217. Cambio de vida

Si no fuera porque me gusta cumplir a rajatabla con la principal ley que rige este blog desde sus inicios allá por el verano de 2005: jamás borraré un post publicado, lo escrito anteriormente ya estaría en lo más profundo de la papelera de reciclaje de mi ordenador.

Hoy estoy contenta y también nerviosa pero con esos nervios ante la expectativa, ante el cambio, nervios buenos hacia el nuevo futuro que se me vislumbra afortunadísimo. Voy a dejar hasta la piel si hace falta en mi nuevo trabajo, especialmente al principio, la experiencia juega a mi favor y, además, al ser un proyecto nuevo, todos estamos en igualdad de condiciones.

Uyyyy, todo lo que tengo que hacer en estos días. Seleccionar la ropa de invierno y de verano que me tengo que llevar, calzado, pinturas, libros, perchas, peines, bufandas, guantes, cafe, la plancha de la comida, el despertador, abrigos... y el paraguas, eso que no falte nunca. Y todos los preparativos que me esperan alli y todo lo que tengo que quedar aqui liquidado, Uyyy que expectacion y que emocionante comienza a ser mi vida.

De norte a sur y ahora de sur a norte y lo que más me reconforta es ver que aqui también dejo mucha gente increible y especialmente a gente que me aprecia tal y como soy y que se que en el fondo también les voy a echar de menos, pero bueno ya llegará el momento de la despedida.

Miedos, inseguridades, temores... a dos metros bajo tierra... por fin.