12 enero 2010

374. Horchata en lugar de sangre

Hoy me he enterado de que mi compañera de sección, con la que trabajo codo con codo o mano a mano, ha perdido a su hermano leyendo a la competencia, de casualidad, por esos caprichos del destino o por esas casualidades tontas que me han visto a primera hora de la mañana tomando un café.

Y no me lo puedo creer. No creo que haya una persona con tan poca sangre como para no avisarme de algo así. Y no lo digo por ella, claro. Todo ha pasado ayer por la mañana, lunes y yo resulta que me entero el martes a las 10.00 de la mañana de casualidad y no es hasta pasada la media cuando al fin alguien se digna a llamarme por teléfono para informarme de lo que me voy a encontrar cuando llegue al periódico. ¡Así que ella no me llamo por la noche, cómo para hacerlo, la pobre!

Y yo he llegado a la redacción despistada, sin saber donde andaba pinada y con un extra de trabajo con el que no contaba. Joder, es que ya desde el punto de vista más egoista, de calidad del periódico, hoy ha salido una sección que podría ser mejorable infinitamente porque quien la ha hecho no tenía ni la más remota idea de lo que estaba escribiendo. Eso sin contar con otros fallos mucho más gordos, claro.

Aunque claro peor ha sido descubrir como se han enterado el resto de mis compañeros. Yo fliplo, y seguiré flipando por mucho tiempo.

Horchata, eso es lo que tienen algunos en lugar de sangre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes más razón que un santo amiga.
Besus

Una conformista vital dijo...

Hacia tiempo que no me enfadaba tanto o mejor dicho hacia tiempo que no se me notaba tanto que estaba enfadadiiiiisima!!!