20 noviembre 2006

135. Consuelos desconsolados

¿Cómo se puede dar consuelo a una persona cuando tu misma estás desconsolada? ¿Cómo animar, apoyar o dar fuerzas a alguien si ni tu eres capaz de creer que una persona tan carismática, tan atenta, tan popular... tan buena gente, en definitiva, se va... se va sin que nada ni nadie pueda remediarlo?

Que la vida es una mierda, además de corta, es algo que intentamos asumir, o mejor dicho digerir, pero hay veces que decir 'La vida es una puta mierda' es insuficiente porque no se te llena la boca de consuelo y tampoco de una mínima esperanza de que todo pueda cambiar.
No se habla de otra cosa en el pueblo. Los vecinos están costernados porque a pesar de entrar en esa edad en la que ya no coge por sorpresa que a una persona se le apague la llama de la vida, estas cosas siempre impactan.

No puedo ni siquiera imaginar lo duro que debe de ser que un médico te diga que no hay nada que hacer, que todo depende de lo que dure el corazón y que ese tiempo tendrá que pasarlo en el hospital... y que él no sepa nada. Al contrario, que él incluso se encuentre hasta mejor. ¿Cómo disimular que éste será uno de los últimos momentos que pase a tu lado?

Intenté varias veces llamar a la Rosi por teléfono, lo intenté de veras. Pero cada vez que aparecía su nombre en la pantalla de mi movil, un nudo me subía hasta la garganta y las lágrimas aparecían en mis ojos. Soy demasiado cobarde, o quizás débil, pero todavía no estoy preparada para ciertas cosas. ¿Qué se puede decir en un caso así? Yo me pongo en esa situación y necesitaría un abrazo, un beso, una mano amiga, no unas palabras en las que seguro que no encontraría consuelo a través de un telefono, ¿ o quizás si se demuestre mucho? No lo sé. Lo que sé es que yo opté por la vía fácil, la del sms, y siento que no estuve a la altura de las circunstancias, a pesar de todo. En estos momentos es cuando tienes que estar cerca, demostrar con hechos y no con palabras que sí que puede existir un vínculo de unión. Afortunadamente para mi conciencia el domingo la vi junto a mi madre y ya pasé casi toda la tarde con ella, intentando disimular la realidad, intentando que su sufrimiento, que su pena, por supuesto nada comparable a la que yo pueda tener, se pudiera disipar por unos instantes con otros asuntos más intrascendentes. Estoy segura que ni yo ni el resto lo conseguimos pero ella lo supo disimular, aparentaba entereza aunque la verdad estaba ahí porque la cara es el espejo del alma.

Me gustaría ir a verle al hospital porque ya ha preguntado por mi varias veces pero creo que yo no seré capaz de disimular la realidad, mi pena. Prefiero tener en mi cabeza otros muchos recuerdos más amables que el de verlo postrado en la cama de un hospital. Sin embargo, al mismo tiempo quiero estar cerca de su familia, que vean que tienen mi apoyo. Como siempre, creo que recurriré a mis padres para enfrentarme a esto, para sentirme protegida y quitar mis miedos.

Nadie sabe cuándo llega el momento del desenlace de esta pesadilla pero ya todos lloramos su 'ausencia'. Ese día, estoy segura que marcará un antes y un después para muchas personas, mi familia entre ellas.

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