79. Resumen navideño encabronado

Me encanta la Navidad, eso ya lo sabeis todos, pero he descubierto que no me gusta ir en Navidad a Santander. ¿Por qué? Las razones para llegar a esta afirmación son varias. En primer lugar, voy con mis padres, que aunque a estas alturas de la película no me prohiben nada (o casi) me exijen explicaciones. En segundo lugar y como consecuencia de la primera, al ir con mis padres, voy en su coche y por lo tanto tengo que andar a expensas de ellos para poder cogerlo e ir donde me da la gana. Para seguir, aunque podría ser una derivada de esta segunda afirmación, en caso de coger yo el coche porque me apetece ir... yo que sé... de compras, pues tengo que cargar con mi madre que también se le antoja venir conmigo y por si esto fuera poco, invitarla a merendar chocolate con churros, con lo que eso supone para mi 'esbelta figura'... y es que se pone de un pesado... Por otra parte, todo el mundo anda agobiadísimo en Navidad con los regalos de Reyes, quedando con la gente a la que hace siglos que no ve, con compromisos familiares, laborales, amistosiales, etc. y casi no te da tiempo de ver a nadie... eso sin contar que la gente suele currar todos los días, a excepción de las fiestas, claro. En la misma línea, teniendo en cuenta que es apenas una semana, no te da casi tiempo de estar realmente con la gente con la que quieres estar porque todo son compromisos. Además, estás tan harta de tanta comida rica que vas a cenar por ahí y no saboreas o aprecias lo que comes como deberías. Eso sin contar con el puñetero frio de las narices que no me ha dejado lucir mis escotes como yo quería. En fin... pararé la lista por hoy para añadir que a pesar de todos estos inconvenientes, me lo he pasado tan bien como de costumbre aunque reconozco que me hubiera hecho falta actividad algún día entre las 3 y las 7 de la tarde.


Este ha sido el regalo que mi amigo invisible me ha hecho este año. Supongo que no podais leer el título del libro pero ni siquiera la cara de Blanca os puede dar una pistita?. Agarraos y cuidaos todos de mí porque una Gema va a hacer aparición en escena dentro de muy poco tiempo. Concretamente dentro de 32 páginas que es lo que me queda para terminarme el susodicho manuscrito y convertirme en una nueva yo, en alguien que va a empezar a comerse el mundo tanto en tema de trabajo, como de amigos, familia, comida, bailes, amor, sexo, apariencia física, mentalidad, etc, etc... y es que gracias al Manual de la perfecta Cabrona va a nacer una nueva Gema. ¡Precaución, amigo conductor...!!!!