03 junio 2009

301. Una libranza redonda

Cuatro días intensos, tanto, que al final no he hecho ni la mitad de las cosas que como marujilla del hogar me había propuesto pero... como sarna con gusto no pica, que vengan mil y una libranzas asi porque aprovechar, se aprovechan y hacen que te sientas viva.

He estado con la familia, con los amigos, he visto cosas, he formado parte de la primera barbacoa de la temporada, he estado de fiesta solidaria, he conocido un poco más como funciona eso de las fuerzas armadas, he pisado la playa por vez primera este año, he hecho la compra, he limpiado, me he reído, no he llorado... ha sido perfecto.

Y encima siempre con el sol alumbrando cada uno de mis pasos. Poca gente podría sentir lo que yo siento cuando veo el sol, si hace un par de años me decían que estos iba a pasar hubiera pensado que esa persona estaba majareta. Pero no, cuando tienes algo y lo pierdes, conseguirlo, aunque sea en contadas ocasiones, revitaliza, como el anuncio, alma y mente.

Perfecto, simplemente perfecto. No pido mucho más a la vida que muchos descansos como este. Desconectar de todo y de todos es una experiencia bastante apetecible y más teniendo en cuenta lo que teabsorbe un trabajo como el mío.

Un buen principio y un mejor final.

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