21 junio 2009

310. Crónica de un domingo estival aprovechado

Hoy ha sido un gran día y para ello sólo me ha faltado un bocata de tortilla, un botellín de agua y una agradable compañía... lo demás ha ido rodado.

Domingo, primer día del verano y curro. Sí, la combinación no podía ser más letal. Sin embargo, hoy he exprimido mis circunstancias al máximo, he sabido sacarle jugo a la vida y ahora me doy cuenta que no he sido plenamente consciente de ello. ¡Qué rabia no darme cuenta hasta ahora que hoy he sido afortunada!.

El día empezó con pocas horas de sueño, no por juergas sino más bien por desvaríos. Abrir las persianas y ver el sol es como el marinero que lleva meses sin ver tierra firme. Viaje en tren a Santander enfrascada en una lectura que realmente me tiene enganchada como hacía tiempo que no conseguía nadie. Llegada a la guarida que sin embargo hoy tenia un toque cercano, distinto. Café mañanero que despierta mis sentidos y me hace avanzar, avanzar y avanzar más de lo que yo habría imaginado. Sueños vacacionales que a estas alturas ya adquieren nombres propios.

Mediodía playero y en compañía. Paseo en un coche extraño que por momentos me hace sentir libre, especialmente cuando mi brazo corta el viento. ¡Qué sensación más agradable! Conversaciones intrascendentes que siento me hacen empequeñecer, que consiguen auparme en mi adorada mediocridad. Presiento aburrir pero aún asi la naturalidad fluye. Las cosas superfluas también tienen cabida cuando vienen envueltas en cariño. Es raro pero me encuentro a gusto. Una cuerda invisible hace que así me sienta protegida. ¡Ojalá pudiera decirlo siempre!

Bocata de tortilla, vuelta con charla boca arriba, vuelta con libro boca abajo. El paraíso tiene los segundos contados y, sin embargo, la conexión con la realidad no ha resultado amargante. Al contrario. Tarde centrada como hacía tiempo que no encontraba. Más trabajo del que debiera pero al menos escribo a gusto. Como colofón, un texto de esos que dejan un buen sabor de boca.

Un día de esos insignificantes que sin embargo pueden marcar tu destino cuando las nubes oculten la felicidad. Un día para el recuerdo que concluye de nuevo sin buenas nuevas, ni siquiera malas, que termina como empezó y que empezó como terminará. Ya hace meses y yo no puedo dejar de preguntarme ¿así hasta cuándo?

2 comentarios:

Quien presume de entendert dijo...

Entre dos tierrasaaas!!!! Vaya cucha, ya sabes kien soy y yo keria pasar en silencio jijiji. es lo k kieres? te hace feliz? te da lo k pides? Tu lo escribiste "No corren buenos tiempos para soñar" y tu solo aces envias SOS. Keda escrito pal k kiera leerlo. Silba x MSN. Te leo y no gusta. Compa,TQM!

Una conformista vital dijo...

Son exageraciones, ya sabes. No hay que hacer caso a todo lo que escribo aqui... Echo de menos nuestras conversaciones, el messenger no es lo mismo. Un besazo