27 octubre 2006

131. ¡¡¡Algo más de mil €!!!

Ya sabeis todos, y el que no lo sepa pues ya aprovecho para contárselo, que a mi madre la han operado de un ojo... de la vista que queda más fino. Pues resulta que hoy voy a hablaros de ese día, que no de la operación. Aunque bueno, un inciso, porque quizás soy yo la única que no tenga ni idea de esto pero ¿sabiais que para operarte te sacan el ojo para afuera? A ver si me explico. Ver un ojo fuera de su órbita, bueno del sitio donde por naturaleza tiene que estar. Y pensar que a mi ya me parecía repugnante la escena del ojo de 'Un perro andaluz'...

Resumo que ya empiezo a irme por los cerros de Úbeda. Era una operación de día y aunque entramos a primera hora de la mañana, no entró en el quirófano hasta las 14 horas. Ya solo quedábamos mi padre y yo alli esperando, muertitos de hambre asi que bajo a la cafetería a por unos bocatas y cuando voy a pagar, tachan, tachan, ¿qué me encuentro?(Pero, eres tonta, Gema, es lo primero que han visto al abrir el blog). Vale, veo esto:




Inciso 2: Astillero es mi pueblo cántabro natal, para los despistados del sur y aquellos que hayan encontrado mi blog por casualidad.

Me entró un subidón y un ansia ludópata... ¿Era un capricho del destino? Tenía que hacerme con ese cupón como fuera. Estaba escrito en mi porvenir que esa misma noche iba a convertirme en millonaria, aunque bueno creo que con el cuponsito ,que diría la Carmen Sevilla, poco iba a solucionar mi vida pero... a nadie le amarga un dulce no? Total, que tan entendida que soy yo en la matería loterística, saco mi euro y se lo doy al tío que muy cachondo me dice que las Olimpiadas de Barcelona fueron en el 92, el mismo tiempo que el cupón ya no cuesta veinte duros, equivalencia de un euro en la bromita del mushasho.

Mi tradicional cara de póker resurgió... una vez más. 1,50 euros. Pero ¿qué abuso es éste? Me cago en la leche... bueno me callo porque es para una buena causa pero, joder, como para comprarlo todos los días!!!! Prefiero quedarme sin ilusión y olvidar la cancioncilla del anuncio.

Con mi cupón ya en una mano y los bocatas en otra subo para arriba, entusiasmada por mostrarle el cupon a mi padre, además de por comer que estaba muerta de hambre, mientras mi madre, pobrecilla mía, se sometía, acojonada, todo sea dicho de paso, a la operación.

- "Mira, papá'. He comprado un cupón porque viene Astillero".
- Como que te va a tocar...

Paaaaaaggggggg... Mi padre me acababa de echar el cenizo, mi ilusión se había ido al carajo. Sale mi madre de la operación y ese mismo día podemos irnos para casa, los tres, claro. Yo con mi cupón en el culo como si de un millón de dólares se tratase. Cuando mi madre empieza a reaccionar le enseño a mi madre el cupón (bueno en terminos figurados porque ver como que no veia nada recién operada) y se emocionada, y me anima.

Se acercan las 10 de la noche, me pego al televisor. ¿Alguien sabe donde dan el cupón? Yo a día de hoy aún no lo he averiguado. Opto por el teletexto, no está. Pasan tres minutos. Teletexto. No está. Dos minutos. Teletexto. No está. Tres minutos. Teletexto. Me cago en sus muertos. NO está. Un minuto. Me voy a comprar un coche nuevo, hago la obra en la casa del pueblo y pago yo las vacaciones al Caribe. El dinero del premio ventilado. Teletexto. No está. Tardan tanto porque me ha tocado, seguro. Pasan cinco minutos. Teletexto. No está. Se me está agotando la paciencia. Un minuto. Teletexto. ESTAAAAAA!! Mierda, no me ha tocado el premio gordo. Me cago en la leche. Mierda, no me han tocado las cuatro unidades. Mierda, tampoco tengo las tres últimas. Gema, con la devolución me conformo. Lo comido por lo servido. Me cago en la ostia puta!!! No me ha tocado nadaaaaa.

(Tiempo de Reflexión. Gema asume su derrota).

"Como mi madre parece que ha salido bien de la operación no se puede pedir todo. Tenemos salud y nuestro nivel de felicidad está en buen nivel. ¿Para qué voy a pedir más? Bueno, 1,50 euros menos pero... tenemos otras cosas. Otra vez será..."
Vamos, que quien no se consuela es porque no quiere. Ahora, eso sí, el cuponcito lo guardo como oro en paño porque seguro que dentro de 50 años hay un Freeky, Freaki, friki, friqui o como narices se diga que coleccione cupones y éste, precisamente, éste, no lo tenga y me paguen 1.200 euros por él. Me hare algo más que mil eurista, como digo en el título. Ahora bien, si alguien quiere comprarmelo ya, también hay opciones. 20 euros, ni más ni menos. Lo justo para comprarme uno para el Gordo de Navidad. Y, claro, si hay mas de un interesado, hacemos una puja rápidamente eh?. Quizas pueda comprarme el piso. ¿Alguien lo quiere?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien!Bien Yuju!!!! Has actualizado, ya te estábamos poniendo falta.
Eres única, yo creo que no hay nadie mejor que tú para contar tu vida de ésta manera tan divertida.
Te queremos
Besitos.

ladolcevita dijo...

hola preciosa!!!. Que alegria volver a leerte despues de tantos dias. haces que me salga una sonrisa por la mañana.
Nosotras pobres pero felices que es lo importante aunque claro, un premiuco no nos vendría mal pa ir al Caribe.
Besazooosss

Anónimo dijo...

tata tu las vacacions al Carib m las pagas a mi,e?jeje