21 febrero 2010

380. Reflexiones paternales.

De ahora en adelante cuando hable de mis padres voy a intentar hacerlo siempre en positivo, que a veces me da la sensación de que cuando la gente me pregunta y yo contesto alguna de mis sandeces, no se entiende que es por eso de 'mucho de boo y poco de guarnizo', vamos, que es de boquita para afuera.

Cualquiera diría que me molestan y, no, ni mucho menos es eso. Simplemente que hay veces que una necesita su espacio pero si en vez de do meses, casi tres, se hubieran quedado 6 más, pues me hubiera acabado adaptando y hubiera sido igual de feliz, con 20 kilos más, seguro, pero igual o qué narices, quizás más feliz por todo lo que me aportan cada día.

Este es el ultimo fin de semana que van a estar aqui y lo estoy pasando con ellos. Hoy ha sido un día divertido, aprendiendo a cocinar con Pepa y Pepe o más bien debería decir con Pepa y Avelino porque poco tienenque envidiarles a los protagonistas televisivos. Mi madre, tras venir de visita, me ha preguntado por mi vida sentimental, excusándose en que le habian preguntado a ella. Dice que está descolocada y que parece mentira que una madre no se entere de nada. "¿Y para qué quieres saber, mama? Si hay veces que es mejor vivir en la ignorancia", la he contestado yo. Y, aunque parezca mentira, se ha callado.

Y mañana un nuevo día familiar de comida fuera. Seguro que después los echaré de menos. Menos mal que siempre me queda mi hermana.

¡Mis padres son los mejores! Por si a alguien, y muy especialmente a mi, no me hubiera quedado aún lo suficientemente claro.

No hay comentarios: