Me siento como en una montaña rusa emotiva. Lo mismo estoy eufórica que triste, que enfadada, que ansiosa, que expectante, que risueña... las fases se entremezclan y sigo con la idea clara de no querer fumar, de hecho, ahora sé que el 'mono' es más psíquico que físico pero he entrado en el momento ese en el que no me aguanto ni yo misma.
Aggggggggggggggg, el gimnasio hoy me ha venido bien. He vuelto a correr los 25 minutos de antaño. Mañana repetiré, da igual si tengo agujetas, debo compensar de alguna forma esta ansiedad que me recorre de arriba a abajo de repente y hace que coma sin conocimiento, sin hambre, pero con una voracidad demasiado extrema.
Hoy he tenido alguna buena noticia. Ryanair va a abrir una nueva ruta que conectará Santander y Sevilla. Será solo de mayo a octubre pero a mi me abre un abanico de posibilidades estivales... y a mi madre ni te cuento!
Mañana viernes, no tengo ningún plan para el fin de semana y lo mejor de todo es que ni siquiera me apetece. De momento, lo único que tengo claro es que no quiero volver a fumar y eso debe prevalecer sobre todas las demás cosas, cueste lo que cueste y aunque tenga que mirarme única y exclusivamente mi ombligo durante un tiempo (tampoco está de más despreocuparme del resto de la humanidad por un periodo determinado pero espero que limitado).
El juicio por la niña Mariluz también me ha traido a la memoria algún que otro recuerdo.
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