26 junio 2010

395. Estrenándome

Las primeras veces de todo siempre impresionan o, al menos, despiertan al respeto. Ayer fui a una de esas cosas que sabes que llegará tarde temprano pero que la primera vez... uf, hacen que yo por lo menos note esa opresión en el pecho de los nervios. Al final, como suele ocurrir con todas estas cosas, tampoco era para tanto, aunque todo el mundo se había cansado de repetirmelo. Cada uno le da importancia a lo que quiere y yo prefiero hacerlo de las cosas pequeñas porque son minimas preocupaciones que no llegan a ningun lado y se que mi mundo no se va a derrumbar porque yo me estrese con una pruebita sin importancia.

Sin embargo, me asustó más el resultado. No pensaba yo que esto iba a tener segundas partes, aunque claro ahora entiendo muchas cosas. Podría decir que me da miedo, porque ya se sabe que estas cosas una vez que se empiezan, nunca sabes cuando se acaba, siempre hay una cosa que sucede a otra y a otra y si no te recomiendan volver cada x tiempo pero no, miedo no es lo que tengo. Es más bien curiosidad e impaciencia, mucha impaciencia por saber de qué va y desterrarlo de mi vida, quitármelo de en medio.

Dice A. que es mejor vivir en la ignorancia pero a mi esa postura siempre me ha parecido absolutamente egoista, más que nada por incierta porque es imposible. Yo no necesito vivir en la ignorancia para ser feliz, más bien todo lo contrario. Lo mio es más la dejadez absoluta, menos mal que tengo quien me recuerda que eso son derechos que debemos que tener en cuenta, además de deberes por nuestro propio bienestar.

Lo que está claro es que ahora toca esperar, 15 dias mínimo, a ver qué pasa. AL menos, lejos de meterme miedo, me han tranquilizado profundamente, aunque siempre queda la cosa ahí.

En fin, tema zanjado. En cuanto a otros, estoy empezando a sentir que me he vuelto a equivocar y cómo me fastidia... y como me duele. Dice mi madre que donde uno se piensa que hay jamones no hay estacas ni para colgarlos y que es imposible pretender que un pero dé limones, por mucho que tu te empeñes en pensar que al plantar las semillas estaban de los dos árboles y que algún día, en algún momento, cuando pase el tiempo, un limón asome hermoso entre las ramas. No, de donde no hay no se puede sacar o no debo ser yo la indicada para hacerlo, por más empeño que le ponga.

No hay comentarios: