30 noviembre 2009

361.Las horas después de un circuito termal

Las horas después de un circuito termal las pasas baldadas!!! Pero qué tres grandes hora pasé ayer en Puente Viesgo. Chorros en los pies, chorros en las cervicales, chorros en la barriga, jacuzzi, duchas de colores, saunas de mil tipos (bueno tres), asientos calientes y una zona de relajación donde podrías pasar semanas inerte. Lo del hielo y los contrastes es otra historia!

Un nuevo viaje en mente para febrero, el destino aún está por decidir, iremos allá donde Ryanair nos lleve... y el convencimiento de que mi hermana tiene algo de bruja... ¿Cómo lo pudo saber sin yo decirla nada? ¿Cómo es capaz de adivinar lo que me pasa en cada momento? En el caso contrario, yo creo que no hubiera acertado jamás. Algo de mimesis hay, seguro. No somos gemelas, mellizas ni siamesas pero no es normal que siempre vayamos vestidas con el mismo color. Ayer volvió a pasar. La llamé antes de salir de casa para decirla exclusivamente que iba de gris, y ¡zas! ella también se había vestido de gris y ya apencamos y no nos cambiamos. Total de su casa a balneario no nos iba a ver mucha gente.

Cuando salí la relajación era tan absoluta que incluso rechace quedarme a cenar exquisiteces en su casa, en familia (con lo que me gustan a mí esas cosas) por llegar a la mía y tirarme en el sofá a disfrutar de mi relajación en soledad. Estaba tan bien que a las 11.30 ya estaba en la cama, como un bebé, durmiendo como un ángel.

Hasta las 4 de la mañana en que me desperté y me dolían todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo. Menudas agujetas! Ahora ya me he levantado bien y la espalda la tengo un poco mejor.

No hay comentarios: