22 febrero 2011

447. Mi crema de zanahoria

La crema de zanahorias estaba deliciosa pero (hay que ser exigente con uno mismo) para la próxima vez le debo echar menos pimienta (pica un poco) y un poco más de líquido (está algo espesa). Por lo demás, ok.

Ya la he copiado en mi recetario oficial, junto a las comidas de mamá. Ahora que me acuerdo, tengo que apuntar también la del puding de J. que siempre se la tengo que volver a pedir y la debo tener repetida en mi correo electrónico al menos un par de veces.

Hoy cierro mi tercera semana sin tabaco. Estos días es la prueba dura en el sentido de que mi cuerpo echa de menos algo y aunque no me apetezca fuma, si que estoy irascible, dejémoslo ahí.

Pero bueno, cada día un poco mejor y realmente es después cuando debo tener más cuidado, cuando ya no me importe y vuelva a mi cabeza eso de "por una calada, por un cigarro no pasa nada". No, G., ya sabes que eso es un craso error.

Hoy es el cumpleaños de A. y no me podido evitar echar, una vez más, la vista atrás. Parece que fue ayer cuando estaba en Huelva, cuando ella se sentaba a mi lado y nos pasábamos los días riéndonos hasta de las moscas que se posaban sobre nuestros papeles. El trabajo era entonces un juego de niños, nada que ver con ahora.

Ha vuelto el invierno. Menudos dos días de mierda. No he podido ir a caminar aunque estoy aprovechando mis mañanas en casa.

No hay comentarios: