Me pasa siempre, las últimas horas antes de salir de viaje las paso super nerviosa, con ganas de que los minutos se esfumen y llegue la hora de marchar. Me acuerdo de pequeña cuando iba a Huelva que me pasaba la noche anterior sin dormir, deseando que llegara el momento de que mi padre viniera a, supuestamente, despertarme.
Y nada que el tiempo no corre. Este es un momento peligroso para el tema cigarro, pero yo sigo convencida de que no quiero fumar más y eso es lo importante, mi hasta ahora inmutable fuerza de voluntad.
Voy a ponerme a recoger, a limpiar y saldré a la calle a ver si el tiempo pasa más deprisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario