Ayer y hoy no he fumado nada de nada, aunque claro teniendo en cuenta que la noche del sábado me fumé cinco cigarros, bueno, cuatro y medio, que el último fue compartido, pues puede ser que aún esté repletita de nicotina.
Prefiero andar el camino poco a poco, día a día, tal y como lo he hecho otras veces, aunque esta vez, algo me dice que está siendo distinto,al menos de momento. Esta vez no siento muchas ganas de fumar en el día a día, es como si ya me hubiera acostumbrado. Hoy, de hecho, me he ido a tomar el café con un compañero fumador y no me han entrado ganas de fumar. Además, es que realmente piens que ese cigarrillo no me saca de ningún apuro ciertamente.
El problema creo yo que está en el fin de semana, en el rodearme de cervezas o copas y de gente que alterne. Es de hecho lo que me pasó el sábado pero bueno, siempre me quedará el cigarrito de plástico para disimular, o pegarle la calada a algun cigarro o incluso fumarme uno entero, eso sí, sin comprar jamás. Se supone que esta teoría es la que hace que tarde o temprano caigas en el vicio, no sé, he probado ya tantas formas que soy capaz de agarrarme a cualquier otra.
Hoy no he echado en falta el tabaco, de hecho creo que no hubiera fumado, pero ha llegado un momento, que no sé muy bien por qué, me he pillado un cabreo yo sola impresionante. ¡Menuda tontería! Supongo que eso si sería consecuencia de la adicción. Ahora vuelvo a estar tranquila y tengo que aprender a controlar esos impulsos que llegan de la nada, sin razón de ser. Hoy ha sido porque uno de mis jefes quería que cambiara una cosa, el hombre me lo ha dicho de la forma más natural del mundo, de buenas maneras, preocupándose y todo pero a mi me ha entrado, sin razón repito, una mala ostia impresionante.
Menos mal que está la tila y el curso ese al que me he apuntado por internet que creo que poco a poco va metiéndome en la cabeza que fumar no está de moda, jajaja.
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