21 mayo 2012

507. Londres (I)

Un mes de espera y por fin llegó el día. Londres nos esperaba. A mí después de casi cuatro años, a A. por primera vez en la vida.

Ryanair sigue vendiendo todo lo que puede y algo más pero teniendo en cuenta que el billete nos salió por menos de veinte euros por cabeza, por mi como si venden a mi madre (no en sentido sino como forma de hablar).

El Terravisión (autobus) que conecta Stansted (aeropuerto) con la estación londinense de Victoria (18 euros I/V) es más bien un bus turístico que tarda casi dos horas en llegar a su destino, eso sí, cuando llegas a Victoria ya has pasado por la city, por el Puente de Londres, por el Big Ben y si te descuidas por el Buckingham Palace, vamos, que te hace un tour casi completo para que te hagas una idea de donde vas a pasar los cinco días restantes.

De Victoria al metro, a buscar la tarjeta de transporte. Pedimos una travelcard para siete días y nos dan una Oyster pero con todos los viajes que quieras, ilimitada, no hay que recargarla. Al cambio son 43 euros pero luego con fianzas y demás se queda en 35 (sí, Londres es bastante caro).

Llegar al hotel no es nada complicado. Está muy cercano a la estación de metro de Clapham South (se llama EuroLodge). Es un edificio muy antiguo en la zona 2 (última parada de metro antes de llegar a la 3) de Londres y teniendo en cuenta que reservamos con booking a muy buen precio pues era normal que no nos dieran la suite principal. Asi todo, he estado en sitios peores.

Nuestra habitación estaba en el desván, era la única, de hecho era bastante agaterada, y un piso más abajo estaba el baño compartido que, sin embargo, solo utilizábamos nosotros y algún intruso inesperado. Dejar las mochilas y pillar metro al centro (hay que amortizar la oyster, y amortizada ésta). Leicester Square, Piccadilly, Trafalgar Square, el Soho, Chinatown ¡qué ambientazo el sábado por la tarde-noche!. De ahí al Big Ben, con la noria predominando el paisaje a orillas de ese Támesis que no se ve muy limpio. ¡Hay gente por todos lados! ¡Me encanta! Aunque el frío empieza a ser bastante intenso.

Una retirada a tiempo que hay que aprovechar los días. Buena elección, mas teniendo en cuenta que la ventana de la habitación no tiene ni una triste cortina (para que hablar de persianas) y a las 5.30 ya ha amanecido. Desayuno en el hotel (justito pero suficiente) y en marcha.

Frikinait, nait, nait, Casa natal de Baden Powell, primer destino. La zona donde se ubica está muy bien, céntrica, al lado del Museo de Historia Natural y en una zona con bastante ambiente. El albergue es una mierda, una gran mieda y me quedo corta. Seguimos andando hacia Hide Park y vemos los distintos puestos de bici. A. quiere cogerlas y nos damos cuentas que son muy muy muy baratas. Vuelta en bici por Hyde Park, seguimos por St. James Park y llegamos hasta Buckinhgham Palace a tiempo para ver el cambio de guardia. ¡Error! Es domingo y está atestado de gente. No se ve nada. Volvemos a Hyde Park, super gracioso las tumbonas, y dejamos las bicis para emprender rumbo al mercado de Camden.

Camden es impresionante. Mira que me habían hablado veces de él pero no me lo había imaginado así. Muy chulo, la verdad que sí. Parada obligada en el Starbucks (wifi gratis) y vuelta de reconocimento mientras esperamos a que llegue J.P., que nos lleva andando por el canal que desemboca cerca de Regent's Park y de donde estaba su casa cuando vivía en Londres y cerquita de King Cross y St. Pancras (impresionante el edificio). Cuando Javi se va nos vamos hacia el Soho para tomarnos unas cañas y cenar por esta zona (la más concurrida de la ciudad.

La gente es bastante borracha y españoles hay a patadas. Mola en los bares los cañeros con diferentes cervezas mundiales. Nos hacemos socios de las pintas y vamos probando distintas.

(... continuará)


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