25 noviembre 2007

204. Endiosamientos

Abogo por la gente sencilla y humilde y quizas ahí este mi principal defecto habiendo escogido la profesión que a dia de hoy desempeño. Está claro que hay que ser arrogante, creerse Dios, mostrar cualidades que quizás no se tengan realmente, mirar al resto por encima del hombro... endiosarse, en definitiva, cuando consigues un puesto de trabajo que al fin y al cabo no es más que un empleo en el que estás ahí gracias a la intervención de otra persona, encima.

¿Y por qué digo esto? Pues por una antigua compañera de curro que era muy normalita dentro del gremio, por no caer es descalificativos más bajos y que ahora desempeña su labor en otra institución, dejémoslo ahí, y tiene hasta un cargo de cierta relevancia en él. La autora de 'Corre, corre, que te pilla la vaquilla' sí como lo leeis, ese fue uno de sus originales titulares (y va completamente en serio), ahora va por ahí comiendose el mundo y menospreciando a los que un dia fuimos sus compañeros. Y el caso es que a mí ni me va ni me viene que se las dé de supergrande y superimportante por ocupar el puesto donde está, allá ella si se lo cree, más grande sera la caida. Yo ni siquiera tengo que pedirla información, afortunadamente, pero es que verla con esos aires de grandeza sabiendo como es, pufff, no puedo evitar que sonreir y compadecerme de ella... el problema es que la gente así es la que consigue lo que quiere, aunque el precio a pagar sea creerte superior al resto y mira tu por donde, creo que voy a seguir su ejemplo.

Y despues de este tonto monologo producto de la resaca del garrafon de anoche, lo dejo ya por hoy a expensas de tener pronto una buena nueva que daros a todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que de acuerdo estoy contigo reina.A mi me pasa lo mismo diariamente: vaya pandilla de gilipollas!!! El caso es que así nos luce el pelo, pero en el fondo son unos mediocres.
un besazooooo