Quince años después de que dejáramos de estudiar en jornada partida de mañana y tarde es un buen momento para intentar reunir a todos aquellos que durante un tiempo formaron una parte importantísima de tu vida o incluso, aún hoy, quince años después siguen siendo pilares fundamentales gracias a una relación que nació ahí, en el parvulario, en un colegio que de puertas para afuera sigue como antaño donde compartimos risas y juegos, muchos juegos.
Llevábamos ya tiempo maquinándolo pero yo el sábado lo vi un poco más claro. Fuimos a Santander y ¡oh! entraron en un bar compañeros a los que hacía años que no veía. Bueno, algunos, los que siguen viviendo en Astillero, son más fáciles de localizar pero otros, como Iván, hacía muchísimos años, ocho perfectamente... y le vi muy bien. La cosa es que les comentamos nuestra idea de hacer una gran cena de las tres clases que terminamos octavo y les pareció una gran idea. Fue una breve puesta al día de lo que haciamos cada uno y de lo que sabíamos de los demás, a algunos no les hemos vuelto a ver desde 1994.
Pues ya está la maquinaria puesta en marcha. Ya tenemos sus correos electrónicos y poco a poco tendremos todo más o menos preparado. Creo que voy a hacer una lista, sacada de la orla, por supuesto, para que no se nos olvide nadie.
Inés, vamos a ir mirando fechas!.
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