23 agosto 2009

337. Cuando las ganas de currar son pocas

A una semana vista, o incluso menos, de las vacaciones comienza la cuesta arriba. Desaparecen las ganas de currar (alientadas por el magnífico sol), los minutos se vuelven horas, las maletas poco a poco van llenándose de ropa, distinta para cada destino, eso sí, y yo tengo la cabeza en la tumbona.

Ainsss, aun quedan días de verano, que dice amaral y que duren, que duren mucho. Anoche salí con Blanca y Ruben por la capi. Estuvo bien la noche. Cena agradable y la sensación de haber disfrutado. El viernes, por contra, me fui para casa directa del trabajo. Estaba cansada y las cervicales me estaban dando guerra pero fue llegar a casa y tener esa extraña sensación de no saber aprovechar la vida, aunque era consciente de que era lo que mejor me venía, lo que realmente me hacia falta.

Hoy, domingo, hace un día buenísimo, por cierto, y voy a aprovechar el mediodía para comer en una terraza con uno de mis compis, con ese que en las últimas semanas se ha convertido en mi compañero de juergas, y que dure!.

Madre mía, estoy vaga hasta para escribir aqui y mira que estoy aburrida!!!

No hay comentarios: