371. Balances e inicios

Lo lógico y normal sería hacer un balance de mi año pero como el día de Año NUevo el aburrimiento me hizo crear un vídeo con las fotos más importantes de cada mes pues como que paso, creo que ese vídeo será para siempre mi guía.

Si se tratara de resumir diría que ha sido un buen año, podría haber acabado mejor por supuesto pero prefiero quedarme no sólo con todas las cosas buenas sino también con las que no hansido tan positivas porque si algo le tengo que agradecer a 2009 es a que me haya hecho poner los pies en la tierra más allá de buscar una película de la Barrymore famosa.

Es impresionante poder decir que lo que te llevas del año es el aprendizaje de los malos momentos, qué narices, por fin empieza a sonar maduro por mi parte. A ver es inevitable seguir tropezando en la misma piedra, pero a veces no son tropiezos, simplemente necesitas tomar contacto con su aridez para enmendar todo lo que has hecho mal, para que la próxima vez que tropieces la caída sea más elegante o para qué mentirnos, porque necesitas esa piedra y ya está.

Los primeros días del año no han sido del todo buenos, pero creo que el año pasado tampoco lo fueron. Tampoco han sido malos pero son esos días que pasan sin pena ni gloria en el calendario, que podían haber desaparecido sin más. Hoy tenía pinta de que iba a ser uno de ellos, bueno, también ha tenido alguna conversación interesante pero nada del otro mundo.

De hecho, qué me digo, tenía toda la pinta de ser mala porque las preocupaciones por lo ajeno, incluso remordimientos por pensar que no actúas del modo correcto, que laprotección hacia los demás es aslgo indispensable, me han hecho dormir poco y mal hasta que una llamada me ha tranquilizado al mediodía. Bueno, no me ha tranquilizado, ha hecho que la alegría por lo ajeno haya sido inmensa, extraordinariamente inmensa...

Una llamada a última hora la tarde ha cambiado mi rutina, a pesar de que yo era de lo más reacio. Una televisión, un partido y siete personas alrededor de una mesa, ha sido genial apreciar ese momento tan sumamente familiar... porque se repitan muchas veces a lo largo del año.