres los que hacen que ese sentimiento de reencuentro siga latente.
No sé por qué esta Navidad está siendo diferente, quizás ya comenzara a ser de otra manera el año pasado, o el anterior, ¡quién sabe! Hay cosas que es imposible establecer cuando comienzan a romperse o quizás llevaran rotas mucho tiempo pero nunca te has percatado de ello.
Hoy mi móvil apenas ha sonado. La crisis se ha instaurado hasta en los SMS.
Mi madre siempre dice que sus navidades idilicas murieron cuando tambien lo hizo uno de los pilares de su vida, y de eso hace ya más de treinta años!!! No sé, la cuestión es que según parece, el paso del tiempo también influye en la forma de vivir estas fechas. Sin embargo, mi madre ha aprendido a vivir con ello y aún a día de hoy, a pesar de ese vacío, sigue ilusionándose con la decoración navideña, con tener la mesa repleta, con la lotería de Navidad e incluso con los villancicos, aunque la motivación la perdiera hace tiempo. ¡También la admiro en eso!
Hoy ha sido una tarde rara.
El buen sabor del hola desaparece con el sinsabor del mañana más y mejor. ¿No hace falta un 'feliz navidad'? Se ve que no.
¿Alguna vez desaparecerán los fantasmas?
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