18 junio 2009

309. Sustos, conversaciones y moviles

Llamo a mis padres prácticamente todos los días. A eso de las 15.00 horas, cuando estoy comiendo o antes de comer. He descubierto que si no quiero que la charla se prolongue demasiado basta con decir que aún no he comido o que quiero echar la siesta.

Ellos se quedan más tranquilos... y yo también.

Bien, pues parece que aunque les llame todos los días no me cuentan todas las cosas. Normalmente hablo con mi madre, no por nada, sino porque el teléfono está al lado del sofá donde ella se sienta, bueno y porque mi padre o se queda callado -lo normal- o habla por los codos -menos frecuente pero de vez en cuando también ocurre-.

Hoy la conversación ha durado un poco más de lo normal. Había bastantes cosas intrascendentes que comentar (que si van a arreglar la carretera que une la puebla con mi queridisima aldea, que si las clases de Karen son un cachondeo y el centro donde va más, que si voy a comer esto, qué menudo calor hace en Huelva, que en Santander sigue nublado, que el trabajo no está resultando tan agotador sin mi compi, que mira lo que le ha pasado al suegro de mi compañero, que a ver si disfrutas más de la vida...) vamos, lo típico hasta que hemos llegado al tema movil.

Me voy a cambiar de compañía, no es normal que dentro de la redacción no tenga cobertura y ya estoy harta. Total, que mi padre es de mi misma compañía y llamarnos entre nosotros nos vale ná y menos. Como es como un niño pequeño (y cada vez más) puesa él, que es de tarjeta, támbién se le ha antojado cambiar de movil y de compañía.

Ayer me tocó el día de explicarle qué es la portabilidad y donde tenía que ir... menudo follón y hoy, claro, ya había ido, es lo que tiene la jubilación... Total que una cosa nos ha llevado a la otra y al final le he dicho. "déjalo, no te corre prisa, ya te lo miro cuando vaya o cuando vosotros vengais en septiembre". Y ahí ha llegado el susto, la amenaza (exagerando, eh? que muchas veces parece que no quiero verles) cuando así, sin ton ni son me dice: "Si, pero como ya no podemos ir..." ¿Cómo que ya no podéis venir? ¿No venis en septiembre? Y me dice. "No, estábamos pensando ir ahora un mes, hasta mediados de julio que tu madre tiene otra vez cita aquí con el médico".

Me he tenido que sentar, ¿íbais a venir y no me decís nada? No, hombre, es que mamá está pasando mucho calor y quería quitarse de aqui un mes pero con la obra del baño no vamos a poder, pero no sabemos...

¿Pero no queréis ver ese momento único, irrepetible, especial, maravilloso y todos los adjetivos que se me han ocurrido que es la coronación de la virgen? Tu madre dice que la da igual, que no quiere pasar calor. Pues dale ya al botón del aire acondicionado, le he dicho yo. "Uy, pues si yo estuviera ahí no me lo perdería, tiene que ser taaaannn bonito!!!!

Ufff, me han entrado unos calores. Vuelvo a repetir que estoy exagerando, que tengo muchísimas ganas de verles, de que me mimen, de que me arropen, de que me hagan la comida, de tener la casa siempre limpia, de que se coman los marrones varios de bancos, facturas y demás familia, de tener alguien con quien hablar cuando vuelvo del curro... pero así, de sopetón, pues como que no, que estoy hay que digerirlo para luego hacerte a la idea.

Padres... ni contigo ni sin ti!!! Como sigan con la idea les digo que mi hermana y mi cuñado quieren ir en julio con karen y dani y darles una sorpresa. Vamos... que vengan en septiembre, que ya me he hecho yo el cuerpo!!!

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