La vida se compone de ciclos, acaba uno, empieza otro, acaba uno, empieza otro... Lo ideal quizás fuera seguir ese dicho que dice que para atrás ni para coger impulso pero yo soy de las que piensan que la vida es una constante evolución y que muchas veces es bueno mirar atrás, volver a desandar lo andado para apreciarlo todo, para sacar todo su jugo, su punto de vista. No me gusta arrepentirme de nada pero dejar de hacer cosas por tal de no arrepentirte tampoco creo yo que sea la mejor opción.
¿A qué viene todo esto? Pues que en esta última semana he dado marcha atrás, he vuelto a mirar un pasado del que yo no he querido nunca desprenderme porque forma parte de lo que soy ahora, porque hubo en ese momento gente muy importante a mi lado, porque ahí empecé a ser lo hoy se ve, para lo bueno o para lo malo.
El periodico en Huelva ya es sólo humo, ya no existe y he tenido toda la semana, especialmente los dos últimos días un sentimiento de... no sé cómo calificarlo, de desolación, esa tremenda sensación de que te están quitando algo a lo que sigues perteneciendo, por muy lejos que viva o por mucho giro que haya dado tu vida. Sí, yo todavía me siento compañera, yo formé parte de un proyecto único, de lo que fue mi verdadera facultad de Periodismo. Yo soy un trocito de esa gran tarta. Durante cinco años y cuatro meses, fue mi fonda diaria, el sitio donde comencé a labrarme un huequito en este mundo que elegí porque quise, porque era lo que durante toda mi vida quise ser y conseguí ser a pesar de todo. De los 8 años y algo más que duró, cinco años y cuatro meses son también mios.
Los recuerdos es lo mejor que tenemos porque afortunadamente se mantienen ahí perennes, durante años, limpios, precisos... He llorado esta semana por el periódico, por mis compañeros, por mi misma y por todos esos buenos momentos (Los malos ya los he olvidado) que pasé alli. He hablado con algunosde mis compañeros, de esos que abandonaron el barco antes de que se hundiera definitivamente y las sensacion son compartidas. Volver a recordar tantos y tantos buenos tiempos juntos hace sentirte parte de algo que sin embargo yo abandoné, y a buena hora eso está claro- hace ya camino de tres años.
No estoy hablando de arrepentimientos, no, al contrario, fue una de las decisiones mejores que he tomado en mi vida, volver a mi tierra, pero para mi todo aquello sigue formando parte de mi, de mi vida, y no me gustaría olvidarlo por nada del mundo.
La verdad es que me están volviendo las ganas de volver a Huelva. Creo que diciembre sí será una buena oportunidad de verles, de quedar con ellos, de volver a hablar de nuestras cosas, aunque ya el periódico haya pasado a un segundo plano.
Esta no ha sido una buena semana, aunque la boda de B. y D. arregló el desaguisado anímico en el que me encontraba. La falta, aunque sólo sea entre semana, de nicotina, me afecta mi ánimo. Hace que esa luz que ya se veía al final del tunel se difumine, que el recorrido hasta ella sea más larga.
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