Lo de escribir artículos sobre la peña me suele llevar a conocer blogs y páginas que no conocía de gente que vive en el sur, de emigrantes que viven fuera o incluso de gente que por casualidad fue a caer en la romería durante ese mes de abril.
Ayer descubri un blog de un chico puebleño que vive en Madrid y estuve media tarde leyendo su vida. Hay muchas referencias a la puebla, por supuesto, pero también una vida paralela que también toma forma a cientos de kilómetros de ese andévalo. EL caso es que no le conozco y aún me sorprende que después de pasar una década allí descubrir que hay gente a la que no he visto en la vida, no digo de saber sus nombres pero que no me suene ni siquiera su cara, siendo, más o menos de mi misma quinta. ¡CUánto me he perdido incluso yendo alli cada fin de semana!
Es genial, sobretodo leer lo asombrados que se quedan gallegos, madrileños, vascos o catalanes tras descubrir cóm se vive una romería. Dan ganas de ir, afortunadamente y si todo sale según lo previto en dos meses volveré a mi 'paraíso de tranquilidad'.
Creo que esto experimentando la papitis, jo, ahora no me quiero volver a quedar sola. Con todos los peros que trae volver a vivir con tus padres, una vez que te acostumbras resulta lo más cómodo del mundo. Bueno, espero que pase pronto. Voy a disfrutar de ellos lo que me queda.
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