198. Por fin... el famoso encuentro sevillano

Muy ilusionada. Ese era mi estado de ánimo cuando hace aproximadamente dos meses se empezó a rumorear vía correo electrónico que se estaba organizando una GRAN kedada periodística en Sevilla. Habían pasado cinco años desde que termináramos la carrera y era un buen momento de vernos los caretos y saber qué rumbo había seguido cada uno aunque por otra parte en la balanza pesaba de modo muy negativo el hecho de que había compañeros con los que no habías cruzado ni una sola palabra durante los cuatro años de carrera pero bueno... pelillos a la mar era una buena ocasión de volver a ver a nuestro círculo.

A mediados de septiembre se fijó la fecha. Sería el 12 de octubre a las 22.30 horas en la plaza del Salvador que tantos buenos recuerdos nos trae a todos.Enseguida puse la maquinaria a rodar, es decir, me puse pesadísima para ver quién de mi grupo iba a ir y tras varias gestiones infructuosas llegamos a la conclusión de que Ana, Marta, Lorena, Fran y yo no podiamos faltar al gran evento. Se nos presentaba una gran fiesta nocturna en Sevilla, como antaño, revivir esas largas noches en las que sabías la hora a la que salias de casa pero nunca cuando ibas a volver. De nuevo, la noche se iba a juntar con el día, mi sueño se cumplía, ¡iba a poder retroceder en el tiempo!.

Me puse en contacto con Lorena para buscar alojamiento en Sevilla. Tarea que por otra parte fue misión imposible porque al coincidir con el puente y buscarlo con menos de una semana de antelación pues lógicamente estaba todo ocupado. Llamamos a un monton de sitios y nada todo ocupado. A mí realmente no me preocupaba mucho porque siempre está el coche para cerrar un rato los ojos y, teniendo en cuenta, que íbamos predispuestas al fieston de la vida, ¡qué mas daba no dormir o venirte para casa al día siguiente con la misma ropa del anterior!!. Total, que el viernes a las 20.00 horas quede con Lorena en la puerta de nuestra antigua facultad. Llegue una hora antes, por supuesto, y me fui a pasear por Sevilla, que ha cambiado mucho, ahora es mas cosmopolita, no sabría como explicarlo, pero me pareció una ciudad distinta... aunque como no podia ser de otra manera me crucé con la procesión de una Virgen por unas de las calles. Puntual a su cita llego Lorena y esperamos a que viniera Marta porque Fran y Ana se unirían más tarde.

Fuimos a cenar a la Alameda y a ponernos al día aunque realmente nos dimos cuenta que hablamos con bastante frecuencia pues poco o nada había variado nuestra rutina, además, nos habíamos juntado en marzo...

A las 22.30 se unió Ana que yo era a la que hacía más tiempo que no veía y sin más dilación emprendimos camino hacia El Salvador (no era plan de llegar superpuntuales, mejor esperar que llegara la gente y hacer después nosotros la entrada triunfal). Llegamos a la plaza y no vimos a nadie, asi que nos metimos a pedir en un bar, dándonos cuenta que al lado estaba el organizador (Álex) y un par de chicas más.

Saludos correspondientes, tu qué haces, ah que bien, que suerte, pues yo estoy aquí, trabajo tanto, a mi siempre me gusto más tal medio, yo antes estaba en no se donde pero no aguantaba mas, los sueldos son una mierdas, entonces tu estas con tal grupo, oposiciones??, y que sabes de fulanito, pues yo a menganito le vi la ultima vez en rustilandia... en fin, cotilleos varios que os podeis imaginar que salen de un encuentro de estas caracteristicas.


Al rato llegó Fran con su señora, uy me sigue sonando rarísimo esto de los casamientos, y se unieron al fiestón que teníamos porque sí, queridos lectores, para describir el fiestón que teníamos basta ver la postura de Ana Núñez, más conocida como Ana Tarifa (la tercera por la izquierda). ASí de contentos estábamos. Tras Fran no llegó nadie más y en total éramos once personas y seis eran de mi circulo, jaleados por mí para acudir a esta cita. Marta, Ana, Lorena, Fran (con Valle) y yo.

Luego Álex, el que lo había organizado que se llevó un gran chasco, y cuatro chicas de mi clase, una de ellas curra en un periodico de la competencia aqui en Huelva y estuve con ella hace muy poco tiempo y otra habia currado aqui y coincidi con ella en un par de ruedas de prensa. Total que no hubiera visto desde que acabaramos la facultad habia dos chicas (y una curra en Antena 3, por lo que la he visto por la tele. Recuento final: me reencontré con Álex y con la otra chica. Además, no eran gente con la que yo hubiera tratado mucho asi que imaginaros el diálogo de besugos con cerveza en la mano en la plaza del SAlvador.

Para mas INRI, a las 12.00 mas o menos, las cuatro chicas dijeron de irse porque alguna curraba al día siguiente, total que quedamos nosotros y Álex. Marta tambien se fue porque sus amigos iban a despedir a su churry que se iba de viaje. Nos fuimos para la Alameda de nuevo, instante al que pertenece esa foto y estuvimos tomando algo. La 1.30 horas aproximadamente y Lorena y yo sin sitio donde dormir... y el 'fiestón' en vías de acabarse.

Total, que ahora venga mi reverencia, agradecimiento, alabanza, gratitud, enaltecimiento, encomio, aclamación, congratulación, aplauso, adulación, ditirambo, ovación, glorificación, elogio, y loa a esa gran pareja formada por Fran y Valle que amablemente nos ofrecieron una cama en su morada palatina, usease, de Los Palacios y Villafranca. GRACIAS, CHICOS, MIL GRACIAS!! Vimos a Dios, a la Virgen y hasta a los Reyes Magos. Total, que tras el rotundo éxito del encuentro, pusimos pies en polvorosa a Los Palacios donde estuvimos tomando algo en una especie de tetería muy muy chula. Después, fuimos a su casa y nos deleitamos viendo a Fran vestido de pinguino, jejej, es decir, viendo el vídeo de su boda. De su cada, qué decir!!! IMpecable, lustrísima, sin un trasto por los medios, qué diría mi madre... Por cierto, menos mal que mi madre no vio dicho hogar porque sería su ejemplo a seguir... La casa muy acogedora, tanto como hospitalarios sus dueños. Y menos mal. UNa camita para cada una, que yo casi que afirmaría, que estrenamos, donde durmimos soñando con los angelitos. Churros por la mañana como desayuno y el buenazo de Fran que tuvo la deferencia de acercarnos de nuevo a Sevilla a donde habíamos dejado nuestros coches. Jo, Muchísimas gracias de nuevo a los dos!!.

Y nada,. Lorena y yo nos fuimos de compras (upsss, quizás esto no debiera haberlo dicho, jajaja) y cada una para su casa y dios en la de todos.

Aún así, y ahora va a salirme mi vena nostalgica, siempre es un placer volver a ver a gente tan fantastica, tan buena, tan bondadosa, tan noble, tan sencilla y tan humilde como está. Quien me iba a decir a mí que en Sevilla iba a forjar tan buena amistad, midiéndola en diferentes grados también hay que decirlo, como la que he hecho con toda esta gente, y también con los que no pudieron estar, por supuesto. No sé si fue por las circunstancias gentes de puntos distintos, no sé si nos vimos en la necesidad de arroparnos para no estar solos pero el caso es que sembramos una semilla que hemos seguido regando y que, por mi parte al menos, voy a seguir echandole agua, para que cada vez de más y mejores frutos. Ahora hace falta que no decaiga el buen ritmo que llevamos y que al menos nos veamos una vez al año o incluso más a menudo nosotros (Fran, Lorena.. y quien quiera unirse) que vivimos a una hora o menos de Sevilla y podemos quedar a comer en algún pueblo que nos pille a todos más o menos igual. A ver si esto que hablamos no queda en saco roto y lo hacemos, qué se yo, en enero o febrero, por decir algo.

Quién me iba a decir a mí, con lo que yo soy, que me iba a sentir con ellos tan cómoda, tan arropada, tan... en suma, querida e importante, porque al fin y al cabo, para mí eso es lo fundamental de toda buena amistad aunque muchas veces se olvide demostrarlo. Pero si te sientes importante y querida por la gente que te rodea, lo demas viene rodado. Poco a poco llega la confianza, el cariño, la complicidad... Chicos y colegas de profesión, ¡¡OS QUIERO!! y siempre echaré de menos los cuatro años de facultad, especialmente el último, a pesar de todo!!!.

Y recordar, y esto a nivel general a todo el que lea esto, lo malo de los buenos amigos es que no siempre se quiere o se puede demostrar que el otro es importante.