366, Armando de nuevo mi puzzle

Hoy he escrito eso en mi estado de la red social y me gusta la frase, aunque más que un puzzle sería un mecano, un juego de esos de piezas pero más grandes, ¿para qué quiero yo un puzzle de 2.000 piezas si en diez está todo mi ser? jajajja

Y sí, sigo armándolo, hoy con más piezas que ayer y con menos que mañana, toma topicazo. Pero lo importante es que ahora no es julio, ahora es diciembre y el frio me hizo abrigarme hace ya tiempo.

Hoy mi único problema es que he tenido muchísimas, muchísimas, muchísimas ganas de fumar y como no quería fumar pues me he liado a comer, y a comer y a comer. Desde luego que la pieza del puzzle que se cayó el lunes no es la única causante, por supuesto, de esta ansiedad sino que también influye esa otra que viene disfrazada de revista femenina y que me crea una tensión y un estrés increibles y más cuando reunida con el gerente y escuchando sus conversaciones telefónicas se refiere a mi como la directora del planfleto en cuestión... hala, que estás nerviosa, pues toma más responsabilidad.

En realidad, hay muy pocos adioses en esta vida, normalmente siempre son hastaluegos. Yo nunca o casi nunca me despido de nadie con un adios, no me ha gustado nunca su significado y creo más en ese destino o como quiera llamarse que vuelve a cruzar la vida de la gente, eso siempre pasa.

Mi hermana dice que me he precipitado pero yo estoy convencida de que no. Seguir hubiera sido prolongar una agonía disfrazada y mejor poner las cosas claras desde la distancia. Lo que espero ahora es una temporada de tranquilidad, con mis padres, mi familia, mis amigos, mi trabajo... un periodo de reflexión aunque sé que en el fondo eso no es lo que quiero.