Es demagógico pero funciona. Eso de fijarte en las pequeñas cosas de tu día a día, ayuda a que te sientas feliz.
Pasamos por alto tantas cosas, nos damos cuenta de tan pocos detalles que, en cambio, si nos molestáramos en prestarles un mínimo de atención cambiarían tanto las cosas...
Quizás suena poético, ñoño., sentimentalista o qué se yo, pero lo cierto, es que si te apasionas con cada cosa, si eres fácil de asombrar,si no te cuesta nada ilusionarte, vives todo con más intensidad. Hay veces, sin embarg, donde el dolor támbién aparece y por eso quizás esto de las pequeñas cosas vaya por partes.
Yo, a raíz de una conversación intrascendente con M. me he dado cuenta de que es la forma más bonita de vivir. Hoy podía haber sido una palabra en concreto que me ha dicho mi hermana, un olor, el gesto complice de un compañero, esa conversacion trivial con el panadero... a todo se le puede sacar su encanto.
No sé cuánto me durará esto pero la verdad es que apreciando cada segundo, la vida es algo más allá que trabajar para ver cuando llega el descanso.
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