12 octubre 2009

347. Entendimientos

Yo no tengo claro lo que quiero y lo que no quiero, aunque de elegir es más fácil saber que es lo que rechazas, aquello por lo que no quieres pasar, claro.

N. sólo tiene claro lo que no quiere. Y eso me gusta. La dirección es única. Los remos concuerdan. Hay cosas que no se pueden retrasar y que deben quedar claras cuanto antes. Y llegó el momento. Siempre es bonito poner las cartas encima de la mesa y saber en qué liga se juega. Lástima que aparezcan lagunas. Lástima no tener una grabadora en mi cerebro que procese todas y cada una de las palabras. Hay muchas formas de mirar una misma realidad y en ese camino estamos. El tiempo siempre es un buen aliado para todo y mientras haya ganas, lo demás irá llegando.

Hay cosas que sorprenden. Mi madre dice que en la vida se aprende a base de palos y hay gente a los que les han dado más que a otros. Eso condiciona tu carácter, tu forma de enfrentarte al mundo y yo, por suerte o por desgracia, no me he llevado muchos.

Quizás por eso, dentro de mi análisis continuo de cada momento, soy más idealista, más impulsiva en ciertos casos. No conoces a una persona en dos meses, ni en tres años y quizás lo que calla sea más importante que lo que cuente. Y cuando empieza a contarlo sorprende. Ahora entiendo ciertas cosas pero lo mejor es que ahora se que no existe indiferencia.

Estoy empezando a entender que los guiones cinematográficos hablan de sueños, no de realidades. Cuando amaneces como nunca antes lo habias hecho, la vida empieza a adoptar colores, muchos colores.

No hay comentarios: