57. ¿Truco o trato?

Hoy me he dado cuenta de lo contradictoria que puedo llegar a ser. Si quereis un ejemplo tan solo teneis que mirar la descripción que sale a la izquierda del blog, la de "He decidido no desvelar mi identidad..." pero bueno, ¿se puede ser más petarda? Si he puesto mil fotografías mias y de la gente de mi entorno... ¿a quién quiero engañar? Dando una vuelta por los blogs he visto que lo normal es que la gente jamás revela su identidad, ni da su verdadero nombre, no señala con nombres y apellidos a sus amigos, ni siquiera dice el sitio en el que vive etc, etc.. pero luego te encuentras con mi blog en el que un poco más y doy hasta mi documento nacional de identidad, más conocido como carnet o DNI. Eso sin contar lo de "transmitir estados de ánimos". En fin... después de esta tonta introducción que viene a cuento por qué deje un comentario en uno de los blogs que me han gustado y el chico me ha preguntado si tengo blog y, claro, me da vergüenza dárselo porque a fin de cuentas este, para no ser igual que el de los demás, es un blog para la gente que me conoce, no para la que no sabe absolutamente nada de mí... pero en fin... finalmente se lo acabaré pasando.
Y ahora paso a contar lo que me pasó anoche y que me vuelve a demostrar que los andaluces tienen una 'chispa' que no hay en otros sitios de España. Es muy tópico, habrá de todo, pero es así. Resulta que voy por la noche para mi casa tranquilamente, mosqueada por asuntos laborales y porque hoy tenía que currar, cuando por variar un poco decido desviarme del camino que siempre cojo (la desviación era ir por una acera en vez de por otra). Pues bien iba yo ensimismada en mis pensamientos (vamos, que iba metida en mi mundo) cuando veo aparecer por un lado (debo decir que la acera va paralela a un descampado donde están construyendo viviendas) a un grupo de niños con algo raro (la miopía me confunde) que se van acercando hacia mi (no habia nadie mas por la calle). COmo se supone que era la noche de Halloween iban disfrazados. La cosa es que al llegar a mi altura, me rodean en un círculo y una niña que no debía tener más de 10 años me coje de las muñecas y me dice: "¿Trato o truco?". Yo pillada, con mi cara de ¿qué me estás contando, guapa? (Creo que voy a tener que hacerme una foto con esa cara porque últimamente utilizo mucho esa expresión facial) e intentando con una media sonrisilla pasar del asunto y seguir mi camino hacia mi casa. Y la niña que no me suelta y me vuelve a repetir otra vez la misma pregunta. Yo, que no sé ponerme borde, sigo con mi sonrisilla de ¡Me cago en tu PIIII madre, niña, no tienes otra tela que rascar! y la niña que no me suelta y me pone cara de circunstancia, supongo que con la intención de darme miedo pero claro, a mi me resultaba más cara de estreñimiento que de otra cosa. Total, que al final me doy por vencida y recurriendo a mi cultura cinematográfica la digo: ¿Qué quieres, caramelos? (Aunque yo pensaba que en USA los iban pidiendo por las casas, no que abordaban a la gente por la calle. Ella asiente con su cabeza y menos mal porque si me llega a pedir dinero es cuando la tenemos (yo no cobro hasta mañana asi que... lo llevaba claro). Total, que empiezo a rebuscar en mi bolso al tiempo que le digo: "Pues como mucho te puedo dar un chicle asi que ya te puedes dar por contenta y repartir el UNICO chicle que me queda entre los diez que sois". Y hala, les di mi chicle y se fueron tan contentos a seguir intimidando (por no decir acojonando) a la gente por las calles de Huelva. Ya lo que nos faltaba, otra invasión más de nuestros amigos americanos...
PD. Por cierto, especialmente a mis colegas de profesión os recomiendo el siguiente blog: http://distaperioysudiario.blogspot.com Seguro que os resulta familiar...