30 octubre 2011

491. Tresviso

¡Por fin sueño cumplido! Mi aspiración de subir andando a Tresviso, uno de los pueblos más coquetos y especiales que conozco se ha hecho realidad.

He tardado, lo reconozco, llevo queriendo ir a Tresviso cerca de tres años pero como nunca es tarde si la dicha es buena, pues el 29 de octubre de 2011 pasará  la historia como uno de esos días en los que sientes que la vida merece la pena, uno de esos días donde la sensación de libertad es tan grande que ni siquiera se puede expresar poniendo los brazos en cruz, la forma más gráfica que yo conozco para explicar ese agradable estar.



Es cierto que hubo un momento en que temí que una vez más fuera un nuevo espejismo, que tampoco se iba a convertir en realidad pero I. no dejó que cayera en saco roto. Al final salió muy bien, aunque no pudo ser que fuéramos todos los que a mi me hubiera gustado que vinieran pero el grupo fue de ocho personas, un gran grupo para pasar un gran día. Risas, gastronomía, deporte... ¿qué más se puede pedir?

La ruta no es tan fiera como la pinta, es durilla, si, pero todo se olvida cuando al llegar arriba hincas el diente a un quesuco de esos que han dado fama al pueblo y que tras subir un desnivel de más de 800 metros, sabe a gloria bendita.

No estoy en tan mala forma física como yo me creía, al menos para andar.

Era finales de octubre pero hasta la meteorología se apiadó de mi para hacer mi sueño (uno de ellos) realidad.

En lo que a senderismo se refiere, estoy en fase de buscar nuevo destino. El Asón es probable, para qué luego digan...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un gran día, sí Señora.

I.