240. Apuestas

Tenemos una apuesta en juego y ella depende exclusivamente de Sara y Dani, bueno exclusivamente no, porque los caminos del señor son inexcrutables (javi espero tu comentario sobre esta frase, venga no te cortes) y nunca se sabe cuando será el momento elegido para que la semillita se plante con prosperidad y acierto.

Nos hemos apostado cuando Sara se decidirá a ampliar la familia, a traer un baby a este mundo, aunque viendo el percal ¿no es un poco egoista querer traer a una criatura?. Hay quien dice que sera pronto, otras a medio plazo y otras a largo. No hay que apurarse, creemos que tenemos todas las fechas posibles cogidas.

El premio para quien se aproxime es lo de menos. Lo que si que hemos tenido en cuenta es que sea top secret y sobre todo que la susodicha, esto es, Saritisima, no se entere porque conociéndola es capaz de quedarse preñada para que la apuesta tenga un vencedor, vencedora en este caso, concreto.

Y cambiando de apuesta. También está por ahí aunque aún sin concretar la apuesta del moreno del verano, pero esta es como que mas chunga. Desde que he regresado a Cantabria me pregunto: ¿Saben mis paisanos lo que es tener tres días seguidos de sol? Yo después de casi cinco meses aqui, empiezo a dudarlo...

Y esto es todo desde el mundo de la banalidad dominguera... ¿será ese mi papel? Si, cada día estoy mas convencida. Y yo me creía egoista... si si, visto lo visto soy experta en generosidad. Mi madre siempre dice que aún me tienen que dar una 'somantá' de palos detrás de las orejas para que espabile. No sé, hay palos que una lleva con resignación, que son aguantables incluso, que te enseñan pero hay otros que en vez de un palo parece que es el pilar de un edificio de 20 plantas, supongo que depende de quien porte el palo o el pilar en cuestión.

Y hay cosas que duelen, especialmente cuando tu te implicas en algo y ves que la recompensa que recibes (y no porque esperes esa recompensa, cuidado, que yo tengo muy a sangre ese lema scout de dar sin esperar nada a cambio) sino porque se supone que hay un trato implícito y que al menos, la gente no te va a usar solo como pañuelo de papel. Y más cuando tu ya has vivido esa situación. Quizás sea por eso, por despecho. Pero no pensar ni por un segundo en que la gente también tiene vida más allá de ti y que sin embargo se ha amoldado a la tuya por ilusión, porque le encanta la idea o por lo que sea... Qué poco cuesta quedar bien, no hacerse sentirse escoria a quien te rodea!

Ahora mismo, quizás por la cercanía, no seria capaz de expresar con palabras cuánto duele ser consciente de esa realidad... Esto también lo tengo que cambiar. Tendré que esperar al año que viene para quemarlo en la hoguera de San Juan.