27 diciembre 2009

369. 24 años

Jeje, es mi nueva edad, al menos es la que me echaron ayer... lo que hace el alcohol!!! Pero bueno, está bien que te echen menos años de los que tienes y que a estas alturas te pregunten que qué estudias, jajaja, que ni siquiera se planteen que puedas estar trabajando.

Es lo qe tiene la borrachera, que te hace pasar buenos ratos, pero sólo eso. Lo que está claro es que en Santander todavía es posible ligar, al menos en estas fiestas.

Ayer estuvimos de akelarre en Santander y fue bonito, muy bonito, qué pena que no lo repitamos más veces!

Cenita, copas y hasta puros.

Desde que he decidido guiarme por mis impulsos, es decir, desde el día de Navidad, la vida me va mejor, jajaja (el jajaja es la sonrisa de acatar las consecuencias, ya se sabe eso de "Los impulsos dan sentido a mi vida; las consecuencias de los mismos solo hay que asumirlas con una sonrisa).

La de ayer también tuvo momentos raros, interculturales incluso. También tuvo momentos de reencuentros inesperados porque jamás pensé que volvería a encontrarme con I, el mejor amigo de N. en el Río de la Pila. ¡Qué majo es ese chico! Le sobra un poco de cierta chulería pero bueno... N. habla, bueno hablaba, mucho de él, le tenía como en un pedestal y, sin embargo, I. no hablo ayer mucho de N. que en realidad, junto a Vetusta Morla y un par de conciertos en La Magdalena, es lo único en común, bueno y el hecho de haber estado de vacaciones en A. este verano, que es donde él reside habitualmente.

¿Por qué sólo nombró que él estaba por tierras andaluzas? Bah, impulsos y consecuencias, no voy a ponerme a psicoanalizar el momento y menos después de esa felicitación navideña que quizás si o quizás no vuelva a ponernos en el mismo camino.

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