22 abril 2008

227. El niño y el mar

Había una vez un niño que no alcanzaba a comprender la inmensidad del océano, que cuando acudía a la playa simplemente veía agua, sin ni siquiera pararse a pensar que ese agua, ese que se extendía por todo el horizonte y que se perdia allí donde la vista no le llegaba, no terminaba ahí sino que era en realidad la puerta al mundo, al conocimiento, al planeta, a lo magnificiencia...

Nunca lo supo. Pero tampoco le importó a pesar de que quizás cuando la cordura lo abandonaba, percibía que el mar no acababa en ese punto que él creia y final. Jamás llegó a descubrir que más allá de donde le alcanzaba la vista, había más. Tampoco le importó. Jamás pudo descubrirlo y, sin embargo, vivió feliz, muy feliz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uffff...!!!! Demasiado conformista el niño para mi gusto. Tambien podia pensar que con esfuerzo podria reunir algun día fuerzas para adentrarse al mar y conocer lo que había al otro lado.

INÉS

Anónimo dijo...

impresionante!
gema q pasa? no nos tienes acostumbrados a esto.... es como alguien que compra el mundo y lee que jimenez los santos se pasa a la ser!