03 agosto 2009

331. Investigaciones

No lo puedo evitar, intento no ilusionarme pero no me es posible. Hacía tiempo que no me sentía tan arropada, hacía tiempo que no me hacian sentirme normal, que me trataban como a una reina, y aunque intento negarmelo a mi misma, lo cierto es que no puedo dejar de darle vueltas. Mi recuerdo ebrio no podría ser mejor, con esa interminable charla intrascendente que podría haber seguido durante horas y horas. Fue una subida de autoestima vital, esencial más bien y ahora soy consciente de que hay cosas que en el momento se les pone el punto y final pero ¿por qué negarlo? También es verdad que a mi me gustaría que fuese un punto y seguido sin más que los puntos fueran llegando por si solos.

Llevo tres días investigando y esa tarea detectivesca ya ha dado sus frutos. Cualquiera pensará que estoy loca pero todo vale con tal de reencontrarme a mi misma, de volver a estar ilusionada. Y, sí, lo estoy, aunque no me va a pasar nunca mais lo mismo, eso ahora lo sé. De los palos en las orejas se aprende, que dice mi madre y aunque nunca se puede poner la mano en el fuego, ni decir de este agua no beberé, más que nada porque los humanos somos animales de costumbres, lo cierto es que a partir de ahora me voy a tomar las cosas con calma, de otra manera y no es un proposito sino que es una convicción.

De hecho, ahora, realmente solo pienso en mi cumpleños, ya está cerca, y volver a repetir la noche del pasado viernes sería el mejor regalo de cumpleaños que pudiera tener. No sé si al final será o no. Si lo fuera sería genial y si no... pues tampoco pasaría nada, estoy convencida. Mientras llega y no, seguiré soñando, al fin y al cabo nadie puede hacer que renuncie a mis sueños, aunque, eso sí, con la cabeza encima de los hombros y sin trasladar ese sueño a la realidad.

No hay comentarios: