Paciencia, paciencia, paciencia... me lo repito mil y una vez y de hecho consigo que el santo Job se ponga de mi parte.
Todo es cuestión de tiempo, me digo y me repiten, pero madre mia, hay veces que el tiempo y la paciencia no son suficiente. Y lo peor es que ahora viene la primavera, una época muy convulsa y confusa, ya se sabe eso de que la primavera la sangre altera, y no sé yo, no sé yo... o hago una locura (que en realidad no es tan locura, simplemente poner las cartas sobre la mesa), o sigo emitiendo tímidas señales (y me limito a esperar) o me olvido del asunto completamente, algo que quizás sea complicado pero no imposible.
Desde luego, debería haber algunas cosas que deberías nacer sabiendo hacerlas o sabiendo sugerirlas. Tengo envidia sana a ese tipo de gente tan atrevida, yo creo que solo lo he hecho una vez en la vida y aunque me salió bien no me gustó verme. ¿Por qué seré tan tonta? Será porque igual hay algo que perder, aunque pase lo que pase siempre hay algo que perder.
También está la otra cara, claro. Otra cosa no, pero el entretenimiento está asegurado y nunca sabes hasta qué punto puedes llegar a sorprenderte. Jejeje, sí, es divertido e incluso ilusionante cuando encuentras algo, por nimio o minimo que sea, o aunque salga de tu cabeza sin más y no tenga nada que ver con la realidad, que te anima... ¿Pero cuánto dura la diversion?
Soy una pura contradicción pero alguien decía que estar en continua contradicción es vivir. Pues nada a seguir viviendo.
El reto del saco de patatas. Así es.
1 comentario:
gema... la experiencia me dice y el saber me lo confirma que esta vez te tienes que lanzar tu a por el saco de patatas... por que si no se estropean... o se las come otra!!! (esto ultimo es menos improbable) pero aveces las patatas se rebalorizan y suben de valor haciendo q la demanda sea mas fluctuosa no se si me explico!
A POR LA PATATA!
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