212. Desfase mundial, usease, de El Mundo

Las apariencias engañan... y no sabe la gente cuanto. El que parece más serio puede resultar el que más se despendola y el más 'echao pa´lante' quien sorprenda siendo un sosainas. Vale, no estoy descubriendo América pero desde que supe lo que era una cena de empresa de esta entidad en la que dejo mi sudor (lágrimas de momento poquitas) he caído en una adicción y mientras pueda no me la perderé jamás.

Este año tampoco defraudó... o eso creo, o al menos, hasta lo que mis recuerdos alcanzan. Debería estar prohibido llevar cámara a estos sitios (y mirad quien lo dice, la que esto escribe que es como 'No sin mi cámara'). El caso es que tenemos mogollón de fotos de la party que algunos prolongamos hasta el amanecer o más allá aún. Rebuscando, rebuscando, y a falta de volcar las fotos navideñas, pues estas son las dos únicas que puedo salvar.


En esta soy el centro de atención. Fijaros bien, soy la profundidad de la fotografía. Quitando a J.A.G. que me ha quitado el primer plano, agggggg, después soy yo el centro neurálgico de todo... junto a los cuernos de ese intruso que jodió la instantánea.

Esta es un poco bochornosa pero es de las mejores y me gusta. Aquí con mi excompi de sección, recordando viejos tiempos. No os podeis imaginar lo que da de sí un extintor... uppsss, espero no arrepentirme de haber escrito esto.

Mi amigo invisible me regaló un centro de mesa que reciclé y utilicé en la casa del pueblo durante la cena de Nochebuena. Como podeis comprobar no he hecho ni una escueta mención al menú pero para qué, no fue ni una maravilla y lo que no faltó fue una gran barra libre durante todas las horas que la orquesta (con música de los 89 y 90) amenizó la velada.