12 septiembre 2010

401. Respuestas sinceras

Hay gente a la que le cuesta exteriorizar sus sentimientos especialmente cuando hay gente alrededor. Yo soy una de esas. Trago, trago, trago pero llega un momento que el vaso está repleto, a punto de desbordarse porque lejos de escupir todo aquello que me revienta, prefiero mostrar indiferencia o, incluso, devolver con la misma moneda a ver si se produce el efecto deseado. Creo que lo llaman rencor.

Sin embargo, a mi el rencor apenas me dura un telediario y entonces todo duele el doble porque me doy cuenta de lo imbécil que puedo llegar a ser. Hubo un día que me prometí a mi misma escribir todo lo que se me pasa por la cabeza en un folio que luego pudiera quemar. Otra promesa incumplida.

Hace tiempo que los fantasmas han vuelto a merodear mi cabeza. Durante un tiempo conseguí disiparles, que fueran meras sombras, diluidas, sin definición absoluta pero, sin embargo, ayer distingui perfectamente a uno de ellos. Casper ha vuelto y ya no es una figura abstracta que yo misma pueda liquidar, Casper ha vuelto a mi cabeza para quedarse, para sembrar dudas, para plantear preguntas, para martillearme sobre el rumbo de mi vida, para que nazcan en mi mil cuestiones que no entiendo pero que he intentado disimular, evadir, incluso olvidarme de ellas durante un tiempo, llegando incluso a conseguirlo.

Tengo la sensación de que siempre es una de cal y otra de arena, que después del cielo, llega el infierno o, si no tanto, vuelve a sentirse ese frío, esa distancia que no entiendo por qué tiene que estar tan marcada.

Ahora necesito respuestas sinceras a mi sarta de preguntas y no sé que medio utilizar para plantearlas. Sé que las respuestas sinceras, me gusten o no me gusten, bueno estoy segura que si no me gustaran acabarían resultando para mi toda una liberación, son la solución a todos mis conflictos internos y externos.

Incluso todo podría seguir igual pero sabiendo realmente a qué atenerme, no intuyendo, no dudando dependiendo del momento qué es lo que realmente está pasando.

Sin embargo, esas respuestas sinceras creo que jamás van a llegar y es realmente lo que necesito.

No hay comentarios: