14 enero 2010

375. Vehemencia

Hay veces que soy demasiado vehemente, vamos, que me tomo las cosas más a pecho de lo que debiera. Sin embargo, el martes tenía toda la razón y aunque la gente luego recapacite y asuma sus errores, lo cierto es que hay algunos que no se pueden entender, por muchas explicaciones que intenten darte o por muchos perdones que te pidan.

De todos modos, tengo que aprender a no juzgar a la gente sin ton ni son, y especialmente a ver que siempre hay más de un punto de visa. Bueno, realmente no es esto lo que quiero decir, porque eso sé diferenciarlo. Es más, un sentimiento, un impulso lo que tengo que reprimir, que hace que suba de 0 a 100 o que baje de 100 a 0 en apenas unos segundos y que hace que todo se nuble y me vuelva tozuda, incapaz de ver más allá de la línea recta de mis ojos. No, no debo dejar que ese nervio interno que me corroe, y que bien podria exteriorizas, me nuble la visión del conjunto.

Lo malo es que me pasa en todas las facetas de mi vida. Si en un momento determinado, que llega pocas veces pero cuandollega se instala, yo digo que esto es así, durante x tiempo eso va a ser asi y no veo más allá. Menos mal que la cordura acaba asomando en mi vida y consigo finalmente centrarme que si no... ¡qué iba a ser de mí!

Hoy lo he vuelto a sentir, esa sensación de aqui y ahora y el mundo se detiene y ya no gira más. Hoy me ha pasado con ese posible piso que mi hermana me ha traído para que mire.De repente, sin comerlo ni beberlo, con lo tranquila que yo estaba, se me ha metido en la cabeza que si, que quiero comprarme un piso a toda costa y realmente espero que alguien me frene porque si no, mañana podría haberme endeudado con el banco para toda la vida!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

C-O-M-P-R-A-L-E.

Anónimo dijo...

se me olvido firmar el mensage anterior... la dueña del piso!